José Miguel Carmona presenta ‘Vidas contadas’, recreando el entorno rural

La obra que se sitúa en 1908 se dio a conocer en la Villaespesa y estuvo arropado por Diego Martínez, Luis Montero y Antonio José Cantón

fotografías: rafael González Diego Martínez junto al autor José Miguel Carmona y Luis Montero. / Rafael González
Redacción

27 de noviembre 2021 - 19:03

El escritor y profesor almeriense José Miguel Carmona presentaba el pasado viernes su último libro Vidas contadas, Almería 1908 en la Biblioteca Villaespesa. Estuvo arropado por el periodista Diego Martínez y el maquetador del libro, Luis Montero.

Diego Martínez subrayó que “la capacidad descriptiva de José Miguel no tiene límites. En esta obra tan amena y fácil de leer, se da cuenta de la vida de varios personajes que giran en torno al joven Antoñico el de Angelica. Hay momentos para reír con lo que se cuenta y otros para imaginar como era la vida en el campo en la Almería de 1908”.

“José Miguel ha creado una ficción maravillosa para dar cuenta de la forma de vivir en ese tiempo. Lo hace con destreza, con mucha documentación y de forma ágil. Y ademas lo mejor es que tiene material para escribir varios libros más en el futuro”, dijo el periodista.

Por su parte, José Miguel Carmona contó el origen de esta obra. “Andaba yo por el año 2015 reformando el cortijo de mi bisabuela Catalina, que es un viejo cortijo de muros de tapial, humilde, como son casi todos los de la provincia, cuando en un hueco de la cámara del cortijo aparecieron envueltos en un taleguico de tela, ya color ocre, una vieja libreta con documentos y fotografías, en los que rezaba un año, una fecha, 1908”.

“Y este fue el germen, el punto de partida de esta obra, que fue completándose con alguna de las historietas cortijeras publicadas en mi página de Facebook Almería, tierra de cortijos y todo el material que me había quedado en el tintero de mi anterior libro” dijo Carmona.

En este sentido, Carmona apuntó que “ ha resultado este relato vivo, que es un diario, como la antigua libreta, donde “Antoñico o Antoñuelo, el de Angelica” un zagal joven, va contando la singular vida cotidiana en un cortijo, a principios de siglo XX. La verdad es que podía ser cualquier año posterior, hasta prácticamente los años 60. En un campo aislado y con alto nivel de analfabetismo como lo era el campo almeriense, la vida en los cortijos apenas se veía inmutada. Basta decir, que en esos años, la gran mayoría de los almerienses- casi el 80%- vivía en zonas rurales del interior, y muchos en cortijos y cortijadas, sobreviviendo básicamente con lo que ellos fabricaban y producían”.

“En la obra describe a la familia, vivencias, anécdotas, y todo aderezado con ciertas dosis de humor. El humor debe formar parte de la vida, a pesar de las dificultades. Pero también, personajes con sus diálogos, y esto es lo original y novedoso del libro; los personajes se expresan como lo hacían en su tiempo, pero con nuestra tradicional forma de hablar en Almería, con todo un acervo de expresiones y palabras, que en muchos casos ya están en desuso u obsoletas, pero que nos transportan a los recuerdos de nuestra infancia, al calor y color de nuestra tierra, y en definitiva, a nuestras raíces y nuestra identidad”.

El libro se compone de 16 capítulos, amenos, cortos y fáciles de leer, precedidos de un capitulo inicial de Reflexiones, donde se habla del valor del patrimonio almeriense y su transmisión a los más jóvenes, y otro que se titula 1908, que da el necesario contexto histórico a la obra para situarla, es decir, que explica qué pasó y como se encontraba la provincia de Almería ese año.

“Es un libro puramente almeriense, donde se da la voz a los que no la tuvieron, que seguro que os va a gustar. Está hecho con pasión, me ha pasado lo que decía la premio Nobel Tony Morrison, “Si hay un libro que te gustaría leer, pero aún no se ha escrito, entonces debes escribirlo”, concluyo José Miguel Carmona.

Por su parte, Luis Montero habló del proceso de elaboración de la obra y el vídeo promocional. “La maquetación se ha hecho de forma que cada capítulo corresponde a una fecha a modo de diario, con la tipografía clásica muy legible, y en las fotos juega con el hecho de que sean naturales y espontáneos, por eso a veces aparecen giradas, y respetando el formato y los daños del paso del tiempo”.

Se han hecho dos versiones de formato, una de bolsillo para un público más joven o que lo quiere como libro de viaje, siendo más económica, y otra de lujo con tapa dura, más cuidada y grande, para que sean más legibles los documentos antiguos. La cubierta simula un diario antiguo, con una etiqueta en relieve, con barniz UVI en el caso del libro de bolsillo y con golpe seco en la edición de lujo.

Se presentó el booktrailer, que encantó a los asistentes, y hubo un debate y coloquio, donde el público preguntó sobre los detalles del descubrimiento de la vieja libreta, sobre acontecimientos de ese año en Almería, y sobre el cortijo Amoces de Níjar, donde se rodó el booktrailer. Posteriormente, se hizo un sorteo de varios regalos entre los asistentes, participando los niños y niñas del público.

Para finalizar el acto, Antonio José Cantón González interpretó temas de guitarra de la época del compositor Francisco Tárrega, y cantó una última canción muy antigua, El burro de Villarino, de tradición oral, recogida en un cancionero en 1907 y casi desconocida, pero que emocionó al público. Es una obra fascinante que recuerda un lenguaje muy particular de una época tan fascinante como principios del siglo XIX.

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