Antonio Reyes y Aurora Vargas cierran por todo lo alto el Festival de Flamenco

Flamenco

Unas 4.000 personas disfrutan de las quince actividades programadas en una edición que empezó el 26 de junio y finalizó el pasado sábado 

Aurora Vargas mostró la fuerza y la elegancia en el cante en este Festival.
Redacción

21 de julio 2024 - 16:28

Tres semanas y media y quince citas después, la Plaza Vieja recibió el sábado la última de las actividades programadas en la 57º edición del Festival de Flamenco y Danza de Almería, que ha llevado el cante, el baile y el toque a numerosos escenarios de la ciudad como el Museo de la Guitarra con el ciclo divulgativo en colaboración con la peña El Taranto, las plazas Pablo Cazard, Granero y San Roque con Plazeando, al Apolo con la Federación de Peñas Flamencas Almerienses, dos noches a la Peña El Morato, otras dos a la terraza del Ayuntamiento con Tres a Compás en colaboración con Indanza, con Sonanta 9, el curso de verano de la UAL de Tomatito, y con una “traca” final de cuatro noches consecutivas en la Plaza de la Constitución.

En total, han sido unas 4.000 personas, almerienses y turistas, las que han disfrutado con alguna de las actividades del festival organizado por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería con el apoyo, además de los colaboradores citados, de Diputación Provincial y el Instituto Andaluz del Flamenco de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y el patrocinio de Cruzcampo.

Antes de comenzar su actuación, Aurora Vargas recibió un reconocimiento de manos del concejal de Cultura, Diego Cruz, a la memoria de Pansequito, cantaor flamenco que fuera su compañera de vida, muy querido en Almería, y que falleció en febrero del pasado año. “Este homenaje no es del Ayuntamiento, sino de toda Almería”, apuntó Diego Cruz. “En Almería siempre nos sentimos muy queridos cada vez que veníamos y él paseaba como uno más por vuestras calles”, compartió durante la velada la cantaora sevillana, con emoción.

A sus 68 años de edad, Aurora Vargas conserva intocable todo el genio y la energía que ha caracterizado toda su carrera. Una puesta en escena torrencial que arrasó de principio a fin el escenario de la Plaza Vieja, acompañada por el jerezano Manuel Salado a la guitarra.

El quejío indomable de Aurora templó primero por alegrías, bregó por seguiriyas y tuvo su primer arranque de pasión por tangos, bailando y cantando sin micro en la parte final de la tanda. Un derroche de energía propia del final de las actuaciones, del rebato antes de la despedida, pero no, todo eso en Aurora es innato y al recital le quedaba una segunda parte todavía más brillante y sorprendente.

No se esperaba pero quiso Vargas entrar por tarantas para complacer al público, como afirmó cuando, a su término, avisó que “he hecho lo de ustedes, ahora voy a hacer lo mío”… Un aviso a navegantes puesto que Vargas descerrajó unas bulerías infinitas. Le falta poco de por sí para ponerse en pie pero un fallo momentáneo en el sonido la hizo volver a ponerse de pie para combinar cante y baile con la rabia y coraje que ha demostrado toda la vida. Una fiesta sin fin, hipnótica y cegadora, que extasió a un público entregado a la leyenda.

Antonio Reyes acompañado por la guitarra de José del Tomate.

Antonio Reyes salía a escena acompañado por José del Tomate al toque, con guitarra de Juan Miguel González, presente entre el público, como hiciera la noche anterior Lela Soto. Con Reyes no hay lugar a la sorpresa porque canta bien siempre. Afinación perfecta y tímbrica inigualable, quiso afrontar el reto de empezar con los Tientos de la Rosa de Manolo Caracol y que bordaba con teatralidad el Beni de Cádiz. En un lugar a medio camino de ambos, Antonio Reyes fue de menos a más emocionando en la resolución de la historia.

Siguió por tangos, cuadrando letras populares como A tu vera o No juegues con mi amor, de Los Chichos, sin ser esta la única referencia al grupo de Jeros, el del medio, para cerrar con “Rosa María” de Camarón. Lucieron más si cabe las seguiriyas, rompiendo emociones con un llorado inigualable, que le diferencia del resto de cantaores. Atacó por bulerías en el final, con mención expresa a “Quiero estar solo”, otro tema de Los Chichos que se llevó al flamenco el propio Pansequito.

El concejal Diego Cruz con Aurora Vargas.

Antonio Reyes cerró su actuación con fandangos a pie de escenario con especial mención al “Se cura tu enfermedad” del legendario Manuel Escacena, popularizada después por Rafael Farina.

Un broche de oro magistral para un 57º Festival de Flamenco y Danza de Almería que ha levantado pasiones a lo largo de toda su amplia programación. Sin duda, el cartel de este Festival es de lo que hacen historia. El flamenco está más vivo que nunca en una ciudad como Almería. El público ha vivido momentos inolvidables en este Festival.

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