Cristina López Barrio: “Aprendo tanto de las críticas buenas como de las malas de los lectores”

La autora madrileña presenta esta noche a las 19 horas su obra La tierra bajo tus pies con la que obtuvo el pasado año el Premio Azorín de Novela. El acto literario enmarcado en el ciclo Diario de los Libros que organiza Diario de Almería tendrá lugar a las 19 horas en el salón de Actos del Centro de Cultura de Cajamar (Casa de las Mariposas). La escritora será presentada por Antonio Lao, director de Diario de Almería y por María del Mar Ruiz, vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universidad de Almería.

-Esta novela surge cuando estaba precisamente centrada en otra. Y de repente encontró algo que le hizo ponerse con La Tierra bajo tus pies.

-Yo estaba escribiendo un thriller que estaba ambientado en Lisboa y buscando vídeos sobre Luis Cernuda, poeta que me gusta mucho, pues aparece un vídeo del paso de Cernuda por las Misiones Pedagógicas. Había oído hablar de ellas hace tiempo y su relación con la Institución Libre de Enseñanza. Las imágenes me cautivaron de tal manera, que empecé a buscar información y tuve claro que era el tema de la novela que tenía que escribir.

-El tema le apasionó desde el primer momento.

-En las novelas cuando encuentras un tema que te arrebata y te apasiona ya solamente piensas en eso. En mi caso dejé la novela que estaba escribiendo y me puse con La Tierra bajo tus pies.

-La obra se sitúa en unos años que no son fáciles, a mediados de los años 30. ¿Qué fue primero la historia que quería contar o la protagonista llamada Cati?.

-Lo primero que tenía era lo de las Misiones Pedagógicas. Luego me puse a buscar una historia de ficción, y tenía que inventar unos personajes que pudieran vivir una historia dentro de las Misiones Pedagógicas. El personaje de Cati es de los primeros que surge, porque viendo la documentación de las Misiones, aparece una publicación de la Residencia de Estudiantes, sobre la vida de Victorina Durán, una mujer que junto a otras fueron abriendo camino a la mujer en el mundo de la política. Construyo el personaje de Cati inspirándome en Victorina Durán.

-¿Cati es el prototipo de la mujer de mediados de los años 30 del siglo pasado?

-El personaje de Cati me lo llevé a mi ficción. Es una niña en un principio que pertenece a una burguesía bastante acomodada, se podría decir que es una niña mimada. La sitúo con unos estudios, pero tiene un perfil bastante infantil. Lo que yo quería que representara Cati era a estas mujeres que tienen sus estudios y que comienzan a participar en la vida cultural y que se van rodeando de un ambiente donde estaban mujeres muy importantes.

-¿En algún momento se le pasó por la cabeza que la novela tuviera como protagonista a un hombre y no una mujer?

-No me lo planteé, porque cuando me estaba documentando sobre las Misiones Pedagógicas, me di cuenta que me hubiera encantado vivir en esa época y haber sido misionera. No pude ir a las misiones pero en el personaje de Cati hay reflejado mucho de mí.

-Las Misiones Pedagógicas tuvieron una gran importancia y sin embargo hay generaciones que no saben nada de ellas.

-Es cierto mucha gente no sabe nada de las Misiones Pedagógicas, algo que forma parte de la historia de nuestro país y que se conoce muy poco.

-Tras documentarse tanto, qué opinión tiene sobre las Misiones Pedagógicas.

-Las Misiones Pedagógicas cumplieron el objetivo para el que fueron creadas. El objetivo era acercar el campo a la ciudad y la ciudad al campo. La gente del campo conocía las obras del Museo del Prado, obras de teatro y el cine, pero a la misma vez era importante que la gente de la ciudad conociera el folclore y las raíces del pueblo.

-Hay una serie de personajes muy controvertidos en torno a Cati. ¿Le costó elegir sus nombres para esta novela?

-El personaje de Paciana me encanta, ya que como escritora es un personaje que parece haberme poseído y está contando su historia y luego representa la parte del mundo rural. Fabián el Murciélago es hijo de Paciana y es un personaje que de alguna manera es un guiño a El Camino de Miguel Delibes. Jeremías tenía que llamarse Jeremías, un nombre potente con una raíz un tanto bíblica.

-Viendo su trayectoria como escritora hay unos años que no publica nada, ¿Qué le pasó?

-Es cierto. Hubo una época en la que no encontraba ningún tema que me gustara, y me centré en dar clases durante la pandemia. Fue una época de bloqueo , donde no sabía qué escribir. Estudié guión de cine e hice un poco de todo. Como abogada estuve ejerciendo durante trece años, pero llevo ya 15 años que no me dedico a la abogacía.

-En 2017 fue finalista del Premio Planeta. ¿Ser finalista le cambió la vida?

-Me abrió muchas puertas. Fue un antes y un después el haber quedado finalista del Planeta. La visibilidad que te da el premio y el acceso a los medios de comunicación es enorme. Hay lectores que por ser finalista del Planeta te compran la novela. Para mí fue un impulso enorme.

-¿El premio Azorín también le ha hecho ilusión?

-Ha sido un premio que siempre he seguido con mucho cariño desde hace años. Mi agente fue la que me dijo de presentar la novela al premio y como había pasado años sin publicar, el hecho de ganar el premio y editar la novela ha sido un gran apoyo y un gran revulsivo.

-¿Qué opinión tiene de este tipo de encuentros con los lectores como es Diario de los libros?

-Son enriquecedores. Los escritores tenemos una profesión bastante solitaria, rodeados de una historia y de personajes, pero cuando ya se publica la historia ya pertenece a cada uno de los lectores. Aprendo tanto de las críticas buenas como de las malas de los lectores.

-Finalmente, me gustaría saber si conoce Almería.

-Estuve hace muchos años en Mojácar y en Aguadulce. La capital es la primera vez que la visito.