La piel más temida

Escenario crítico

Dirección. Joel Calero. País. Perú. Año. 2023. Guión. Joel Calero. Duración. 121 minutos.

Sofía Álvarez Salas
Sofía Álvarez Salas

10 de octubre 2024 - 06:56

Es un placer poder comentar en esta columna una de las películas peruanas que más ha resonado en mi país de origen y que, sin duda, pronto lo hará a nivel internacional: La piel más temida. Este largometraje, dirigido por Joel Calero, es el segundo de una trilogía sobre la violencia interna que sufrió el Perú durante los años del terrorismo, siendo el primero el largometraje La Última tarde (2016). La piel más temida es un relato profundamente conectado con las heridas aún abiertas de esa oscura etapa de mi país.

La película, una coproducción entre Perú y Colombia, tuvo su estreno en el prestigioso Festival de Cine de Lima. La trama sigue a Alejandra, una mujer que vive en Suecia con su madre y que regresa al Perú para vender una propiedad familiar.

Durante su viaje descubre que su padre, a quien creía muerto desde su nacimiento, no solo está vivo, sino que está en prisión por crímenes cometidos como miembro de Sendero Luminoso.

Este filme intimista se alimenta del viaje interior de Alejandra, una extranjera en su propio país, alguien tan ajena que ni siquiera cuenta con una partida de nacimiento peruana.

Las circunstancias la enfrentan con su origen, obligándola a confrontar una realidad innegable: su herencia. En la búsqueda de nuestras raíces, podemos encontrar identidad, ya sea rechazando o abrazando lo que nos define. Alejandra experimenta ambas, pues su travesía la lleva a descubrir a su abuela y, finalmente, a establecer una relación que había sido rota por la distancia.

Dos mujeres completamente distintas -su abuela, una campesina de una zona rural aislada, y Alejandra, que vive en Europa- pero que, a través del dolor compartido, logran verse y entenderse.

Es imposible ignorar que los actos de su padre destruyeron cualquier vínculo que pudo haberse creado en su familia, afectando no solo a sus seres queridos, sino también a muchas otras personas. Sin embargo, este relato sobre la reconstrucción de esos lazos rotos resuena profundamente en el espectador.

La necesidad de conectarse, de entender y ser comprendido, es universal. El tacto con el que Calero maneja estos temas es admirable, cargado de humanidad.

Así como el agua puede desgastar una roca, la voluntad de dos personas de comprenderse, a pesar de las distancias y el dolor, siempre será un acto digno de admiración.

Tiktok: @snasfilm

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