La Fundación de Arte Ibáñez-Cosentino inicia la colección de libros de Pérez Siquier con ‘La Playa’
La obra ha sido editada por la Fundación de Arte Ibáñez-Cosentino con la colaboración de la Diputación de Almería
La Fundación de Arte Ibañez-Cosentino acaba de publicar la obra La Playa que reúne un total de 250 imágenes donde la playa es el telón de fondo del trabajo. Se trata del primer tomo de la enciclopedia Pérez Siquier, que reúne los trabajos en torno a la playa del fotógrafo almeriense de una forma monográfica. Andrés García Ibáñez, impulsor de la publicación sostiene que “la playa fue uno de los trabajos que le dio a Carlos Pérez Siquier fama internacional. Carlos es uno de los pioneros en fotografía en color de la vanguardia a nivel europeo”.
“Pensamos iniciar la Enciclopedia con el tomo de la playa, porque es una serie muy importante y no había sido objeto de publicación monográfica. Se han escaneado la totalidad de los negativos que son 850, captadas la mayor parte de ellas en playas de Almería, entre los años 1972 y 1980. Se han seleccionado 250 diapositivas que son las que aparecen en este volumen. A la hora de digitalizar las diapositivas se ha recuperado el color original porque algunas de ellas estaban con tonos muy amarillos. Hemos conseguido devolverle el color original a las diapositivas”, apunta García Ibáñez.
La obra se presentará en Diputación en el mes de abril y posteriormente en el Centro Pérez Siquier en Olula del Río. El siguiente tomo se titulará La Chanca en color. “Dentro de lo que es el trabajo de La Chanca de Pérez Siquier, al que más atención se ha dedicado y más se ha publicado ha sido a la Chanca en blanco y negro, y La Chanca en color se ha publicado dentro de la Chanca en blanco y negro pero de una forma muy parcial y escasa. El segundo tomo se dedicará de forma monográfica a la Chanca en color, una serie muy importante en la trayectoria del fotógrafo”, sostiene Ibáñez.
Y el tercer volumen que saldría el año próximo se centraría en los retratos realizados por Pérez Siquier. “Carlos comenzó muy pronto haciendo retratos y tiene una gran colección tanto de retratos en blanco y negro como en color. Queremos recoger en una obra los retratos que el fotógrafo seleccione porque es otra faceta fascinante de este artista”, apunta el impulsor de la obra.
García Ibáñez, impulsor del Centro Pérez Siquier en Olula del Río, asegura que “hablamos de uno de los grandes fotógrafos de la historia de España, aparte de ser Premio Nacional, ser almeriense y andaluz. Todo eso lo convierte en el fotógrafo más importante de la historia en Andalucía. Existiendo el Centro Andaluz de la Fotografía que está en la capital, es sorprendente que ninguna institución pública se interesara en su momento en su archivo y en hacerle un museo monográfico. No hay que olvidar que AFAL surge en Almería y Pérez Siquier es uno de sus creadores. Desde la Junta tendrían que hacerse una reflexión seria”.
“Carlos Pérez Siquier en lo que se refiere a la fotografía artística en color yo creo que es el fotógrafo más importante de la historia de España. En sus comienzos con la fotografía en blanco y negro es un artista muy importante porque apuesta por un documentalismo y justo con sus compañeros de AFAL hacen una fotografía muy novedosa, siguiendo la estela de los grandes como Cartier Bresson. Pero donde Carlos Pérez Siquier es único es en el color”, afirma García Ibáñez.
La obra editada por la Fundación de Arte Ibañez-Cosentino con la colaboración de la Diputación de Almería cuenta con dos artículos, uno firmado por el propio Andrés García Ibáñez y otro por Rafael Doctor, director del Centro Andaluz de la Fotografía. Es una obra de lujo, donde Pablo García Ibáñez ha realizado una gran labor a la hora de digitalizar las diapositivas de Siquier.
El 80 por ciento de las imágenes son totalmente inéditas
En el volumen La Playa que edita la Fundación de Arte Ibañez-Cosentino, Andrés García Ibáñez publica un artículo titulado El color de la carne donde explica que “fotografiando los paisajes de las costas almerienses para satisfacer sus encargos oficiales, Carlos Pérez Siquier descubrió un tema nuevo, impactante y fascinante, que hasta entonces le había pasado desapercibido. Aquella insultante exposición, sin pudor alguno, de centenares de cuerpos heridos por los inmisericordiosos rayos de sol, se reveló ante él como una provocación visual a la que era imposible sustraerse. Esta carnicería, enmarcada por el color del mar y el de la arena, junto con los multicolores motivos de bañadores, hamacas, toallas y demás objetos de este nuevo mundo consumista y decadente, constituían un elenco de formas y colores inigualable, una verdadera apoteósis estética sobre la que un ojo cursado en aventuras plásticas decidió levantar acta”.
Curiosamente, algunas de las fotografías del libro ya se han visto en otras publicaciones, pero hay que decir que el 80 por ciento de esas fotografías son totalmente inéditas, con lo cual se ha desvelado un tesoro oculto.
“La fotografía del almeriense tiene siempre, y muy especialmente en esta cuidada serie, una exquisita sensibilidad estética, un esmerado interés por construir imágenes de elevada depuración formal que son un auténtico triunfo de la belleza. Entronca en este sentido con la mejor tradición clásica del arte europeo, que incluye también a los grandes creadores de las vanguardias históricas del siglo XX desde los primeros ismos hasta las abstracciones y los informalismos” afirma García Ibáñez.
“El verdadero carácter de La Playa, conceptualmente hablando, se cifra en su ironía, su sátira y su mordacidad, cualidades estas que son genuinas del arte español y entroncan con la visión goyesca-solanesca de la vida”, afirma García Ibáñez.
Por su parte, el director del CAF, Rafael Doctor sostiene que “La Playa de Carlos Pérez Siquier, es una de esas magnas obras que se realizan paulatinamente e intuitivamente, sin un planteamiento previo, y que suelen surgir de la propia necesidad de diálogo con el tiempo que a uno le ha tocado vivir. Obras que son el resultado de habitar, pertenecer y dialogar con lo que se es y se siente, en un tiempo concreto de la vida”.
“El fotógrafo se deja llevar por la fascinación o extrañamiento que le produce esta invasión de cuerpos que durante el verano empezaban a ocupar las playas almerienses, yermas casi hasta ese momento”, dice Doctor.
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