Rodalquilar y el festival ‘bouquet’ Otoño y Sal enamoran al público

Música

La artesanía, gastronomía y el respeto al medio ambiente maridan a la perfección 

Mikel Erentxun ofreció su concierto en el Anfiteatro de Rodalquilar.
Mikel Erentxun ofreció su concierto en el Anfiteatro de Rodalquilar.

Rodalquilar recibió este fin de semana la más que esperada puesta de largo de la primera edición de Otoño y Sal. Un festival ‘bouquet’, es decir, de formato reducido y con encanto, organizado por el Ayuntamiento de Níjar con la garantía de calidad y buen hacer que atesora la productora almeriense Crash Music y que ha contado también con el apoyo de la Diputación Provincial, Junta de Andalucía, Estrella Levante y la Fundación Music For All.

Un estreno que venía también avalado por un flamante ‘entradas agotadas’ desde hacía varias semanas y que, además de la música de Ara Malikian, Depedro, María Peláe, Rodrigo Cuevas y The Skatalites el sábado y de Mikel Erentxun en la matinal de domingo, contaba con actividades relacionadas con el respeto al medioambiente, y también una importante difusión de la gastronomía y artesanía de la zona.

Desde la organización de Crash Music valoran de manera muy positiva la puesta en marcha de esta nueva propuesta cultural. “Desde que nos sentamos a trabajar en el proyecto teníamos claro qué queríamos que fuese Otoño y Sal y a partir de ahí ha sido muy sencillo dar forma a un cartel que es muy ambicioso y completo para ser su primera edición, en la que además se ha sabido responder con rapidez a los retos que nos ha ido marcando los imprevistos climatológicos de los dos días”.

Los jamaicanos The Skatalites, cuya cabecera lleva en activo sesenta años a través de sus progresivos cambios de formaciones, fueron los encargados de abrir la larga y rica sesión musical del sábado. Una banda trotamundos, puesto que en primavera giraban por Estados Unidos, en verano por Inglaterra y venían de tocar hace una semana en Alemania, que hizo las delicias con sus síncopas y vientos al ritmo de ska, reggae y rocksteady. Desde su Freedom Sounds inicial, pasando por Dance Away, Ska Train o las postreras James Bond, Latin Goes Ska o Guns of Navarone.

Con todo el acervo folclórico y con la alegría tamizada de modernismo que la caracteriza, María Peláe desbordó su fuerza habitual en una actuación tan salerosa como divertida. La verborrea de sus canciones provoca una capacidad hipnótica que el público agradeció correspondiendo al compás, desde las iniciales Letra menúa, Por si te vas o Deshielo, pasando por esos temas con hechuras de clásicos populares, pese a su juventud, como Mi tío Juan, Que vengan a por mí o No se pue’ ser buena, entre las que se marcó una imponente versión de Escándalo de Raphael y una tanda por bulerías con baile de sus cortistas. Para el final todavía quedaba la gran fiesta final con temas como Mi mujer, Remitente, La putukita, La Quería y La niña.

Los ritmos castizos, pero aquí con una mirada ampliada al otro lado del charco, llegó a continuación Depedro. Jairo Zavala es desde hace años sinónimo de sobriedad y elegancia, pero también con su importante dosis de hedonismo a través de unos tempos que se deslizan a veces por la cumbia, otras por los sones más caribeños, el reggae más sofisticado y, sencillamente, la belleza armónica de unas melodías pegadizas con letras cuidadas. Además, como es habitual, hizo su particular incursión entre los asistentes cantando con la banda entre el público. 

Ara Malikian y Rodrigo Cuevas, dos talentos desbordantes

El violinista de fama internacional Ara Malikian tuvo una actuación en forma ‘rock star’, como a él le gusta, lejos del clasicismo más ortodoxo. Rodeado de una banda al completo, Malikian hizo todo un alarde de entrega, técnica y pasión. Empezando con su Run para continuar a ritmo de rapsodia en Krikor Aklot pero también con un guiño posterior a Dvorak. Como sorpresas, un guiño a Paco de Lucía con su “Zyryab”. Puede que el folclore autóctono de Rodrigo Cuevas revestido de modernidad transgresora, demostrada en “Más Animal”, “Allá Arribita” o “Arboleda Bien Plantada”, adquiriera mayores tintes épicos con la lluvia que caia, pero por seguridad del público y de los artistas el concierto tuvo que acortarse, cerrando así la jornada y teniendo que cancelar la última actuación prevista con los sevillanos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. El concierto de Mikel Erentxun previsto en la Isleta del Moro se trasladó al Anfiteatro de Rodalquilar para garantizar su óptima ejecución y comodidad para el público.

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