Un nuevo libro retrata a un Trump errático en una Casa Blanca a la deriva

Polémica en EEUU

Lo firma el periodista Bob Woodward, que precipitó la dimisión de Nixon por el Watergate

El presidente estadounidense tacha de "repugnante" la obra

Imagen del 3 de enero de 2017 que muestra al periodista estadounidense Bob Woodward a su llegada a la Torre Trump en Nueva York.
Imagen del 3 de enero de 2017 que muestra al periodista estadounidense Bob Woodward a su llegada a la Torre Trump en Nueva York. / Albin Lihe-Jones / Efe
Lucía Leal (Efe)

05 de septiembre 2018 - 13:05

Washington/El nuevo libro del periodista Bob Woodward perfila una Casa Blanca llena de asesores alarmados y frustrados que intentan contener a diario los impulsos más extremos del errático e iracundo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un retrato del Ala Oeste que ha irritado al mandatario.

La publicación este miércoles de un adelanto de Fear: Trump in the White House (Miedo: Trump en la Casa Blanca), que saldrá a la venta el 11 de septiembre, sacudió Washington y provocó una enérgica respuesta del presidente, quien tachó la obra de "repugnante".

"No es más que otro mal libro. (Woodward) ha tenido muchos problemas de credibilidad", dijo el martes Trump en una entrevista con la publicación conservadora The Daily Caller.

El veterano periodista, cuyo trabajo sobre el caso Watergate contribuyó a la dimisión del presidente Richard Nixon (1969-1974), ha explicado que basó su libro en entrevistas con testigos de los entresijos de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato.

Uno de los temas principales es la supuesta incompetencia de Trump a la hora de lidiar con crisis internacionales, como el presunto ataque químico que las fuerzas leales al presidente de Siria, Bachar al Asad, lanzaron en abril de 2017.

"¡Matémoslo de una puta vez (a Al Asad)! Hagámoslo. Metámonos ahí y matemos a toda esa puta gente (sic)", exhortó Trump en una conversación telefónica con su secretario de Defensa, James Mattis, según un extracto del libro publicado por el diario The Washington Post.

El jefe del Pentágono respondió que se pondría a ello, pero al colgar el teléfono, le dijo a un asesor que no harían "nada de eso", y que en cambio organizarían una respuesta "mucho más contenida": el bombardeo contra una base aérea siria que Trump ordenó finalmente.

Poco después de llegar al poder, el presidente pidió al Pentágono un plan para lanzar un ataque militar "preventivo" sobre Corea del Norte, al tiempo que criticó el alto coste de proteger a Corea del Sur.

Mattis salió "exasperado y alarmado" de una reunión con Trump sobre ese tema, y comentó a su círculo cercano que el mandatario había "actuado como un niño de 10 u 11 años", de acuerdo a Woodward.

El secretario de Defensa, que hasta ahora había logrado mantenerse al margen del drama cotidiano en la Casa Blanca, negó este miércoles en un comunicado haber pronunciado "nunca" esas "despectivas" palabras sobre Trump, y las atribuyó a la "rica imaginación de alguien".

Woodward también asegura que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, llamó "desequilibrado" a Trump en una ocasión.

"Es un idiota. Es inútil tratar de convencerle de cualquier cosa. Va a la deriva. Este es el pueblo de los locos. Ni siquiera sé por qué seguimos aquí ninguno de nosotros. Este es el peor trabajo que he tenido nunca", lamentó supuestamente Kelly en una reunión.

En un comunicado, Kelly desmintió este miércoles haber llamado "idiota" a Trump y afirmó que su relación con él es "honesta y sólida", mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, describió el libro como una colección de "historias inventadas, en su mayoría por empleados insatisfechos, para dejar mal" al presidente.

El volumen también hace hincapié en la brecha entre Trump y el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, a quien el presidente nunca ha perdonado que se apartara de la investigación rusa.

"Este tipo es un retrasado mental. Es un tonto de los del sur (de Estados Unidos). Ni siquiera le permitirían ser abogado de tercera en Alabama", soltó Trump sobre Sessions en una ocasión, indica el libro.

Woodward describe a Gary Cohn, que hasta marzo fue el principal asesor económico de Trump, como un actor fundamental en los intentos para contener al mandatario durante su primer año en el poder.

El año pasado, Cohn "robó una carta" que Trump tenía en su escritorio y que planeaba firmar para retirar a Estados Unidos de un acuerdo comercial con Corea del Sur, y el mandatario no se enteró de ello ni continuó sus esfuerzos para romper el pacto, asegura Woodward.

Cuando, a comienzos de 2017, Trump pidió a su asesor Rob Porter que redactara una carta para retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, este consultó a Cohn, quien le respondió: "Pararé esto. Le quitaré el papel de su mesa", apunta el libro.

El juez nominado al Supremo ensalza la independencia judicial entre protestas

Brett Kavanaugh, el nominado por Donald Trump para convertirse en juez del Tribunal Supremo, defendió el martes la separación de poderes en el primer día del proceso de confirmación de su candidatura, en medio de protestas que incluso interrumpieron la sesión en el Senado. "El Tribunal Supremo es la última línea de defensa de la separación de poderes y los derechos y libertades garantizadas en la Constitución", expresó Kavanaugh ante el Comité Judicial de la Cámara Alta, donde la oposición demócrata había criticado a Trump previamente por sus declaraciones polémicas sobre la Justicia. El magistrado incidió en que el alto tribunal "nunca puede ser visto como una institución partidista", a pesar de que sus jueces son elegidos por el presidente y confirmados por el Senado. Kavanaugh también prometió que mantendrá "una mente abierta en todos los casos", en un mensaje con el que parecía buscar el apoyo de las filas demócratas, entre las que ha surgido una gran preocupación por potenciales retrocesos en derechos sociales como el aborto. En la sala y el edificio de las audiencias tuvieron lugar continuas protestas durante el día, unas manifestaciones en las que fueron detenidas 70 personas, según la Policía del Capitolio, y se entonaron consignas contra la posición de Kavanaugh en ámbitos como el aborto y el derecho a portar armas.

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