Las fotografías de western de Miguel Ángel Montesinos llegan al MiniHollywood

Miguel Ángel Montesinos ofrece en la sala de exposiciones del poblado del MiniHollywood, una selección de fotografías que muestra el legendario mundo del western, representado en los poblados almerienses y que fueron levantados ex profeso para la industria cinematográfica a mediados de los años 60 del pasado siglo.

Esta colección fue realizada en 1994, 30 años que han hecho que este documento fotográfico tenga un valor incalculable.

Muestran estas fotografías, una arquitectura efímera que denota la factura del tiempo convirtiendo estos escenarios en lugares espectrales, silenciosos y fantasmales. Son trazos visuales, donde el espectador se forma un conjunto imaginario de esos decorados desvencijados y corroidos por el sol pero que hoy, y desde hace años, cobraron vida y color. Las imágenes, magistralmente resueltas por Miguel Ángel -planos contrastados de luces y sombras, direcciones compositivas en diagonales cruzadas, ángulos contrapicados, explicitud en las texturas, etc.. - y todo ello salpicado con atractivos detalles recogidos de la “city” de ficción, rescata admirablemente del olvido el telón de fondo que sirvió para mostrar este género tan particular.

Así, se pueden contemplar la trastienda de las fachadas con su entresijo de travesaños desvencijados y crujientes, destartaladas casetas quemadas y sogas deshilachadas al sol, de aquellas que servían para colgar a los forajidos o para improvisar unas parihuelas en las que yacía moribundo un incauto pistolero, o las puertas del saloon dejando una rendija, mientras se masca la tragedia del duelo o llovían las sillas y las botellas de whisky en una tumultuosa jugada de cartas.

Años después, el desierto ha dejado todo en su sitio y al final, la tierra, siempre luminosa para la imaginación, otros sueños y quimeras.

¡Focos y acción! Ni el impertérrito Sergio Leone, ni la inteligencia fria de Clint Eastwood, ni el malvado Lee Van Cleef volverán a estos poblados, pero ahora, miles de espectadores, deambulan y transitan por sus calles polvorientas esperando la hora del show de los especialistas, todo ello rodeado de un colorido vivo donde poder contemplar el atrezzo y realizar fotos a golpe y disparo de movil y recordar al director italiano gritarle a Clint: ¡”Vamos Clint, dispara…dispara”!