Sixto Paz: "Almería es muy similar al lugar donde comenzamos los contactos extraterrestres"
Las Negras
El ufólogo ha impartido un taller durante todo el fin de semana, donde ha podido trabajar con los participantes en la meditación para tener la capacidad de tener contactos o avistamientos
En una esquina de la cala del Cuervo, en Las Negras, se encuentra un grupo meditando. Por el resto de la playa hay bañistas, que aprovechan los últimos rayos de sol antes de que bajen las temperaturas, pero la atención del entorno la centra esas personas que en un círculo siguen las instrucciones del conocido ufólogo (estudioso de la vida extraterrestre) Sixto Paz Wells.
Era el momento de la meditación y de la descripción de lo que los participantes del taller de contacto extraterrestre, impartido por Paz, habían sentido o visto dentro de su meditación. Entre algunas de las percepciones: "Veía destellos de luces; por mi parte, aparecía una nave y una especie de laboratorio; percibí una llave dorada y un cofre". Muchos coincidían en sus percepciones y a una de las participantes se les saltó las lágrimas. Durante este fin de semana, en Las Negras, han realizado diferentes actividades con el objeto de estar más cerca de tener un contacto extraterrestre y Sixto Paz ha sido su guía.
El ufólogo explica los motivos de elegir la provincia como espacio para impartir su taller: "Almería es muy similar al lugar donde nosotros empezamos a tener los contactos en 1974. Chilca, al sur de Lima, es exactamente igual a esto, con cerros rocosos, desértico, da al mar y detrás está el desierto. No hay mucho en lo que te puedes distraer y todo conduce a la interiorización. Es muy buen lugar para hacer una salida de contacto y motivar a la gente a hacer la meditación. Es la base del trabajo con el que nosotros hemos logrado y mantenido el contacto durante 45 años: prácticas de respiración, relajación, concentración y meditación".
Sixto Paz detalla cómo se puede trabajar las cuatros guías sobre las que se asienta el trabajo para contactar: "Hay que aprender a respirar, concentrar la energía para poderte relajar y eliminar la tensión del cuerpo, dirigir la atención del cuerpo hacia la mente para concentrarte, poner orden al caos mental y aprender a reconocer cuando las ideas que tienes en tu mente son tuyas y cuando no lo son, y llegar al cuarto paso que es la meditación".
Tras todo el trabajo de respiración, relajación, concentración y meditación, llega "el aquietamiento mental es cuando empiezan a llegar los mensajes telepáticos de los extraterrestres. Hay que predisponerse, saber que eso existe, creer que se puede. La energía de grupo hace que se induzca a ese estado idóneo, adecuado, para la recepción de comunicaciones".
Según el ufólogo, la mayoría de participantes en el taller "ha tenido experiencias personales de avistamientos ovnis, de recibir mensajes, de tener sueños vinculados al tema...". Paz describe en qué consisten los mensajes que trasladan los extraterrestres: "Son recomendaciones de como tenemos desenvolvernos, informaciones del conocimiento sobre la historia planetaria, nos dicen que nosotros somos siembra de vida extraterrestre, también comentan que a lo largo de su historia los extraterrestres han intervenido sistemática aquí, y que somos una versión mejorada y corregida de ellos mismos".
Sixto Paz destaca que "hemos recibido anteriormente contactos antes de venir a este lugar. Las personas que llegaron antes ya vieron sobre este lugar avistamientos cercanos de objetos. Las experiencias serán múltiples dependiendo de la armonía del grupo. Ellos pueden elegir a las personas que puedan vivir cada experiencia más directamente".
El experto apunta que desde que empezó la experiencia del contacto, "nos dijeron que tenían colonias de vida artificial en la Luna de Júpiter. No había vida natural, sino artificial controlada por su tecnología. Nos decían que en Ganímedes había océanos tan grandes como los de la tierra debajo del hielo de la superficie. Decir esto hace 45 años atrás podía ser ridículo. En 2015, la Nasa detectó en Ganímedes océanos tan grandes como los de la Tierra. También nos dijeron que venían de un planeta llamado Apu, que gira alrededor de una estrella Alfa-Centauro, a 4.2 años luz. En 2012, la Nasa dio a conocer un exoplaneta, que tiene las mismas condiciones que la vida en la Tierra".
Sixto Paz asegura que haya un total de 60 razas distintas las que están llegando a la Tierra: "Hay miles de millones de razas en el Universo. De las que están viniendo, 55 están autorizadas e intervenidas en nuestro planeta y hay cinco que han intentado intervenir. Cuando intervienen, están haciendo un seguimiento a la humanidad, supervisando el proceso de evolución de la humanidad".
El ufólogo dice que el mensaje que envían los extraterrestres suele ser mental empleando la telepatía para traspasar sus emociones y la confirmación es visual. "El primer ser que vimos es un 1,80 metros, con un rostro ancho y parecía coreano. Si lo veías por la calle, te parecía un turista oriental muy robusto. La segunda vez, era un gigante de 2,5 metros de estatura, con apariencia nórdica. Ellos dicen que hay extraterrestres infiltrados entre nosotros con una apariencia similar o pueden asumirla". Sobre el movimiento reptiliano asegura que "son mitos urbanos, nada de esas cosas son reales. Los extraterrestres pasan totalmente desapercibidos".
El contacto extraterrestre "es más fluido de lo que uno se imagina. A lo largo de estos 45 años, hemos invitados a la prensa diez veces y han sido testigos de la aparición de las naves. Ellos mismos lo firman. El mensaje que envían es positivo. Según los extraterrestres, el mundo no se va a acabar y se va a transformar, pero nos va a costar sangre, sudor y lágrimas".
Pero Sixto Paz siempre tuvo relación con el Universo: "La ventaja es que mi padre era astrónomo y asesor científico en materia de astronomía en Perú. Ayudaba mucho para discernir los fenómenos de todo lo que puede ver en el cielo. Al principio él no creía para nada que habíamos tenido la experiencia de ver un ovni. Él nos acompañó al desierto y pudimos ver un ovni con forma de cilindro de 150 metros de largo".
Para el ufólogo todo comenzó después de una conferencia a la que acompañó a su padre, donde un experto hablaba sobre vida extraterrestre: "La primera vez estábamos mi madre, mi hermana y yo. Intentamos jugando recibir un mensaje extraterrestre. Recibimos un primer mensaje, pero no lo tomé muy en serio, pero repetimos el experimento después un grupo de 20 amigos. Pedimos una prueba y nos dijeron que fuéramos al desierto del sur de Lima. Era de noche y se proyectó una luz de mediodía. Nos dijeron que no bajaban porque no estábamos preparados. Tres meses más tarde, la nave aterrizó y vimos bajar a los tripulantes".
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