Skautfold: Into the Fray, una dosis XL de acción con tintes lovecraftianos

Los título indies no paran de innovar dentro del sector de los videojuegos. Sus limitaciones presupuestarias nunca son una barrera para dar rienda suelta a la imaginación y crear propuestas que difícilmente serían aceptadas y respetadas si llevasen tres A en su catalogación.

El último ejemplo lo tenemos en Into the Fray, la secuela de Usurper y Shrouded in Sanity, y que forma parte de la serie Skautfold. Una saga de juegos en los que la acción se entremezclan con una oscura narrativa lovecraftiana para ofrecer al jugador un título muy adictivo y, sobre todo, visceral.

Vaya por delante, que para disfrutar de esta tercera entrega no es necesario haber jugado los títulos anteriores, que es lo que ha sucedido en mi caso. Pero eso no quita que, tras haberlo superado, tenga una necesidad imperiora de hacerlo.

Y yendo al meollo de la cuestión, ¿qué nos encontramos en Into de Fray? Pues un shooter enfocado en combates rápidos y sangrientos con una jugabilidad muy adictiva.

Y para ello, sus creadores, Red Art Games, apuestan por un estilo pixel art que rinde homenaje a los clásicos, pero incorpora detalles modernos para enriquecer su atmósfera. Los personajes y enemigos están diseñados con un nivel de detalle que les da una presencia única y, en muchos casos, bastante inquietante y que rezuma mimo por todos lados.

Las animaciones son fluidas y dinámicas, lo que hace que las batallas se sientan rápidas y emocionantes. Cada arma tiene su propia animación, lo que añade variedad a los combates. Los enemigos también presentan una gran variedad de movimientos lo que hace que cada enfrentamiento se sienta interesante.

Hilo argumental

La historia se sitúa en 1899, en una versión alternativa de la isla de Portland, frente a la costa sur de Inglaterra. Allí Controlamos a Hito, uno de los Caballeros del Imperio, y nos dirigimos a la isla para investigar la desaparición de un miembro de la realeza y la presencia de una facción rebelde conocida como los Hijos de Washington. Pronto, una misteriosa Niebla desciende sobre la isla, dejándonos a nosotros y a los isleños en una lucha por la supervivencia contra los rebeldes, quienes han hecho un pacto con entidades del Cosmos.

El título se desarrolla en torno a un mapa general de la isla, permitiéndote elegir entre una serie de misiones a medida que avanza la historia. Estas misiones nos llevarán a explorar diferentes biomas que incluyen lugares selváticos, zonas urbanas, cuevas y zonas subterráneas que están repletas de enemigos.

Para hacerles frentes contaremos con un un arsenal de devastadoras armas de fuego de última generación, desde cañones de mano hasta escopetas de triple cañón, así como prototipos de armas diseñadas por el mismísimo Nikola Tesla. Estas armas serán nuestras aliadas y nuestra única esperanza de supervivencia, permitiéndonos hacer frente tanto a los rebeldes sedientos de sangre como a las abominaciones eldritch.

Además, el juego prioriza el gore y la interactividad ambiental. Puedes patear barriles de petróleo y prenderles fuego como trampas, o simplemente lanzar a tus enemigos contra ellos y observar cómo activan las trampas. ¿Por qué abrir una puerta si puedes derribarla? La sangre y los escombros te ayudarán a sumergirte en el mundo mientras destruyes y explotas tu camino hacia la victoria.

Sin duda, un título muy divertido que ofrece todo lo que se le puede pedir a un juego de acción y que satisfará a los amantes del género ávidos de nuevas experiencias, todo ello sumado a una historia que sin ser la panacea mantiene en vilo al jugador.