Fallece Silvestre Manuel González, el doble de Jack Nicholson, en Roquetas
Cine
El funeral, por este hombre muy vinculado a la hostelería y también a la interpretación, será hoy en Felix, el pueblo que lo vio nacer hace 70 años
Silvestre Manuel González, vinculado durante toda su vida a la hostelería y a la interpretación, falleció el pasado lunes en Roquetas de Mar. Manuel, conocido por ser el doble de Jack Nicholson había nacido el 9 de julio de 1954 en Felix. Siendo muy joven trabajó en el único hotel que albergaba entonces a los actores y actrices que venían a la provincia a rodar. Luego vivió la época de esplendor de las Olimpiadas en Barcelona y posteriormente regresó a su tierra.
Manuel provenía de una familia humilde, donde su madre era la ‘comadrona’ del pueblo, asistía a los partos con su botiquín. En Madrid había hecho estudios de enfermería. El padre de Manuel era un gran trabajador en el pueblo, aparte de ser un galán. Uno de sus abuelos había estado ya trabajando en Filadelfia, y había regresado a sus raíces con algo de dinero.
Manuel siempre fue un chaval muy inquieto que se refugiaba en su casa, una de las más viejas del pueblo. “Yo era un niño y escuchaba la radio mucho. Mi hermana me enseñaba a bailar”. Y luego se colaban en el cine sin pagar, y Manuel se mostraba fascinado por los actores. “En una habitación de mi casa, yo me ponía a interpretar y las vecinas le preguntaban a mi madre, qué hace tu hijo dando voces, y ella les decía, es que a mi hijo le gusta esto del teatro”.
Manuel siempre fue un gran observador y no perdía detalles de nada. Había dos escuelas, la escuela de los menores y la de los mayores. “Mi primer maestro era a la vez el practicante del pueblo. Nos ponía dictados y se iba a poner inyecciones. Nos decía cuando vaya a poner inyecciones os peleáis pero no os hagáis sangre”.
En la adolescencia, Manuel entra en la hostelería y vive un periodo glorioso del cine. Su primer trabajo fue de botones en el Hotel Meliá Aguadulce, lo que hoy se conoce como Playadulce. Entró de botones y fue cuando tuvo la suerte de conocer a Brigitte Bardot, Ursula Andress, Yul Brynner o Alain Delon. Manuel era muy avispado y se ganaba la simpatía de todos. “Esos años fueron inolvidables para mí. Entré en 1969 y viví la época dorada de los rodajes de películas”, comentaba hace más de dos años en una entrevista con Diario de Almería.
Durante seis años estuvo en el servicio de Room service en el hotel donde se hizo amigo de Ursula Andress. “Fue algo impactante. Yo le llevaba todas las mañanas el desayuno a la habitación. Me llamaba Manolete. Y yo llegaba con mi chaqueta y mi pajarita y me decía: Bonjour Manolete. Viens ici. Donne moi un petit bisou (Buenos días Manolete, venga aquí y deme un pequeño beso”. Se ponía colorao como un tomate. Curioso, de Charles Bronson dice que era un hombre muy particular.
Y de Brigitte Bardot también tenía grandes momentos. Recordaba que vino al menos en tres ocasiones al hotel. “Era bellísima, eso si también algo extravagante. Apareció con un Rolls Royce blanco y un chófer de color. En el hotel tenía alquilada una planta entera y había una habitación solamente para sus perros. Tenía varios y había una persona que se encargaba de cuidarlos”.
Su carrera en la hostelería va cada vez a más y decide marcharse a Tarragona donde abren un nuevo hotel y lo fichan y luego llegaría a Barcelona. En el año 1984 llega a Barcelona donde alterna su trabajo en la hostelería con la interpretación. Hacía casting y muchos talleres de teatro, era un enamorado de la obra de Shakespeare. En Barcelona le fue muy bien y tiene gratos recuerdos. “Hice mucha publicidad y además me escogieron como figuración especial en la obra Medea dirigida por Nuria Espert en las Olimpiadas”.
Una agencia regentada entonces por Marta Flores lo descubre como el doble de Jack Nicholson. “Me sacaron en un periódico nacional y poco a poco me llamaron muchas empresas y agencias para hacer distintos trabajos bajo esa premisa que era muy parecido físicamente al actor que además me encantaba. “Lo llegué a conocer en las Olimpiadas, ya que vino con Michael Douglas. Una noche tuve la suerte de hablar con él, y se quedó perplejo puesto que había un gran parecido entre los dos”.
Aparte de gran lector, Manuel era un apasionado de la escritura. A lo largo de los años fue guardando en escritos sus vivencias que fueron muchas. Hace más de 20 años decidió volver a su tierra y montar un restaurante que se llama Plató en Roquetas de Mar.
Hasta su inesperado fallecimiento era una persona muy activa regentando su restaurante, además lo llamaban para participar en casting porque en la sangre llevaba la interpretación. De hecho participó en el último casting presencial que se hizo en Almería hace unos meses donde buscaban la figuración para la serie Lucky Luke. El casting fue el Hotel Elba.
Cuando tenía tiempo subía a su vieja casa en Felix que tiene más de dos siglos y allí observaba sus viejos enseres a modo de museo. “Tengo una radio antigua y conservo perfectamente la vieja cantarera y cosas antiguas. Le saco sabor a aquella casa, cada vez que voy y me recuerda mi niñez y mi juventud”, confesaba.
Felix el pueblo que alberga aquella maravillosa casa despedirá hoy miércoles a Silvestre Manuel González, un ser bondadoso, divertido, ingenioso y con una memoria prodigiosa. El funeral se llevará a cabo hoy en el municipio de Felix.
La Escuela Municipal de Teatro de Roquetas de Mar mostraba su tristeza por la muerte de Silvestre Manuel González. “Se nos fue, hoy es un día triste para la Escuela Municipal de Teatro, nuestro compañero y amigo Manuel nos ha dejado con un gran sentimiento de tristeza, estamos seguros que allá en el cielo ya está preparando un grupo de teatro y que siempre nos acompañará en nuestras representaciones, DEP”. Silvestre Manuel González deja una gran huella entre los que tuvieron la suerte de conocerlo y tratarlo. Era una persona muy conocida y muy querida en Roquetas de Mar.
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