Mirando a popa
'Culos. Una historia trasera' | Críticas
Acertado y documentadísimo, he aquí un ensayo acerca del culo en clave cultural más allá de su connotación sexual
Preguntas sin respuesta
La ficha
Culos. Una historia trasera. Heather Radke. Almuzara. 318 páginas. 19,50 euros
El de Heather Radke es un entretenido libro de historia cultural sobre los culos. Y claro, ¿en qué debemos fijarnos aquí? Lógicamente en los culos que en todo ámbito han conformado la cultura del cuerpo desde la parte de atrás (de ahí el subtítulo Una historia trasera). No es lo mismo el canon de belleza que vemos en los glúteos con hoyuelos de Rubens que el culo curvy de la Beyoncé. Ni que decir tiene que este estudio del culo trasciende la mirada del macho alfa sobre esa parte del cuerpo femenino tantas veces unida a la estética del deseo. Hay aquí culos en igualdad de género.
Científicos del XIX estudiaron los rasgos raciales de la humanidad y pronto sentirán una extraña atracción por los traseros de la raza negra. Era un cientifismo abiertamente racista, ya que incluso entre blancos se establecían divisiones, como por ejemplo los rasgos corporales –incluidos los culos– entre ingleses e irlandeses, lo que probaba una suerte de inglesidad superior a la pobretona irlandesidad (de ahí La historia de los anglosajones de Sharon Turner y los Rasgos ingleses de Ralph Waldo Emerson).
El Estudio de nalgas de Felix Vallotton, La Venus en el espejo de Velázquez, lo homoerótico de The Swimming Hole de Thomas Eakins, el Ignudo de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina o los traseros de El rapto de las sabinas de Jacques-Louis David forman parte, entre otros muchos, de los culos más celebres de la historia del arte. Pero lo heteróclito del libro nos enseña también lo que el culo tuvo y tiene de cultura popular. En 1992 el vídeo musical del rapero Sir Mix-A-Lot mostraba en Baby Got Back un buen muestrario de culos superlativos. El prêt-à-porter y la cultura de las pasarelas crearán otro canon. De ahí se abrirá paso la nalga canija e inapreciable, frente a la curva rotunda que hallará su apoteosis (la citada Beyoncé, Jennifer López o la neumática Kim Kardashian). Un buen vaquero ajustado y perfecto marcará también los traseros de deseables modelos, actores y cantantes (el de Bon Jovi es un culo icónico).
El aerobic de los ochenta del pasado siglo y el fitness de hoy no han dejado de taracear traseros a fin de evitar toda fofez o de atenuar los efectos del llamado culo-carpeta. El libro, pues, es todo un gabinete de curiosidades. De ahí esas muestras de resistencia culera entre caballos y hombres que se celebran en las montañas de Arizona.
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