El Auditorio goza de una excelsa noche de jazz con Pepe Viciana y José Luis Jaén

El Auditorio Municipal Maestro Padilla vivió el domingo una nueva velada para el recuerdo de mano del 32º Festival Internacional de Jazz de Almería, ‘Almerijazz’. Si el viernes las tablas vibraban con el inicio de la gira conjunta de la directora norteamericana María Schneider con la Big Band Clasijazz, y el sábado se rendía a la emotividad de la música y voz del portugués Salvador Sobral, el domingo fue el turno del jazz con denominación de origen almeriense con la doble propuesta de Pepe Viciana y José Luis Jaén. El saxofonista fue distinguido al comenzar con el reconocimiento ‘Georgia Jazz Club en memoria de Serafín Cid’, sucediendo así a otros ilustres como Jorge Pardo, Paco Rivas, Antonio Gómez o Clasijazz, mientras que el vocalista hacía la primera presentación oficial de su primer trabajo discográfico.

El concejal delegado del Área de Cultura, Diego Cruz, dio la bienvenida a los espectadores que llenaron el patio de butacas del Auditorio y destacó las virtudes de Pepe Viciana para ser el galardonado de este año. “Es un músico de fantástico nivel, al saxo tenor, al saxo alto, clarinete, flauta, piano... Es un ejemplo más del gran nivel de los músicos que tenemos en nuestra provincia y que siempre encuentran espacio propio en la programación de temporada, tanto noveles como los veteranos”.

Pepe Viciana recogió contento la distinción, reconociendo tras las dos primeras piezas de su concierto, Ornithology y Yardbird suite, que “es un placer saber que en Almería uno sí puede ser profeta en su tierra”. Conocedor de los grandes referentes del instrumento en la historia del jazz, Viciana cimentó su actuación en Charlie Parker, el padre del jazz moderno, del que también tomaría Confirmation, Out of nowhere o Mi little suede shoes con un buen gusto a bebop.

Arropado por una banda sobresaliente, con Lito Vergara a la batería, Antonio Valero al contrabajo y Jacopo Vacca a la guitarra, Pepe Viciana alternó en hasta cinco sonoridades distintas en un concierto en el que dejó para el tramo final Lover man, Donna Lee o Billies bounce.

Tras el cambio de escena de rigor, José Luis Jaén salía al escenario del Auditorio, “en lo que es el concierto más importante de mi vida. Con mi gente, presentando mi disco… feliz”.

Muy comunicativo durante toda la velada, el cantante también tuvo palabras de gratitud para muchas personas clave en el relanzamiento de su apuesta por la música. “Hace cuatro años dejé mi trabajo gracias al impulso que me dieron Gabriel Pérez y Anabel Veloso”.

También hubo palabras emotivas para Juan Antonio Oliva, que fuera director de la banda de música de Carboneras, para Ángel Luis Vicente, coordinador de Clasijazz, y cómo no para los músicos que le antecedieron en el escenario, para su banda, con Robert Chacón al piano, David León a la batería, Reinier Elizarde “Negrón” al contrabajo, además de los colaboradores Paco Rivas a la guitarra, Reynaldo Llerena al saxo y la voz de Diego Cruz en el bis final, al que también se sumaría el propio Pepe Viciana en Song for my father.

Antes, José Luis Jaén demostró con creces por qué su voz y su manera de interpretar corta el aliento y emociona allá donde va. Empezó sin apoyo de micrófono, a pie de escenario, como los flamencos, con una vívida y desgarrada revisión de Puro teatro.

De clásico a clásico y de jirón en jirón, siguió con La bien pagá y con Llerena al saxo en Me vas a echar de menos, antes de afrontar el bolero S.O.S., tras el que presentó a Paco Rivas que le acompañó en You are so beutiful y Fiebre de ti. Las virtudes solistas de Rivas lucieron como es habitual, con un guiño central al fandanguillo de Almería incluido.

En el tramo final, Jaén cantó por Piazolla en Vuelvo al sur, antes de descerrajar una imponente Garganta con arena y mecer al vaivén de Mediterráneo, antes del fin de fiesta con Diego Cruz, Paco Rivas, Reynaldo y Pepe Viciana.