La obra de José María Mezquita llena de luz el Museo del Realismo

Arte

La sala de exposiciones 1 del MUREC muestra hasta el 23 de febrero la muestra ‘José María Mezquita. Entre el silencio y el olvido’

Fernando Giménez, Juan Manuel Martín Robles y José María Mezquita recorriendo la exposición en el MUREC.
Fernando Giménez, Juan Manuel Martín Robles y José María Mezquita recorriendo la exposición en el MUREC.

La sala de exposiciones temporales 1 del Museo del Realismo Español Contemporáneo de Almería, MUREC, la del artesonado mudéjar, volvía a abrir sus puertas al público con la muestra José María Mezquita. Entre el silencio y el olvido. La obra de Mezquita llena de nuevo de luz uno de los espacios más genuinos del antiguo Hospital Provincial de Almería hasta el próximo 23 de febrero de 2025.

El vicepresidente y diputado de Presidencia, Reto Demográfico, Patrimonio Histórico y Turismo, Fernando Giménez; el director del MUREC, de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y comisario de la exposición, Juan Manuel Martín, y el autor de la muestra, José María Mezquita, dieron a conocer todos los detalles de esta nueva propuesta que se puede disfrutar todo el público que visite el MUREC.

José María Mezquita. Entre el silencio y el olvido se compone de 86 obras, un tercio de ellas inéditas, de este autor zamorano nacido en 1946 en la que, precisamente, toma como referente directo su ciudad natal, Zamora, sus paisajes y a sus paisanos.

Esta propuesta se debe de abordar desde la relación directa entre este pintor con una de las figuras capitales del realismo contemporáneo español, Antonio López.

Las obras han sido realizadas entre los años 1997 y 2020. El objetivo principal de la muestra es resaltar la plasmación de la realidad a través de una técnica depurada, meticulosa, detallista y sensorial por parte del pintor, muy alejado del hiperrealismo. Se busca, por encima de todo, hacer visible la emoción y la esencia humanas.

En este sentido, Fernando Giménez apuntó que “de la Valencia de Sorolla ahora viajamos a la provincia de Zamora con la obra de Mezquita y se recreación de paisajes naturales e industriales como fábricas o almacenes, espacios íntimos del hogar y otros muchos lugares que forman parte de su memoria. Los lienzos de José María Mezquita están llenos de fuerza y tras la aparentemente sencilla representación de espacios cotidianos nos abre la puerta a un universo cargado de misterio donde el silencio, como se reseña en el título de la exposición, juega un papel clave”.

Por su parte, el director del MUREC y comisario de esta muestra, Juan Manuel Martín, explicó que “para la mayoría José María puede ser un artista menos conocido pero que entra en ese canon que desde el Museo del Realismo nos planteamos desde el principio. Es una artista de gran carrera, de mucha profundidad, que había que reivindicar y que había que visualizar para el gran público”.

Del mismo modo, Martín precisó que la exposición se ha estructurado a través de cuatro espacios diferenciados que responden a la temática creativa del autor y que son los siguientes: la naturaleza, el espacio doméstico, el espacio comercial y el espacio industrial. “Son trabajos metódicos y objetivos dentro de un realismo en el que el oficio y la emoción van de la mano”.

Por último, el protagonista de la muestra, el artista José María Mezquita dio las gracias por el cariño que ha recibido en Almería con esta exposición y señaló que “no trato de hacer copias de la realidad, trato de comunicar las sensaciones y emociones que me produce la contemplación de esa realidad.

En esta línea, Mezquita pormenorizó que “cuando elijo un tema determinado, sea un interior o el mundo vegetal, siempre es algo que me produce una emoción, o porque tiene misterio o porque de alguna forma me ha causado una impresión que me motiva a dedicar el tiempo necesario para plasmar sobre el papel o el lienzo ese mundo”. Una obra muy interesante que estará abierta hasta finales de febrero y que se recomiendo visitar y disfrutarla en el MUREC.

Un artista que tuvo como maestro a Antonio López

Nacido en Zamora en 1946, Mezquita estudió en los Escolapios de Toro y su último curso de Bachiller en el Instituto Claudio Moyano, antes de aterrizar en Madrid para empezar la Ingeniería Aeronáutica, la cual abandonó por la pintura. Su maestro fue Antonio López con quien el artista entabló una relación de admiración y respeto mutuo. Sus trabajos, de corte principalmente figurativo, se inspiran tanto en los paisajes urbanos de su ciudad natal como en los naturales de sus alrededores. Se trata de una producción que, centrándose en la plasmación de la realidad a través de una técnica extraordinariamente depurada, sensorial, meticulosa y detallista, se aleja del hiperrealismo Utilizando principalmente la acuarela y la tinta para crear sobre el papel un caos jerarquizado, la línea es el elemento predominante y el color, la herramienta con la que capta la luz. Si en sus pinturas de paisajes naturales se aprecia la identidad de este artista, en sus interiores urbanos muestra su maestría con absoluta plenitud. Son obras que surgen del entorno más inmediato y cotidiano de Mezquita para transmitir un cúmulo de sensaciones.

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