FICAL disfruta de la historia de espías de la película ‘Raqa’

Raqa, 2014. En las peligrosas calles la capital del Estado Islámico, el espía internacional, Haibala (alias ‘El Saharaui’, interpretado por Álvaro Morte), intenta dar caza a ‘El Jordano’, uno de los jefes del ISIS más buscados del momento. No es el único infiltrado en Siria. Malika (Mina El Hammani), una enfermera de Ceuta al servicio de la Europol, ha llegado a Raqa con el mismo propósito. Este el punto de partida de ‘Raqa’, la película que llegará a los cines de toda España y en numerosos países europeos el próximo 22 de noviembre y que FICAL ha traído al público del festival en una sesión exclusiva en el Teatro Apolo.

Su director y productor, Gerardo Herrero, la productora Mariela Besuievsky y la actriz y protagonista Mina El Hammani, compartieron algunas de las claves del proyecto y el rodaje de la película en el Patio de Luces de la Diputación Provincial, acompañados por la diputada de Cultura, Cine e Identidad Almeriense, Almudena Morales, y del director de FICAL, Enrique Iznaola.

En palabras de Gerardo Herrero, que siempre ha abogado por rodar y producir películas de géneros poco habituales en el cine español, detalla que lo vio claro, “cuando me leí la novela de Tomás Bárbulo, ‘Vírgenes y verdugos’, que es en la que se basa el guion. Eso sí, tuve claro y lo hablé con él, que quería cambiarle el título a la película”. Herrero explica que “el padre de Tomás era militar y eso le ha hecho vivir muchos años el Sáhara, es periodista y conoce mucho la realidad de toda la zona y especialmente el del ISIS y el Estado Islámico”.

El conflicto de la historia, ya de por sí intensa y potente, viene de que los dos espías buscan un mismo objetivo. En un escenario marcado por las ejecuciones sumarias, la esclavitud de las mujeres y los bombardeos, Haibala y Malika intentarán cada uno por su lado cumplir con su misión: localizar y entregar al cabecilla de la organización fundamentalista y precipitar la caída del ISIS.

Mina El Hammani compartía que “ha sido un proyecto apasionante, un verdadero reto, porque hemos trabajado con dos equipos de distintas lenguas, pero he sido muy libre y feliz, porque cuando te sientes tan arropada y ves que el trabajo en equipo funciona como ha sido este caso, tu interpretación se eleva y te lanzas al vacío sin miedo y con confianza. En lo personal me han hecho sentir con la felicidad de una niña, trabajando en mis dos países favoritos y conectando un poco con mis orígenes. Ha sido un privilegio”.

Mariela Besuievsky detallaba que el rodaje se ha realizado “entre Navarra y Marruecos, porque ya habíamos grabado allí dos películas antes y también hemos recibido apoyo para ello”. La productora, que lleva trabajando codo con codo con Gerardo Herrero, coincide con las palabras de su compañero, “las grandes historias del cine, del teatro o de la literatura nacen del conflicto y desde esta posición ayuda mirar las cosas de ángulos diferentes, no solo por el hecho de masculino o femenino, sino por el propio criterio distinto”.

Además de las interpretaciones y lo sólido de la historia, los presentes coincidían en valorar de manera sobresaliente el trabajo realizado desde la dirección artística (Saad Mobsitte), que ya se ha llevado algún elogio explícito en las primeras críticas de la película. Una historia que “hemos tomado con mucho compromiso por los temas que trata. Queremos que la gente vaya a verla al cine y la disfrute o sufra con ella, pero que no se quede solo en eso, que busquen información y que se hable de ello para poder seguir avanzando”, dijo Mina El Hammani. Una trepidante historia de acción que ya ha sido nominada a Giraldillo de Oro a mejor película en el Festival de Sevilla como comienzo de un camino que se prevé exitoso.