Porsche 911 Speedster (993), fabricado 30 años después a capricho de su comprador

Novedades

Del 911 (993) se hicieron sólo dos unidades con carrocería Speedster: una para Ferdinand Alexander Porsche, para celebrar su sesenta cumpleaños; y otra encargada por el Jerry Seinfeld. Ahora, casi 30 años después de que dejase de producirse esta generación del 911 se hará una más, una demostración de que con el programa Sonderwunsch de Porsche todo es posible.

40 911 Carrera GTS muy especiales para conmemorar los 40 años de vida de Porsche Ibérica

Porsche 911 Speedster (993), fabricado 30 años después a capricho de su comprador

Entre 1993 y 1997 estuvo en producción el Porsche 911 (993), el último que contó con motores refrigerados por aire y el primero en tener una caja de cambios manual de seis marchas. Además de disponer de carrocerías coupé, descapotable o targa, de él se hicieron dos unidades speedster, es decir, con una joroba, en el portón trasero, por detrás de cada uno de los asientos como elemento más característico presente desde el 911 (930) de 1998.

Ahora, Porsche hará una más para el diseñador milanés Luca Trazzi, quien ha recurrido al equipo de Sonderwunsch para encontrar el coche con el que pretendía completar su colección de 911 Speedster que se inició con un 1600 Super de 1955.

Con esta son tres las unidades que Porsche ha fabricado del 911 (993) con carrocería Speedster, aunque entre esta tercera y la última de las dos anteriores casi han pasado 30 años.

Para ello, el equipo de proyectos especiales de Porsche ha trabajado a partir de un 911 clásico de 1994, con un seguimiento muy próximo durante su desarrollo por parte del cliente final, quien aportó su propio libro de borradores y bocetos, lo que coincide con la filosofía de Factory One-Off -algo único, que se hace sólo una vez-, es decir, antes de que el coche esté terminado. De este modo, el cliente se convierte en una parte activa del equipo, como si de un gerente de proyecto se tratase. Estos trabajos son posibles para los Porsche homologados para carretera de cualquier generación y, dependiendo del modelo, el trabajo lo llevan a cabo Porsche Exclusive Manufaktur o Porsche Classic.

Así, Trazzi visitó Porsche en varias ocasiones e, incluso, estuvo durante el baño en la pintura por inmersión catódica en la fábrica. Este procedimiento que suele realizarse con vehículos nuevos, se llevó a cabo con este 911 para, posteriormente, iniciar el recubrimiento manual con un amarillo desarrollado específicamente para el cliente, quien lo bautizó como Otto Yellow, en honor a su perro.

"El portón trasero con sus formas cóncavas y convexas requirió mucho trabajo en las fases de diseño, concepción y producción", recordó Philipp Setter, gerente de Sonderwunsch Customer Consulting. "Pero incluso aquí logramos armonizar las visiones de diseño de Luca Trazzi con los procesos y estándares de calidad de Porsche. Después de todo, nuestro lema de Sonderwunsch es 'Usted lo sueña. Nosotros lo construimos'".

Obviamente, la zona del 911 que más trabajo costó a los expertos de Porsche fue la que se sitúa tras los dos asientos por la complejidad de sus formas.

También el parabrisas es diferencia en los Speedster, bordeado con un marco negro; mientras que los retrovisores en negro también son un diseño recogido de los deportivos de los años 60. Por el contrario, la firma lumínica está vinculada a los Porsche modernos. Otros elementos son las llantas de aleación de 18" con diseño Turbo pintadas de negro, con la línea en amarillo de contraste, o las láminas protectoras negras contra impactos de piedras delante de las ruedas traseras, como las que se usaban en otras generaciones del Speedster. También se emplea el negro en los tiradores o las tomas de aire. Asimismo, esta unidad tiene elementos como el alerón delantero, los faldones laterales y los guardabarros traseros del 911 Turbo (993).

El habitáculo está revestido de cuero negro con costuras decorativas en amarillo, con los asientos con el logotipo Speedster y la zona central de los mismos con una bandera ajedrezada con cuadros amarillos y negros, cada uno de ellos cosido a mano. El mismo patrón se usa en el el maletero delantero, la funda del la carrocería o en una bolsa de viaje a juego.

Además del cuero, el otro protagonista del interior es la fibra de carbono, empleada en salpicadero, consola central y palancas de cambio y freno de mano e, incluso, en los respaldos de los asientos. Como dato curioso, por primera vez en un 911 (993), las molduras de los umbrales de las puertas de carbono están iluminadas.

La dotación de conectividad se puede, en cualquier generación de un Porsche, puede asimilarse mucho a las de los coches que salen de la línea de producción gracias al programa de personalización de la marca.

El sistema de infoentretenimiento tiene navegador y admite Apple CarPlay. Es un dispositivo Estos dispositivos desarrollado por Porsche Classic pero disponible para los coches antiguos de la marca. La pantalla de inicio también se ha personalizado para el cliente.

En cuanto al motor, chasis, dirección y frenos provienen de un 911 Carrera RS (993). Así, el motor bóxer de este exclusivo Speedster, del que se desconoce lo que pagó Luca Trazzi por él, es el seis cilindros de 3,8 litros refrigerado por aire y con 300 CV, que era el motor más potente de Porsche en la época de comercialización de esta generación del 911.