Cooltural Fest da la bienvenida con una fiesta en las Almadrabillas

Con un ambiente excelente, el Parque de las Almadrabillas recibió en la tarde noche del jueves la fiesta de bienvenida de Cooltural Fest. Una cita que, como todo el festival, sigue creciendo tanto en respuesta como en el nivel de un cartel que congregó, por orden de actuación, a Nosoymeri, Merino, Nunatak, Ciudad Jara y Despistaos (L.A. se cayó del cartel a última hora porque no pudo viajar desde Mallorca al cerrarse el aeropuerto por las tormentas torrenciales).

Fue la primera de las cuatro noches de un evento que se desarrollará durante todo el primer fin de semana de la Feria, organizado por Crash Music y el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería, con más de 80 bandas hasta el domingo, 18 de agosto, sin olvidar que también habrá conciertos con la Ruta Gastromusical en la calle Marqués de Heredia (del 20 al 23), más una fiesta de clausura el sábado, día 24.

La ilusión fue el denominador común de una jornada que tenía todo el encanto de quien corta la cinta inaugural de algo muy esperado. Sensación reforzada, además, porque fue la joven Nosoymeri la primera artista en actuar en Cooltural Fest 2024. La almeriense fue la ganadora de la primera edición de Proyecto Vivero y, acompañada con banda al completo, ofreció su pop intimista y de autor, tan vitalista como introspectivo según el caso.

Desde el arranque con Magia negra, pasando por No es tan fácil o la sinceridad impactante de Todo huele a ti o, sobre todo, Mi año pasado. Con ese toque confesional y descarnado, la voz de Nosoymeri lució con esa brillantez de una naturalidad no forzada en un tramo final con Soñar, Tu Jardín, Éxtasis o Consuelo.

Merino es el proyecto musical formado por Sandra Merino y Álex Gallego. Hacen canciones con la intención de remover almas, hacer sentir y emocionar a su público y conseguir que todos vivan un poco menos anestesiados y ese fue el leit motiv de su actuación en Cooltural Fest. Con Bailando con lobos salieron a morder en un concierto que nunca bajó el pistón, con esos momentos álgidos de canciones que compartieron en el estudio con Iván Ferreiro o Mikel Izal, como Cerca del invierno o Demasiado grande, entre las que sonó Ajedrez. Liberada de la guitarra, Sandra contagió con bailes con las más añejas Dilemas en la oscuridad o Femmes, para cerrar con Que no se entere nadie, Apareciste y Me voy.

La versatilidad de los cartaginenses Nunatak recogió el testigo con brío pop rockero en A miles de kilómetros y Cierra al salir. En un tramo creciente que, tras Todas las campanas y Mi gran virtud, muy celebrada, alcanzó su cénit en El Grito. Fue entonces cuando, en el segundo tramo de concierto, hubo espacio también para texturas más semi acústicas, algún ritmo latino y llevando un bombo, casi legüero, a pie de escenario. Sigo corriendo, Joni o Verte tan bien adornaron la llegada de la noche, para cerrar con las animosas Acepto el reto, Disonancia perfecta y Aun respira.

Las bandas que ‘encabezaban’ el menú eran Ciudad Jara y Despistaos y ambas cumplieron con las expectativas.

La formación de Gandía, liderada por Pablo Sánchez, anda ofreciendo sus últimos conciertos antes de que su líder se embarque en el regreso en 2025 de La Raíz, el grupo que conquistó a toda una generación con sus canciones épicas y con mensaje social. Más melódico y aperturista, Ciudad Jara juega en una poética distinta, emocional desde fuera hacia dentro. Así, El último pasillo abrió la puerta a un concierto vibrante donde se lamentó la desidia del Bostezo mundial al grito de Ahora o nunca, recordando que Si tú me pidieras, Si perdemos te pierdo.

Más luminoso en las melodías y disfrutando de una de sus últimas canciones, Pablo estuvo comunicativo y con un plus de melancolía con El estrangulador, En busca del fuego, Donde dicen que caí y sobre todo con Adiós o Foto con melena, que mezcló con la bella y de esencia de cantor de La canción del pensador. Con un público muy receptivo, todavía llegarían Siglos de golpes y Bastardos de la gravedad, antes de abrir el escape hacia La isla y ofrecer los últimos ritmos pegadizos con Bailé y Trocito de Marte.

Los encargados de poner el broche final fueron Despistaos. Los de Guadalajara llegaron con el halo de haber estado celebrando su vigésimo aniversario y lo hicieron con un repertorio que combinó algunos temas de sus primeros discos, como Ruido, Dibujando primaveras o Lo que hemos vivido que abrieron con fuerza o Resucito, un corte de esencia casi punk que golpeó con fuerza tras el bloque melódico Mientras bailas sola, Lo contrario de ninguno y Y mírame.

Con tantos años a sus espaldas, Despistaos atesoran un repertorio incontestable que, más allá de los grandes éxitos que dejaron para el final, acumula estribillos reconocidos y reconocibles como el de Desde que nos estamos dejando o las brillantes y casi country Caricias en tu espalda y Estoy aquí. Con un sincero Gracias dedicado a todos los presente, el grupo de Dani Marco encaró el final con Mi accidente preferido y las cantadas a coro Física o química y la balada creciente Cada dos minutos. Un amoroso final para el arranque de un Cooltural que hará historia.