Segundo Falcón muestra su conocimiento del origen de los cantes en el Museo de la Guitarra

Flamenco

Segunda y última cita del Ciclo Municipal de Divulgación del Flamenco, del 57º Festival

Segundo Falcón con Paco Jarana.
Segundo Falcón con Paco Jarana.
D.M.

30 de junio 2024 - 22:54

Aunque es cierto que no es necesario entender el arte para disfrutarlo, disfrutar de las explicaciones teóricas y prácticas de figuras del flamenco es el objetivo del Ciclo Municipal de Divulgación del Flamenco que, organizando por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería y la Peña El Taranto, ha vuelto este año a la programación después de su impasse desde la pandemia. Y lo ha hecho por todo lo alto: enmarcado dentro de la programación del 57º Festival de Flamenco y Danza que se prolongará hasta el próximo 20 de julio, y con dos cantaores de excepción como fue el miércoles Ezequiel Benítez y, anoche, Segundo Falcón.

En un acto presentado por el concejal delegado del área, Diego Cruz, que hizo una nueva puesta en valor del flamenco y animó a los presentes que llenaron de nuevo el Museo de la Guitarra ‘Antonio de Torres’ a participar “en la extensa y variada programación del festival”, Segundo Falcón, acompañado a la guitarra de Paco Jarana, trasladó sus opiniones en torno a los orígenes del flamenco y a la evolución de cada uno de los palos.

“Las cadencias andaluzas están ya presentes en la tesis presentada por Ribera de Tárrago en 1275. Más allá de eso, creo que el origen del flamenco se encuentra en los campos de Málaga, pero no creo en el cante desde el territorio, sino en el trabajo de los maestros creadores, que son los que van haciendo su forma de expresar y a partir de cuatro conceptos armónicos, se construye desde esa base”.

Como ejemplo, cantó de manera didáctica una tanda de livianas, serranas, polo, caña, policaña y bulería por soleá, dejando claro que todas partes de un mismo origen y siendo cada autor el que va modificando tempos, de seis por ocho a tres por cuatro. Otro tanto realizó con la soleá de la que afirmó que “no existe la soleá de Alcalá o de Triana, existen las soleás de Agustín Talega, de Joaquín el de la Paula, de la Serneta, de Chacón o del Enrique El Mellizo”, demostrando con el cante cada uno de las distintas entonaciones, modulaciones o remates según el intérprete, algo que volvería a repetir para cerrar con los fandangos, que también conectó a su vez con el taranto y el folclor.

En definitiva, una tarde para disfrutar por igual de la teoría y la práctica del bello arte del flamenco. 

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