Kill Knight o cómo alcanzar la redención en el infierno más desafiante

El Loot de Txeron

PlaySide Studios consigue mezclar con maestría acción, precisión y altas dosis de adrenalina en un título difícil a la vez que gratificante que satisfará a los amantes de los retos

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Superar este juego es todo un reto.
Superar este juego es todo un reto.

Debo confesar que tenía las expectativas muy altas cuando se anunció a principios de este año Kill Knight, un videojuego de acción isométrica, conocidos como twin-stick shooter, que nos enfrenta a ingentes hordas de enemigos en un mundo demoniaco. Aquí no hay respiro y un fallo puede terminar con la partida. Y tras haber superado el desafío, puedo afirmar sin temor a equivocarme que este título va a hacer mucho ruido porque la descarga de adrenalina que supone dominarlo está al alcance de muy pocos.

Los creadores de la criatura, PlaySide Studios, responsables del notable Age of Darkness: Final Stand, han puesto toda la carne en el asador para crear un videojuego que premia la rapidez en los movimientos y que ofrece un visceral combate en los que la acción y la precisión van de la mano.

El hilo conductor es bastante peregrino y directo. Antaño un fiel caballero, nuestro alter ego fue traicionado y desterrado al abismo. Un cadáver profanado en el interior de una armadura reanimada. Toca ahora enfrentarse a una muerte eterna. Y, apodado como Kill Knight, tenemos un único propósito: matar al último ángel.

Con esa premisa, nos ponemos a los mandos de una máquina de triturar sin miramientos en unas comedidas arenas que se vuelven cada vez más peligrosas a medida que vamos avanzando. De hecho, los desarrolladores han dividido la experiencia en cinco grandes niveles y a medida que vamos superándolos, la dificultad y los retos que se plantean son más desafiantes y adictivos.

Su apartado visual es resultón. Su gran baza, su adictiva acción.
Su apartado visual es resultón. Su gran baza, su adictiva acción.

Para conseguirlo ayuda mucho el uso de la perspectiva isométrica ya que se adapta a la perfección al combo de caos, muerte y destrucción que los desarrolladores plantean con este título en el que debemos enfrentarnos a un gran número de enemigos, utilizar las esquivas y gestionar todo nuestro armamento que cuenta con un gran número de armas de fuego junto a una espada para las distancias cortas que hacen de sus sinergias nuestro modus operandi para salir airosos. Y es que, aquí no se trata solo de disparar, que también (y mucho), sino que hay también que pensar muy bien cuándo lo hacemos ya que la munición es limitada y toca recogerla y recargar el arma mientras no paramos de bailar en la pantalla esquivando enemigos y sus proyectiles

Una coreografía muy medida que precisa de un periodo de aprendizaje ya que la dificultad está ahí. Por eso, los desarrolladores ofrecen varios niveles pero incluso en el más fácil sigue ofreciendo un reto importante. Algo que puede desesperar a algunos jugadores que desean superar el reto sin muchos sobresaltos y que contentará a otros por ofrecer una experiencia desafiante. Y es que, como suele pasar en este tipo de juegos, la sensación de mejorar en cada intento tras morir supera con creces la frustración que genera.

En cuanto al apartado técnico, el título es muy resultón. Es un claro homenaje a los arcades de los años 90 con un estilo retro en el que predomina una paleta oscura con los juegos de luces de los disparos y explosiones que conforman un experiencia visual bastante decente. Estamos ante un título indie por lo que los valores de producción son los que son pero está claro que su apuesta visual está estrechamente ligada a las mecánicas de juego por lo que pocas pegas se le pueden poner.

El armamento pasa por todo tipo de armas de fuego y una espada para las distancias cortas.
El armamento pasa por todo tipo de armas de fuego y una espada para las distancias cortas.

Y en lo sonoro, tanto los efectos de las armas como la banda sonora que acompañan al título, van también de la mano apostando por la contundencia y los ritmos vertiginosos. Si te gusta liberar adrenalina, utiliza unos cascos y la inmersión será aún mejor.

Conclusiones

En definitiva, estamos ante un título que derrocha diversión por los cuatro costados. Su apuesta por un género en el que la precisión y la acción van de la mano casa a la perfección y su ajustada curva de dificultad también ayuda a mantenernos en todo momento con los reflejos a flor de piel. Además, no es un título que precise de un PC de gran potencia por lo que en la Steam Deck OLED luce en todo su esplendor siempre a 60fps con todos los detalles al máximo. De hecho, disfrutarlo en modo portátil hace de esta experiencia aún más inmersiva por su capacidad de motivarnos a superar los niveles en menor tiempo en cualquier lugar.

En definitiva, Kill Knight es una grata sorpresa para los amantes de los juegos de acción que busquen un desafío. Superarlo es complicado pero gratificante. Ese ángel merece la extinción. No dudes en dársela.

Hemos podido analizar Kill Knight gracias a una clave que nos ha proporcionado el estudio a través de Keymailer.

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