La música de la corte imperial china, en un convento de Vélez-Blanco
Música
Todos los Tonos y Ayres e Iliber Ensemble enamoraron al público con "El clave del Emperador: Tras el legado de Diego de Pantoja", un concierto que supone un viaje a oriente
El programa es un homenaje al jesuita Diego Jesús de Pantoja
Las imágenes del Castillo de Vélez Blanco como nunca lo has visto
El jesuita Diego de Pantoja embarcó en 1596 en Lisboa con rumbo a China. Aquel viaje, planificado quizá con el objetivo de evangelizar, trascendió sus objetivos iniciales y fue mucho más allá de lo esperado. La estancia de Diego de Pantoja en China, que se prolongó hasta su muerte en 1618, supuso la entrada de la música barroca española en la corte china y, a partir de ahí, la interacción e hibridación entre ese barroco europeo y la música de la corte imperial china. Aquel viaje y, sobre todo, ese encuentro musical y cultural entre occidente y oriente es el que se vivió en la iglesia de San Luis de Vélez Blanco en la noche del domingo gracias a El clave del Emperador: Tras el legado de Diego de Pantoja, un maravilloso y emotivo programa presentado por Todos los Ayres y Tonos e Íliber Ensemble en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco (FestiMUVB).
El público asistente en la iglesia de San Luis comenzó su viaje en Valdemoro, ciudad natal de Diego de Pantoja, con un motete de Rodrigo de Ceballos y varias piezas entre las que destacó un villancico anónimo del XVIII. Esa primera parte es solo el comienzo de una ruta que va abriéndose camino hasta instalarse en la música de la corte imperial china que ya no abandona el escenario hasta el final del concierto. En ese tránsito, de España a China, el órgano, el clave, el violín, o la guitarra barroca tocan en hermandad con instrumentos chinos como el guzheng, morin juur, el sheng o el dizi. Unos y otros componen momentos musicales que a veces se perciben como más orientales, más occidentales o, sin duda, híbridos pero que, en todo caso, resultan de una belleza monumental.
Diego de Pantoja (1571-1618), primer europeo que, junto con el italiano Matteo Ricci (1552-1610), entró al servicio de la corte imperial en la Ciudad Prohibida a principios del siglo XVII. Entre los varios obsequios ofrecidos al emperador Wanli, un clavicordio fue el que más impresionó en la corte imperial. Intrigado por su funcionamiento, el emperador ordenó a cuatro de sus músicos aprender a tocarlo. Así, como profesor del primer instrumento de tecla, de Pantoja consigue entrar en la Ciudad Prohibida y, en definitiva, entrar en el círculo del emperador. Durante los diecisiete años que el jesuita vivió en la capital china, escribió en lengua nativa varios libros de diversa índole, desde la astronomía a la geografía, pasando por la filosofía. A su muerte en 1618, su labor no murió con él, sino que sus esfuerzos favorecieron la posterior presencia de misioneros de toda Europa en la corte hasta finales del siglo XVIII.
El clave del Emperador es un viaje musical que arrancó en 2018 de la mano de dos formaciones con origen en Granada, Todos los Tonos y Ayres e Íliber Ensemble. El primero está formado por Rubén García Benito, responsable del proyecto artístico y de la investigación que ha conducido al proyecto, y Abigail R. Horro, intérprete de música clásica y antigua europea y, también, de numerosos instrumentos musicales chinos. Íliber Ensemble, por su parte, está dirigido por Darío Tamayo, que es a la vez responsable junto con García Benito y Horro, de la selección musical y de las transcripciones, Mar Blasco (violín barroco), Javier Utrabo (violone), Luis Vives (percusión) y Aníbal Soriano (guitarra barroca, laúd y flauta de pico).
Todos los Tonos y Ayres es la primera agrupación española de música antigua con especializada en la investigación de las músicas antiguas de Asia Oriental y China en concreto. Tras formarse en China, García Benito y Horro fundaron este proyecto que da a conocer esas relaciones históricas y musicales entre Europa y Asia, así como la presencia de músicas ibéricas más allá de sus propias fronteras.
Íliber Ensemble es una formación de cámara dedicada al estudio y la interpretación de música antigua con criterios historicistas e instrumentos antiguos con más de una década de vida. Dirigida desde su creación por el clavecinista Darío Tamayo, su actividad artística e investigadora se centra en la recuperación y difusión de aquellos repertorios que, a pesar de su gran calidad e interés, permanecen olvidados, con especial atención al patrimonio musical barroco español.
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