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Philippe Junot simpre será el play boy francés que se casó con Carolina de Mónaco, aunque de esa boda hayan transcurrido ya casi 44 años y su unión con la hija de Rainiero y Grace Kelly apenas durara un par de años. El reciente enlace de su hija Isabelle con Álvaro Falcó, marqués de Cubas y a la postre primo de la mediática Tamara, lo ha devuelto a la portada de las revistas. También el reencuentro con Marta Chávarri, consuegra y madre de Álvaro, con la que mantuvo un sonado romance en el verano de 1996 que, pese a la repercusión y la polémica, sólo duró unos meses.
A sus 81 años, con el pelo cano y mirada orgullosa a su hija recién casada en el reportaje exclusivo de ¡Hola!, el donjuán de la década de los 70 y 80 ha dado paso a un padre feliz, entregado a sus cuatro hijos y pendiente de su bienestar. Lejos quedan ya los escandalosos idilios con mujeres bellas y famosas pues su última relación conocida fue con la modelo sueca Helen Wendel, con la que tuvo una hija, Chloe, en 2005. Actualmente se desconoce si sale con alguien o no, si bien es cierto que nunca fue hombre de estar solo.
Philippe Junot es un financiero y promotor inmobiliario, hijo del político y millonario Michel Junot y descendiente de Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes y general que luchó junto a Napoleón cuyo su apellido figura inscrito en el Arco del Triunfo en París. Su fama de play boy le precedía cuando conoció a una jovencísima Carolina en una fiesta de la alta sociedad de la época. La boda en la que se empeñó Carolina no convenció al príncipe Raniero ni a Gracia, quienes se opusieron desde el principio al amor de su hija con este empresario 17 años mayor que ella.
El instinto como padres y miembros de la realeza no les falló, porque a pesar de la cabezonería de la princesa, se divorciaron apenas dos años después del enlace, harta ya Carolina de las supuestas infidelidades de su marido. Dicen que cuando por las revistas del corazón supo de su affaire con la modelo Giannina Facio -quien por cierto también cayó en los brazos de Julio Iglesias- no se lo pensó dos veces y se plantó. Gracia quiso luego que el Vaticano declarara nulo el matrimonio de su hija, pero tardaron bastantes años hasta que la Sagrada Rota acabó sucumbiendo a las presiones del Principado.
Ambos rehicieron sus vidas. Junot continuó unos años, por supuesto, con sus veleidades amorosas, y en octubre de 1987 se unió a la alemana Nina Wendelboe-Larsen. Su boda ocupó todas las portadas de publicaciones rosa.
Una década duraron juntos, tiempo en el que fueron padres de Isabelle -la ya marquesa de Cubas tras su enlace con Álvaro Falcó-, Victoria y Alexis. En 2005, ya retirado de la vida pública, se supo que había sido padre de otra niña con Helen Wendel. Ninguna de las dos mantiene un perfil público activo, al menos en los últimos años.
Dedicado a negocios inmobiliarios entre París, Nueva York y Marbella, reside ahora en Cannes. Philippe Junot hace ya tiempo que no aparece en las crónicas rosas por sus líos de faldas con modelos de quita y pon. A sus 81 primaveras ya no es aquel hombre por cuya cabeza sólo parecían pasar mujeres, sino que se muestra como un padre centrado por completo en la vida de sus hijos, retirado de la vida pública y de los escándalos.
El ex de Carolina de Mónaco -y antaño quebradero de cabeza de Raniero- compagina sus inversiones con temporadas de asueto en Marbella. Es en esta localidad también pasa las vacaciones su hija Isabelle, con quien mantiene una excelente relación, tal y como ella misma ha confesado en alguna ocasión.
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