Manolo Contreras recibe la insignia y cerámica de la Peña El Ciego de la playa en su domicilio

Flamenco

La directiva de la peña se trasladó a la casa de Manolo Contreras que está delicado de salud

Manolo Contreras en su casa con Norberto Torres.
Manolo Contreras en su casa con Norberto Torres.
Redacción

28 de junio 2024 - 22:07

Más allá de sus valores musicales, artísticos y escénicos, el flamenco tiene otra dimensión no menos destacable, la de su sociabilidad. Expresión artística codificada, dispone también de una extraordinaria capacidad para reunir a la afición en lo que el etnomusicólogo norteamericano Joshua Brown llama “comunidades de sentimiento. Memoria, intimidad y presencia sonora en el flamenco”. Las peñas flamencas y su valor patrimonial de experiencias vividas y sentidas en un “aquí y ahora” irrepetible, constituyen sin lugar a dudas una de estas comunidades.

Se pudo comprobar con intensidad con la entrega en su domicilio de la insignia de la peña y cerámica al socio Manolo Contreras, delicado de salud en estos momentos, por lo que no pudo estar en la peña el pasado 11 de mayo, en el acto de homenaje El flamenco y la escuela, en la que la asociación homenajeaba a tres socios docentes, y su labor en pro de la divulgación del flamenco entre su alumnado.

Un acto sencillo e íntimo, una reunión flamenca entre amigos y amigas de Manolo, para hacer acto de memoria, y recordar los buenos ratitos “agustitos” compartidos en su otra casa, el rincón flamenco de su casa-cueva en Guadix, para degustar habas, tocinos, tapicas, buen vino y cantecicos, en mayo con el pretexto de las fiestas patronales dedicadas a Torcuato, el santo patrón de Guadix.

Entre el 11 de mayo, acto “oficial” celebrado en la sede de la peña, y el celebrado en la casa almeriense de Manolo Contreras, otra reunión de la comunidad el 18 de mayo, en sede “oficiosa” de la bodega-cueva del cortijo “El Marchalejo”, de otro de los homenajeados, Antonio Sedeño Ferre. Y siempre un arroz y tapas para compartir.

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