Alfonso Maribona se estrena con la Banda Municipal de Música en el Apolo
La formación musical ofreció un gran concierto lleno de energía y musicalidad bajo la batuta del maestro bilbaíno

Alfonso Maribona se estrenó ayer como nuevo director de la Banda Municipal de Música de Almería. El sol, el mar y la acogida de los almerienses le sientan bien a este director de orquesta bilbaíno. Y unido a la experiencia y conocimientos que atesora, junto a la calidad de los profesionales de la Banda, permitió al público disfrutar ayer en el Teatro Apolo de un extraordinario concierto.
Fue una programación expresiva y llena de energía, intensa, y a la vez delicada, donde se pudo apreciar la sonoridad de cada uno de los instrumentos, y lo bien que están ensamblados, a pesar de que Alfonso Maribona apenas lleve un par de semanas al frente de la Banda Municipal.
El director viene precedido del prestigio que atesora desde su debut en 1982. Con una clara visión artística, una musicalidad que deleita y gran habilidad para programar novedosas obras, e maestro se ha constituido como uno de los directores de orquesta más brillantes de su generación. Un privilegio, y también una oportunidad, para que la Banda Municipal siga creciendo, y el primer concierto, la verdad, es que ha dado síntomas de lo que nos depara en el futuro: ha sido brillante.
El repertorio programado para su estreno con la Banda, con la presencia del concejal de Cultura, Carlos Sánchez en el patio de butacas, se dividió en tres bloques. Primero se escucharon dos obras del repertorio tradicional español de bandas de música: La Gracia de Dios de R. Roig, un pasodoble de concierto interpretado con unas melodías bellísimas, y el preludio de La Torre del Oro de G. Giménez, que estrenó esta zarzuela en el Teatro Apolo de Madrid, por lo que por ahí el director encontró la similitud con el Apolo de Almería. Con una solemnidad maravillosa, los profesores de la Banda supieron transmitir la combinación de elementos de la música popular andaluza de esta composición.
La segunda parte del concierto se centró en dos compositores románticos, Wagner y Tchaikovsky. Del primero, la obra Rienzi, en concreto el preludio de la ópera de seis horas, que condensa todos los temas que aparecen en la ópera. La obertura 1812 de P. I. Tchaikovsky fue escrita para conmemorar la victoria de la resistencia rusa ante la invasión de Napoleón. Muy atractiva, es una música solemne y grandiosa, que la Banda Municipal supo transmitir perfectamente bajo la batuta de Alfonso Maribona.
En el bloque final, se escuchó El Camino Real de A. Reed, un compositor norteamericano del siglo XX. Fue un viaje por las temáticas españolas, con las que se puso el broche de oro a un espléndido concierto.
El concejal de Cultura, Carlos Sánchez, felicitó a Maribona y destacó “el grandísimo nivel del nuevo director, después de atesorar una amplísima experiencia en escenarios y con orquestas y bandas de todo el mundo”.
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