Un mar de miedos: la piratería, las tormentas y las enfermedades que acosaban a España

Historia

El historiador argentino Darío Bariera fue el encargado de la cuarta conferencia del ciclo del Festival de Música de Vélez Blanco

Habló sobre el redescubrimiento del estrecho de Magallanes y la problemática para los navegantes

Intérpretes, mecenas, transmisoras y alguna compositora: la mujer en la música del siglo XVI

El historiador Darío Bareira, este jueves en Vélez-Blanco. / Javier Alonso

Desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina llegó este jueves a Vélez-Blanco el historiador Darío Bariera. Fue el protagonista de la cuarta conferencia del ciclo de historia que pone el contexto a la música en el Festival de Música Renacentista y Barroca. 

El investigador americano tituló su charla “La suma de todos los miedos: piraterías, tormentas y otras incertidumbres”. Fue una conferencia entretenida, que repasó los diferentes problemas que se encontraban los marineros españoles desde comienzos del siglo XVII hasta inicios del XIX.

En un contexto más general, habló del redescubrimiento en 1740 del paso sur que comunica los dos océanos, el Estrecho de Magallanes, que es el momento en el que los historiadores sitúan la primera globalización. Pero en este caso de la otra cara, la menos tratada habitualmente: “los temores, los monstruos que se fabricaron los marinos, y los esfuerzos que hicieron para vencerlos, para vencer todas estas dificultades”, explica.

Bariera habló de esfuerzos técnicos, esfuerzos en comprender cómo funcionaba la naturaleza, esfuerzos científicos, pero también esfuerzos físicos, “en el sentido de que había que realizar empresas que requerían mucha inversión económica, y humana,”. Todo ello en el marco de la disputa entre tres grandes imperios, España, Inglaterra y Francia, por el dominio de los literales oceánicos.

Uno de los miedos o problemas de los navegantes era la piratería, haciendo hincapié en este caso en la berberisca, en las costas africanas, pero también los piratas de las costas americanas del Atlántico y del “lago español, que así se llamaba el Océano Pacífico”, detalla. Además del pillaje, esta piratería tenía propósitos políticos:“querían desestabilizar el dominio español en sus provincias americanas”.

Combatir la piratería supuso un gran esfuerzo económico que se sufragaba por una parte con préstamos, pero por otra parte con unos mecanismos llamados los situados, que eran las remesas económicas que cada año se enviaban a los presidios, que eran adelantadas por comerciantes locales. Como recuerdo de esa lucha quedan cientos de torres repartidas por todo el litoral, desde Cabo de Gata en Almería hasta Callao o Lima.

Pero el mayor daño, al menos en coste de vidas, no lo hicieron los piratas, sino el escorbuto. “Fue uno de los escollos más difíciles de vencer para los marinos de todo el mundo, hasta que en el último tercio del siglo XVIII se resolvió que esta enfermedad se producía por falta de vitamina C.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último