Disco boy

Disco Boy sigue la desgarradora historia de la migración desde distintos puntos de vista, es el debut directorial de Giacomo Abbruzzese y está protagonizada por Franz Rogowski quien interpreta a Aleksei, un chico de Bielorusia que decide migrar a París junto a su amigo, en el trayecto de esta migración ilegal, se enfrentan rápidamente con la realidad y la dificultad de poder llegar a su destino de manera segura. En paralelo a la cruenta realidad que vive Aleksei, se desarrolla otra historia, la de Jomo, un chico en Nigeria, quien se vuelve un militante terrorista para defender a su comunidad frente a la explotación de occidente sobre sus recursos.

Son dos caras de la misma moneda, o así los trata de proponer el autor, haciendo su simil en ambos resultados de los grandes ganadores y perdedores del mundo. El personaje de Aleksei, al igual que el del Jomo, quieren ir a las discotecas a bailar y disfrutar sus juventudes, pero se ven obligados a asumir roles violentos para subsistir, en el caso de Aleksei, forma parte de Légion étrangère (Legión extranjera), el ejército francés formado por personas extranjeras, algunas de ellas con antecedentes penales y generalmente en situaciones de mucha irregularidad que, por formar parte de la legión, se les concederá la nacionalidad francesa.

En esta oscura realidad vemos a un protagonista luchando con un inmenso duelo en silencio, un silencio que se va volviendo cada vez más justo hasta casi no dejarlo respirar, similar a Jomo que se ve atrapado en su rol de autoridad y debe cumplir con él, por más que le parezca solitario y que, objetivamente, nuble todas sus aspiraciones de una vida más tranquila.

Ambas caras de la misma moneda se ven enfrentados cuando el ejército de la legión debe ir a Nigeria a rescatar a unos turistas franceses. Misión que lidera Aleksei desde la legión extranjera y Jomo desde el grupo terrorista de Nigeria, en estas idas y venidas vemos como las cabezas en control de estas situaciones carecen de niveles de humanidad básicos, no solo se desprenden de su humanidad contratando a otras personas para hacer actos impensados, sino que esos mismos no tienen derecho a su voluntad propia o a poder minimizar los daños en aras de rescatar a los secuestrados.

Es un punto de vista muy auténtico y doloroso que nos termina haciendo resonar a una reflexión de personajes, cómo decía Quentin Tarantino en una entrevista por los años 90, el cine europeo sobresale sobre todo por su gran manera de hacer retrato de personajes, y Disco Boy permite que este retrato llegue a su esplendor.

El largometraje se hizo gracias a la residencia de la Cinefondation que realiza el Festival de Cannes anualmente, precisamente dirigidos a cineastas noveles listos para dar el paso hacia largometrajes y estrenó fue seleccionado para la competición para el Oso de Oro en Festival de cine de Berlín del año 2023.

Tiktok: @snasfilm