Andrés García Ibáñez: “El arte es siempre fiel representación de la sociedad en la que se consume”
Arte
El artista toma posesión esta noche como Académico Electo de la Real Academia de Bellas Artes de Granada en un acto que se llevará a cabo en el Paraninfo de la Facultad de Derecho

-Hoy será nombrado Académico Electo de la Academia de Bellas Artes de Granada. Imagino que es un motivo de orgullo y alegría este nombramiento.
-El nombramiento como académico de la Real Academia de Bellas Artes de Granada es un reconocimiento a mi labor como artista, mantenida durante cuatro décadas. Es también en lo personal algo muy emotivo, pues ocupo la vacante dejada por Pérez Siquier, a quien tanto lazos me unieron y me unen. Para la provincia de Almería es también un reconocimiento, pues con este nombramiento soy el único académico de número de Bellas Artes en nuestra tierra.
-El discurso de ingreso versará sobre la estética objetiva y un arte verdadero. De forma resumida que mensaje quiere mandar.
-Mi discurso es un ensayo filosófico sobre estética, la rama del pensamiento que aborda la belleza y el arte. Hago un recorrido por la evolución de lo estético desde los albores de las academias dieciochescas y el inicio del Romanticismo, como el germen de la progresiva degradación artística del mundo moderno y contemporáneo, haciendo una relectura de los planteamientos de Goya, Heidegger y Nietzsche al hilo de las transformaciones producidas en el mercado del arte y la sociedad cientifista, capitalista y democrática. Al final hago una exhortación al papel que deberían de tener aún hoy las academias como garantes y salvaguardas de la belleza en nuestras sociedades.
-Siempre ha sido un creador que no se calla nada. ¿Cómo esta el arte en este momento?
-El arte es siempre fiel representación de la sociedad en la que se produce y se consume. Hablar de arte hoy es hablar de un producto de consumo más, masificado y vulgarizado, pues la sociedad democrática del bienestar necesita cantidades ingentes de todo para saciar sus deseos, ansias y caprichos. Lo democrático, desgraciadamente, siempre lleva aparejadas la vulgaridad y la falta de calidad; lo iguala todo por abajo.
-Han pasado ya muchos años de su primera exposición. ¿Cómo definiría todo este tiempo?
-El año pasado se cumplieron cuarenta años desde mi primera exposición. Tenía doce años entonces y se celebró en Albox. Son ya cuatro décadas entregado a una pasión y a una vocación inquebrantables, sin escatimar esfuerzos e intentando siempre dar de mí todo lo máximo posible. He llegado hasta aquí, que no es poca cosa.
-Ha sido el motor e iniciador de la Ciudad de la Cultura de Olula del Río. Hoy se ha convertido en un espacio con varios museos. Algunos no lo creían cuando lanzó la idea.
-La Ciudad de la Cultura de Olula del Río es un sueño hecho realidad, pero a costa de un esfuerzo sobrehumano hecho en su inmensa mayoría desde el patrimonio privado, tanto para la creación de unas colecciones de arte español, inexistentes antes en nuestra provincia, como para la construcción de los edificios. Todo lo que he ganado en mi vida, toda mi fortuna personal, está ahí metida. Almería no tenía museos de arte antes de que yo me propusiera crearlos, era en eso una anomalía dentro del territorio español.
-Otra joya es el Museo del Realismo. El apoyo de Antonio López fue clave para llevar a cabo el proyecto.
-El Museo del Realismo es una prolongación de los museos de Olula en Almería y del trabajo que realiza nuestra Fundación, centrado en el arte realista español, un estilo al que no se le ha dedicado espacios ni atención en otros lugares. Nuestros museos son museos necesarios, por tanto, que cubren huecos y palían desprecios históricos. Antonio López, por ejemplo, siendo el más famoso autor realista español vivo, no tenía obras colgadas en ningún museo público de nuestro país. Lo mismo sucede con el resto de sus compañeros de generación, los llamados Realistas de Madrid. Quien quiera ver sus obras tiene que venir a Almería, tanto a la capital como a Olula. Por eso Antonio ha colaborado y apoyado tan activamente la labor integral de nuestra fundación, tanto de los museos de Olula como del MUREC
-Aparte de su influencia artística, que supone como persona Antonio López en su vida.
-Antonio es para mi un gran amigo, de los mejores que tengo. Y nuestra relación se basa en la admiración, el respeto y la lealtad mutuos. Ello nos ha permitido trabajar juntos y firmar al alimón varias obras. No lo había hecho antes, salvo con sus amigos Paco y Julio López cuando hicieron las esculturas de los reyes Juan Carlos y Sofía para Valladolid. Actualmente, Antonio y yo estamos realizando una escultura conjuntamente de Goya a tamaño natural y de cuerpo entero, que se colocará en Fuendetodos, frente a la casa natal del artista universal.
-En unos días se inaugura una exposición con obras de Fortuny en el MUREC. ¿Qué opina sobre este gran pintor?
-La exposición de Fortuny en el MUREC será un hito en la historia expositiva de Almería, pues permitirá contemplar un considerable número de obras del artista de Reus. Fortuny es el pintor español más relevante después de Goya y antes de Sorolla. Fue ya un autor mítico en vida, y su obra más personal, especialmente la pintada en Granada y Portici, sentó las bases de la pintura española moderna que vendría después. En la exposición se podrá contemplar la enorme colección hecha durante décadas por mis amigos Manuel Vida y Carmen Muñoz, la más importante del mundo sobre este pintor en manos privadas, pero también estarán presentes obras venidas del Prado o del Museo Nacional de Cataluña. El cuadro de la niña muerta, por ejemplo, pintado en Granada, es una de las obras más extraordinarias del catálogo fortuniano y de cuentas se pintaron en la Europa de su época. Y estará en la exposición.
-Este verano vuelve al Parque Natural para ofrecer un taller sobre pintura de paisaje. Pintar al natural es algo que gusta de forma especial.
-Yo no podría vivir sin ejercitar el paisaje, que siempre lo hago del natural. Nunca he usado fotografías para ello. Almería es una tierra con una riqueza y variedad paisajística alucinantes, quizá la mayor de España en eso. Y poder estar en el Parque Natural una semana trabajando y compartiendo experiencias es una maravilla. Así lo sienten los pintores que acuden cada año a esta convocatoria, y muchos de ellos repiten.
-Creo que ha estado trabajando en el Santuario del Saliente. ¿Qué es exactamente lo que ha llevado a cabo?
-La decoración integral de la iglesia del Saliente, que acabo de finalizar, es un proyecto monumental, acaso el más poderoso e intenso de cuantos he realizado en mi vida. Han sido dos años de trabajo extenuante, pero estoy muy satisfecho. La oportunidad que me ha brindado el obispado, de intervenir sobre el que quizá sea el tercer monumento en importancia de la provincia, algo así como el Escorial de Almería, es algo que pocas veces se da en la historia del arte. El tema del conjunto, sobre los distintos capítulos del Apocalipsis, tal como hubiera querido probablemente el creador del Santuario, Claudio Sanz y Torres, ha sido un acicate y motivación enormes para mi, pues he interiorizado y he hecho mío el encargo como nunca antes había hecho con una obra religiosa para el culto. La temática apocalíptica, además, singulariza el templo con gran fuerza, pues no hay ningún otro ejemplo así en toda la cristiandad. He representado pasajes en algunas de las escenas que nunca se habían pintado en el arte occidental. A todo ello se unen los lazos de paisanaje y vinculación familiar con el lugar, pues todos mis antepasados artísticos familiares han pasado por el Saliente dejando allí su labor, Lo he vivido como una predestinación y una gran responsabilidad. Creo que es mi Opus Magnum.
-Mirando al futuro que proyectos te quedan por hacer, Andrés.
-Encaro el futuro con mucha ilusión. El 30 de este mes finaliza en Madrid una gran exposición sobres mis obras beethovenianas en el Centro Cultural Serrería Belga, que han visitado ya más de cincuenta mil personas y el seguimiento mediático nacional ha sido extraordinario. Tras la finalización del Saliente, vuelvo a mi obra personal, que tenía un poco abandonada, con gran ilusión. Por el proyecto ya comentado de Fuendetodos y de otros que vendrán a continuación, estrecho mi vinculación con la patria de Goya. Y aquí en Almería, tengo el firme propósito de culminar los espacios culturales de Olula y convertir sus museos en lugares de enseñanza no reglada de la pintura, en una suerte de nueva Escuela de Atenas para las artes. A ver si la vida me lo permite y las fuerzas me acompañan.
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