Beatriz Serrano: “Rodalquilar es un lugar con el que estoy obsesionada desde que lo visité”

Literatura

La autora, finalista del Premio Planeta, presenta ‘Fuego en la garganta’ hoy a las 19 horas en el Círculo Mercantil de Almería dentro del ciclo ‘Diario de los libros’ de Diario de Almería

Beatriz Serrano estará en Almería, un lugar que le encanta, ya que es una enamorada de Cabo de Gata y Rodalquilar.
Beatriz Serrano estará en Almería, un lugar que le encanta, ya que es una enamorada de Cabo de Gata y Rodalquilar.

La autora madrileña presenta esta noche a las 19 horas en el Círculo Mercantil de Almería su novela Fuego en la garganta con la que fue finalista del premio Planeta el pasado año. Esta era su segunda novela publicada tras el éxito obtenido con El descontento. Serrano estará arropada en Diario de los Libros por el director de Diario de Almería, Antonio Lao y la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universidad, María del Mar Ruiz.

-¿Cómo ha asumido el ser finalista de un premio tan prestigioso con su segunda novela?

-Estoy todavía procesando un poco todo. Cuando se falla el premio todo va a mucha velocidad, con una gira, y pasas un tiempo que estás en una nube. Cuando ha terminado esa gira, que es mucho trote, es cuando me he dado cuenta de lo que ha cambiado mi vida y el privilegio de poder dedicarme únicamente a escribir. Por primera vez en mi vida dispongo de tiempo y de un colchón económico para poder hacer solo una cosa, y estoy muy contenta.

-En este momento ha dejado de lado el periodismo para dedicarse a la literatura. Imagino que llevaba tiempo escribiendo.

-Llevo trabajando en prensa escrita desde que me licencié y antes de eso había sido una persona muy curiosa, que tenía blog y plataformas donde subía artículos, relatos y piezas más de opinión. Este cambio ha sido para la gente de fuera más que para mí, porque para mí que llevo escribiendo desde siempre, lo único que ha cambiado ha sido ponerme a escribir ficción.

-Su primera novela El Descontento la escribe en plena pandemia ya que la inicia en 2020.

-Con la pandemia la gente tenía mucho más tiempo y hubo quien se puso a hacer pan y otras a escribir como fue mi caso. Fue un parón de vida social, trabajaba desde casa y tenía mucho tiempo por delante y fue el momento de escribir esa novela.

-¿Cuando terminó de escribir Fuego en la garganta podía presagiar que llegaría a un premio como el Planeta?

-Yo no, soy bastante insegura porque siempre voy paso a paso. Presentarla al Planeta fue una idea de mi agente, ni se me pasó por la cabeza.

-La noche de los premios los nervios se van apoderando de los últimos diez seleccionados. ¿Cómo fue la experiencia?

-Cuando salen los últimos diez autores que optan al premio ya si entran los nervios. Una amiga mía que es periodista sabía que yo había estado escribiendo una cosa sobre una niña que hace milagros y después otra gran amiga a la que le había contado muchas cosas de la novela, me dijo que cuando leyó la descripción de los finalistas del Premio Planeta, pensó que alguien me había fusilado la idea. No podían pensar que era yo.

-Ser ganador del Planeta ya cambia la vida, pero ser finalista qué le ha supuesto.

-A mí me ha cambiado la vida, porque me he podido pedir una excedencia. Hay que pensar que tanto El descontento como Fuego en la garganta los escribí arañando muchas horas al día. Para Fuego en la garganta me levantaba a las cinco de la madrugada para escribir hasta las nueve de la mañana y luego trabajar. Muchas veces me generaba muchísima frustración llegar por la tarde y no estar inspirada. Ahora mi vida es otra porque tengo un proyecto de una tercera novela, con mucha tranquilidad y sin tanta preocupación. Me ha dado mucha libertad.

-Tuvo primero el personaje de la novela o fue la idea de lo que quería desarrollar en esta obra lo primero que pensó.

-A mí, Blanca se me apareció muy pronto. Tenía my claro que iba a ser una niña que tuviese alguna rareza o algo muy especial, que nadie era capaz de ver y que muy poca gente era capaz de entender.

-¿Qué importancia tiene el escenario en esta novela, que creo que se desarrolla en Valencia?

-Para mí el escenario es casi un personaje en cada novela. En El Descontento quería hablar de esa insatisfacción que todo el mundo puede tener llegados a una edad, y situaba al personaje en una ciudad estresante e incomoda, y la situé en Madrid. Yo me crié en Valencia, y pensé que el escenario de la última novela debía ser una ciudad de provincias. También el tipo de infancia que yo quería contar se situaba en el extrarradio de una ciudad de provincias.

-¿Qué hay de Beatriz Serrano en esta novela?

-Hay mucho como en todas. Al final, la escritura es un ejercicio muy subjetivo y la subjetividad es muy personal. En esta obra hay una infancia similar, yo también me sentía una chica rara por circunstancias distintas a las de Blanca. La protagonista se ha criado en el sitio donde yo crecí y luego esa sensación de no encajar o no sentirte cómoda en el lugar donde estás. En ese sentido soy parecida a Blanca, pero al personaje que más me parezco es a la madre de Blanca.

-¿Creo que conoce Almería?

-Sí, por supuesto. Los últimos tres años voy siempre a Cabo de Gata. En el libro sale Rodalquilar, que es un lugar con el que estoy obsesionada desde que lo visité por primera vez. A uno de los personajes lo sitúo viviendo en Rodalquilar.

-¿En qué trabaja a nivel literario de cara al futuro?

-Estoy escribiendo mis cosas. Durante todo el año vamos haciendo cosas, como ferias del libro y presentaciones y al mismo tiempo yo voy escribiendo, pero de momento no puedo decir en qué estoy.

-Este tipo de encuentros con los lectores imagino que son muy importantes para un escritor.

-A mí me gustan más los encuentros que estoy teniendo ahora que los que tenía al principio. Antes nadie había leído la novela, pero ahora son bonitos porque parecen un club de lectura. Escribir es algo muy solitario, que genera inquietad y mucha inseguridad. No sabes si lo que estás escribiendo va a gustar, sin embargo estos encuentros con los lectores son un regalo.

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