"En la exposición muestro algunas de las caras de un poliédrico trabajo"

Paco de la torre. pintor

El artista almeriense muestra en Arte 21 un trabajo donde homenajea al 'Hoango', local de los años 60

Paco de la Torre en la sala donde muestra sus últimos trabajos. / Rafael González
Carmen Rubio

05 de mayo 2018 - 02:32

Paco de la Torre viene construyendo a lo largo de su trayectoria una particular autobiografía arquitectónica en la que se enfrenta a sus recuerdos mediante la elaboración de imágenes mentales en el medio pictórico. El desierto, la playa o la arquitectura mediterránea aportan una rica fuente iconografía, protagonista de sus metáforas más significativas. Su exposición Hoango (Episodio piloto) en Arte 21 se puede ver hasta finales de la próxima semana.

- ¿Qué es este episodio piloto del proyecto llamado Hoango?

Con el material que tengo se me ocurre el guión de un documental sobre el siglo XX almeriense"Aparte de la pintura presento también un manuscrito del libro en el que intento explicar que es Hoango"La primera vez que presenté el manuscrito lo hice con la frase 'Detrás de la cortina está el vacío' de Trías"

-Aquí pretendo presentar alguna de las caras de un poliédrico trabajo ya que no solo es pintura, aunque aquí lo que se presenta es fundamentalmente pintura. Pero presento también un manuscrito del libro en el que intento explicar que es Hoango, la motivación de porque nace Hoango, es un viaje a mi adolescencia, mediante unas visiones de 9 dibujos automáticos, en los que yo era aquella Sala de Fiestas.

-¿Cuándo surge la idea?

-Esto ocurre en el año 2010, y llevo desde entonces ocho años trabajando en ello. Es como un viaje iniciático que recorro con mi padre, de adolescencia y madurez, en un momento importante de nuestra relación. Mientras trabajábamos sobre Roblescabrera pude ver tu obsesión por Hoango, por descubrir, saber, toda la gente con la que hablaste, tu trabajo de investigación.

-¿Como recuerdas todo esto?

-Bueno, llegué a pensar que no recordaba algo real, no encontré ni fotografías ni noticias, ni nada, como si se hubiera borrado del imaginario colectivo. Me costó trabajo hasta encontrar fotos en prensa, solo logré una del día de su inauguración. Sabía que había existido por el trabajo que hicimos sobre Roblescabrera ya que él lo había decorado, pero era como una historia fantasma. Hablé con carpinteros que trabajaron en la obra, con camareros, con los músicos, como Luis Gázquez que trabajó allí 18 años y con la hija del dueño, Galindo. El manuscrito es así una obra más, porque toda esa información no cabía en la pintura y además por el carácter novelesco e incluso folletinesco del local.

-Has hablado de un viaje iniciático con tu padre…

-Si emocional, sobre la vida y la muerte, el nacimiento y la vejez. De hecho, hay un cuadro, el eje de la exposición, Pesadilla interior que es un sueño de mi padre en el que aparecen toda una serie de personajes que coincidieron en Almería en 1965 pero es imposible que estuvieran juntos en la Sala de Fiestas, que es un poco la revisión de la exposición, el punto de pivote de la Almería del siglo XX. Aquella fachada, que hoy podría ser la de un restaurante chino era la puerta de una Almería que existía, aunque nosotros creíamos estar en provincias pero que el mundo del cine había traído.

-¿Y la obra pictórica?

-Recuerdo los dibujos en una noche de estado febril, que son el origen de todos los cuadros y del proyecto. Hay dos obras de gran formato, Pesadilla interior que como he dicho es un retrato colectivo de lo que pudo ser la Almería de 1965, La Fachada del Hoango que es la puerta a lo desconocido, esa inquietante cortina. Y además en este primer episodio piloto hay toda una serie de escenarios como El Mesón Gitano, el Manolo Manzanilla, como centros nocturnos en contra de lo que representaba el Club de Mar, que también he representado, que se presentan junto al Delfín Verde o el Gran Hotel. El proyecto va sobre eso, las grandes joyas que dejamos pasar que se quedan en la memoria olvidada.

-Sabemos que era el Hoango pero…¿Qué significa Hoango?

-Inicialmente lo relacioné con el río amarillo, pero realmente es el título de una obra que solo se representó una vez en Turín por Carnaval, de un maestro de Verdi, la Viña, y como puede ser este el origen. De hecho, una de las líneas argumentales del manuscrito es saber de quién fue la idea.

-Nos estás hablando del manuscrito, del libro. Pero…No has dicho novela.

-No porque no lo es, es un documento autobiográfico de mi adolescencia, digamos que es otra entrega de mis memorias, Langle fue la primera y esta sería otra. Un juego que he realizado con mi padre, pero que ya no está en mí, me he vaciado, lo he sacado de dentro, lo que no había hecho la pintura, ella es más un amigo que te acompaña y Hoango ha sido algo que me ha hecho incluso perder el control. La primera vez que presenté el manuscrito lo hice con una frase "Detrás de la cortina está el vacío" de Eugenio Trías. Si yo hubiera atravesado la cortina yo saldría en el libro, pero no lo habría escrito.

-Hablas de episodio piloto, tienes mucho material de tus investigaciones, ¿Qué va a pasar con todo esto?

-Ahí está, no sé. No tengo prisa, hay otras series que saldrán del libro, quiero disfrutar esto, el reencuentro de mis paisanos con todo esto, pero este episodio es muy local y entendible solo en Almería prácticamente. Se me ocurre que globalmente puede ser el brote del guión de un documental sobre el siglo XX almeriense.

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