El Museo Doña Pakyta cierra el año con un belén artesanal mexicano

Un año más, y como viene siendo habitual desde 2019, el Museo de Arte doña Pakyta expone, hasta el próximo 12 de enero de 2025, un Belén artesanal. Este año desde el museo se ha seleccionado una interesante pieza de origen mexicano, procedente de la colección A. Jorquera de Mazarrón (Murcia), una colección con más de 300 nacimientos de todo el mundo, donde la artesanía murciana e hispanoamericana tienen un papel importante.

El Belén expuesto en el Hall del Museo de Arte Doña Pakyta como Obra invitada está conformado por un total de 11 piezas realizadas por artesanos de la ciudad de Tonalá, en el Estado de Jalisco (México). Once piezas en barro cocido y policromadas con ricos colores, siendo un ejemplo claro de la manifestación alegre y llena de color que supone el Belén en los países hispanoamericanos.

México es uno de los países, junto Argentina y, especialmente, Perú, que más tradición belenística tiene en Hispanoamérica. Artesanos e imagineros de distintas ciudades y regiones elaboran una gran variedad de belenes, de distintas tipologías, con diferentes materiales y diversos motivos decorativos, impregnando en ellos la cultura de cada región.

En el Belén que se expone en el Museo de Arte Doña Pakyta, los elementos decorativos de gusto popular inundan las vestimentas de todos los personajes, destacando las escenas de la parte delantera de las túnicas de cada una de las figuras, todas ellas pintadas a mano, que representan plantas autóctonas, como chumberas o agaves, y animales endémicos como cenzontles, liebres de Tehuantepec o Tlacuaches mexicanos, entre otros.

La Virgen y los tres Magos de Oriente portan ricos mantos decorados con motivos florales, mientras que San José viste a la usanza del Hombre de Campo, con sombrero, zurrón de cuero y un zarape o jarongo, un mantón doblado usado para cubrirse de la lluvia y el frío. Las dos pastoras que ofrecen sus ovejas y otros presentes al Niño Jesús visten con la indumentaria tradicional femenina, conformada por una blusa, una falda conocida como chincuete y un mandil.

Las figuras que conforman el Misterio del Nacimiento -La Virgen María, San José, el Niño Jesús y el Ángel- aparecen coronados por una serie de rayos que emanan de sus cabezas a modo de resplandor, indicando la naturaleza divina o el carácter de santidad de dichos personajes.