Luis Miguel emociona a unas 9.000 personas en su concierto en Roquetas de Mar

Música

El artista mexicano ofreció un gran espectáculo arropado por una excelente orquesta, un gran coro y unos mariachis fantásticos

Luis Miguel durante su concierto en el Estadio Antonio Peroles de Roquetas de Mar.
Luis Miguel durante su concierto en el Estadio Antonio Peroles de Roquetas de Mar. / Javier Alonso
Diego Martínez

14 de julio 2024 - 17:52

Luis Miguel cautivó a sus fans en el concierto ofrecido el sábado en el Estadio Antonio Peroles de Roquetas de Mar. Una gran expectación rodeaba este concierto del artista mexicano que estuvo en el escenario 95 minutos y ofreció un amplio repertorio con sus temas más conocidos. Unas 9.000 personas asistieron al concierto.

Desde el principio hasta el final el cantante hizo un gran despliegue de movimientos de cadera, ofreció su gran voz, mostró que va acompañado de unos músicos excelentes y un coro majestuoso. Un dron mostró además distintos planos del artista, del escenario y del público que son dignos de destacar.

Público de todas loas edades para disfrutar del ‘Sol de México’.
Público de todas loas edades para disfrutar del ‘Sol de México’.

El Sol de México salió al escenario con un despliegue de luz y color a las 22:13 horas, ya que hubo que esperar un poco a que pudiera entrar todo el público al Estadio. La play list era la esperada, con cuarenta temas entre los que se pudo escuchar Será que no me amas, Amor, amor, amot, Dame, Somos novios, La fiesta del mariachi o La incondicional.

El concierto arrancó con Será que no me amas entre el griterío de sus incondicionales y fans que desde el primer momento bailaban sus canciones. El artista con sus rápidos movimientos en el escenario y el golpe de cadera que lo hace inconfundible volvía locas a sus fans.

El alcalde, Gabriel Amat con su esposa, María en el concierto.
El alcalde, Gabriel Amat con su esposa, María en el concierto.

Sin apenas tiempo entre tema y tema, la Orquesta no paraba de sonar. Llegaría luego Amor, amor, amor, y continuó Luis Miguel siempre con su eterna sonrisa con temas como Suave, Culpable o no, Te necesito, Hasta que me olvides y Dame.

Luis Miguel se acompaña de una orquesta compuesta por cuarenta y dos músicos, tres coristas más el grupo de mariachis que tuvo una actuación memorable en una parte del concierto. El concierto proseguía entre la alegría y el jolgorio del público que disfrutaba con las canciones del astro mexicano.

Luego llegarían temas tan conocidos como Por debajo de la mesa que el público coreaba con el artista a la que seguía No sé tú, Como yo te amé, Solamente una vez, Somos novios, Todo o nada y Nosotros. Los fans de toda la vida de Luis Miguel disfrutaban mucho con estos temas de amor.

Hay que reconocer la gran puesta en escena de Luis Miguel que durante todo el concierto no para ni un segundo. Primero apareció con traje negro, camisa blanca y corbata y a mitad del concierto cambió el estilismo por camisa y pantalón negro.

El concierto entraba en su ecuador, y Luis Miguel continuaba sin descanso su labor de ofrecer lo mejor de su repertorio. Uno de los grandes momentos de la noche fue el homenaje que le hace a Michael Jackson en Smile (Sonrisa) y Frank Sinatra con Come Fly With Me, que a través de la gran pantalla se hicieron presentes por unos minutos.

El concierto seguía en su línea y sonaron Un hombre busca a una mujer, Cuestión de piel y Oro de ley. Luego enganchó tres grandes temas como Fría como el viento, Tengo todo excepto a ti y Entrégate.

Llegaba la hora del mariachi, Luis Miguel aprovechó para cambiarse de vestuario y sonaron El son de la Negra, La fiesta del mariachi y por supuesto no podía faltar La bikina que con el mariachi sonó como nunca.

En el final del concierto, Luis Miguel hizo temas como No me puedes dejar así, Palabra de honor, La incondicional y acabó con canciones para el recuerdo como Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul, Isabel y Cuando calienta el sol.

Un concierto donde Luis Miguel dio lo mejor de sí, ante un público que mostró su fidelidad desde el primer minuto. Al final, todo era felicidad.

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