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El Auditorio Maestro Padilla emprendió el sábado un viaje hacia la leyenda, hacia la historia milenaria que se encierran en los muros del conjunto monumental de la Alcazaba, con la representación de la obra Gayalmana, la Odalisca de Almería. Una adaptación del libro de poemas de Sergio Arboleda El Meditador que conquistó al público con una mezcla de suntuosidad, pasión desbordada y danza, en una nueva cita del programa Almería Summer Festival.
La obra, con el protagonismo compartido de la actriz Dita Ruiz y la bailarina Cristina Samaniego, junto a un espectacular cuerpo de baile formado por la compañía de danza Banat Al Kamar (Ana Salas, María Salas, Marina Ferrer y Aisha), se dividió en dos actos que delimitaban temporalmente la narración. En la primera parte, Gayalmana relata quién es, cómo y a quién ama, por qué muere y el dolor inmenso que siente tras su muerte.
La preferida del Rey Almotacín, llevado a escena por Modesto Expósito, muere de pena porque su amado cristiano, interpretado por David Aldavero, fallece en un intento de fuga. En el segundo tramo, la poetisa trasciende al tiempo, se presenta en nuestros días para volver a rememorar la intensidad de su enamoramiento, con la perspectiva que da el paso de todo un milenio.
Todo ello ambientado a la perfección con proyecciones de una bella plasticidad, con un sugerente y atinado vestuario diseñado por Paco Cañizares y la propia Cristina Samaniego y con una atmósfera musical evocadora, con composiciones propias de Los Tiempos Pasados y Sergio Arboleda, así como otras piezas llenas de arabescos acentuados como Leylet Hob de Andelus Ensemble, que sonó al inicio de la segunda parte de la obra, uno de los momentos más aplaudidos, junto al baile de la espada.
Un espectáculo que evocó a la perfección una historia milenaria y que satisfizo a un público que reconoció la originalidad de la propuesta artística.
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