Julio Visconti se rodea de sus amigos acuarelistas para celebrar sus 100 años
El pintor sorprendió a los acuarelistas bajando a saludar desde su casa hasta la Plaza de las Velas
Julio Visconti cumplía ayer 100 años. Sus amigos los acuarelistas se dieron cita desde las diez de la mañana en la Plaza de las Velas, frente a la casa del acuarelista. Era el mejor homenaje que le podían dar a Visconti, y además a pesar del viento que hacía en la zona, montaron sus caballetes y se pusieron a pintar.
Había una cierta esperanza de que Julio Visconti a lo largo de la mañana bajara unos minutos a la Plaza de las Velas y de esa manera poder disfrutar de su presencia en un día tan señalado. Los miembros de la Agrupación Almeriense de Acuarelistas y otros amigos esperaban impacientes a Visconti.
Y el artista nacido en Fiñana no pudo contenerse y al final bajó a la calle, y eso que llevaba unos días delicado de salud. En su silla de ruedas, Visconti hizo aparición en la plaza ante el asombro y la alegría de los acuarelistas que lo agasajaron con ramos de flores en un día tan especial.
Visconti le dirigió unas palabras, se interesó por las acuarelas que estaban pintando en ese momento y dejó claro que hubiera dado cualquier cosa por haber estado en la plaza pintando acuarelas, que es lo que más le gusta.
Sobre la Plaza de las Velas se encontraban Rosa Rodríguez, Pepa Rueda, Antolín Alejandre y Elvira López. Loli Lucas y Mari Trini Callejón ocupaban otro rincón mientras que Paco Ruiz y su hija Elvira se situaban en un lugar estratégico.
Aureliano Juárez también pintaba mientras que Inmaculada Rumí y Paco Fuentes pintaban frente a la Audiencia Provincial. Federico Escudero charlaba con Carmen Pinteño y con María Carmen Capel mientras llegaba Miguel Cárdenas. Tampoco faltaron a la cita, Antonia Vergara y Julia Fernández
Juan Antonio López llegaba equipado para pintar y María Miras charlaba como presidenta de la Agrupación Almeriense de Acuarelistas con todos, y además mantuvo siempre la esperanza de que Visconti bajaría a estar unos minutos con todos ellos.
José Manuel Torres Méndez, gran amigo de Julio Visconti se mostraba ayer muy emocionado. “En Almería se empezó a pintar acuarela por Julio Visconti, ya que no se conocía y también empezaron las exposiciones de acuarela por él”, señalaba.
“Julio Visconti es una persona única. He estado muchas horas haciendo viajes con él. Es una pena que no se le haga el gran reconocimiento que se merece”, señalaba Torres.
Por su parte, María Carmen Fernández de Capel, la biógrafa de Julio Visconti, volvía a señalar que “a Julio le debe Almería muchísimo en el arte, porque ha luchado mucho por la cultura de la acuarela. No sólo ha hecho la Fundación, sino que ha enseñado en los Cursos de Verano, con un talante de generosidad. Los grandes maestros tienen sus secretos que los distinguen de los demás, sin embargo, Julio los enseñaba. Es una persona generosa y un maestro de los grandes”.
“Como persona siempre ha sido un caballero y jamás habló mal del arte de un compañero. Es un honor para nosotros que cumpla 100 años y que pueda seguir hablando con nosotros. Julio Visconti ha marcado un antes y un después en el arte de la acuarela”, mantenía la persona que más conoce a Visconti, ya que ha publicado su biografía.
Una vida que ha estado centrada en la acuarela
El Instituto de Estudios Almerienses ha editado 250 ejemplares de un libreto con la biografía de Julio Visconti. Esa publicación fue repartida ayer entre los acuarelistas en la plaza de las Velas. Como apunta la historiadora María Carmen Fernández de Capel, conocedora en profundidad tanto de su obra como de su persona, “Visconti demuestra su carácter pedagógico no sólo en sus obras, todas ellas sumamente comunicables, sino también como docente, entregándose a la enseñanza por placer de dar todo lo que lleva dentro, demostrando así su generosidad”. Julio Visconti Merino ha sido y es una de esas personas con un sentido de observación especial y con la decisión de dar al mundo toda la belleza captada en su hacer: la acuarela. Nace en Fiñana, provincia de Almería, el 20 de junio de 1921. Siendo muy joven, la familia se instala en Almería capital donde estudia en el colegio de La Salle y posteriormente en la Escuela de Artes y Oficios para perfeccionar sus dotes artísticas que desde muy pequeño afloraban en él.
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