La película ‘La fianza’ se muestra por primera vez al público en FICAL

La confianza, o más bien la pérdida de la misma, es el hilo conductor de La fianza, la ópera prima de Gonzalo Perdomo-Tafur, protagonizada por Juana Acosta, Israel Elejalde y Julián Román, que se presentaba en FICAL. El director, con los dos primeros actores, y el productor, Mateo Bettinger, se sentó delante de los periodistas para reflexionar sobre la trama y el rodaje de este thriller, salpimentado con humor negro, que narra la historia del secuestro de una mujer de poder adquisitivo en su propia casa como ‘fianza’ para que su marido sufrague la deuda con un narco colombiano. Pero en el fondo habla de relaciones humanas, del empoderamiento de la mujer y las dificultades para integrarse en otra cultura, sin perder la tensión narrativa.

Estuvieron acompañados por la diputada de Cultura, Cine e Identidad Almeriense, Almudena Morales, y el director del festival, Enrique Iznaola, que destacaron la calidad de los doce proyectos que se presentan a la sección ‘Ópera Prima’.

Gonzalo Perdomo-Tafur explica que “la confianza es la espada de Damocles, es la idea que ha permitido desarrollar el guión y jugar con el subtexto. El espectador tiene que adivinar quién realmente está mintiendo y permite proporcionarle tensión, y a la vez, humor negro. Ya no se sabe quién está mintiendo a quien y genera una trata muy atractiva a su alrededor”.

Si la confianza es la palabra básica para el guión, la presencia de Juana Acosta era fundamental para su rodaje. El director explica que “el punto de partida fue Juana Acosta. Cuando empezamos el guión desde el principio apareció la presencia de Juana como protagonista. Que aceptara el proyecto fue fundamental. Toda la prioridad de la película se da a los actores, es una película actoral”.

Juana Acosta continúa afirmando que “hace ocho años me vinieron diciendo que había hecho la película pensando en mí. Me entusiasmó el personaje y es verdad que el peso recae sobre mis hombros. Tuvimos tiempo para ensayar y tomar decisiones. Y tuve la suerte de contar con dos actores que admiro mucho. Cuando te rodeas de compañeros tan talentosos, para cualquier actriz es un regalo. Y el personaje, una mujer colombiana, somos muchos los latinos que hemos tenido que encontrar un lugar aquí, en España, y ha sido muy atractivo como actriz interpretar la evolución que tiene el personaje a la que se van cayendo capas hasta llegar a su naturaleza real”.

Al hilo de esta frase, el director reconoce que “me imaginaba el personaje de la protagonista como una mujer con candidez y Juana le dio la vuelta, le imprimió carácter, y luego vi las mismas frases con ese prisma, y el personaje creció”.

Israel Elejalde confiesa que, a pesar de interpretar un personaje muy deleznable para el público, “me pareció el papel muy divertido: cómo transmitir el dolor cuando uno se da cuenta de que es una mierda. Lleva 50 años construyendo una fachada y todo se le cae en una noche. Pienso que la presencia de mi personaje es el que lanza la comedia y el humor negro. Es un juego actoral entre los tres muy interesantes y los tres nos necesitamos para encajar esta interpretación coral”. El director lo corrobora, “el personaje de Isra ayuda a tener esa mezcla muy particular de cine negro y comedia, y ese tipo de tono no hubiera sido posible sin su interpretación”.

Mateo Bettinger, va en la misma línea, expresando que “nos convenció la calidad del guión, estaba muy bien escrita y saber que Juana Acosta estaba a bordo desde el minuto uno era una garantía. Tardamos dos años en preparar el proyecto, con tres magníficos actores, y cuatro semanas en el rodaje”.