El tomate ecológico, el que más dinero deja a los productores almerienses

Con la campaña 2023-24 a punto de culminar, los productores almerienses de tomate han visto cómo se agigantaba este año la diferencia de la cotización entre su variedad convencional y la ecológica, que se acerca ya a su precio máximo de la última década, pagándose a 1,21€ el kilo de estos productos. Son datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.

El tomate ecológico, que supone uno de cada tres alimentos que se obtienen en la 'huerta de Europa' de forma sostenible, sigue al alza y está sobre la barrera de la media de las últimas diez campañas, que se sitúa en el 1,13€/kg, y repunta, a falta de dos semanas para la finalización de la campaña, respecto al pasado curso en dos céntimos más por cada kilógramo vendido. La tendencia no ha dejado de ser creciente desde la temporada 2017-18, aunque el récord sigue estando en el curso anterior, el 2016-17, cuando la cotización alcanzó el 1,23€ por kilógramo vendido.

Toda buena noticia tiene una cara amarga. Cultivar una hectárea de tomate ecológico sigue siendo un lujo para los productores almerienses, pues su coste está entre los 89.710 euros y los 105.716 euros, según explicaba en el mes de marzo la periodista Macarena González en este mismo rotativo. El tomate rama eco es más barato que el cherry a la hora de cultivarlo. Insumos y mano de obra son quienes provocan estos costes.

Menos dinero deja el tomate convencional, que consolida su tendencia irregular de las últimas campañas y pierde valor tras alcanzar en la pasada campaña el máximo de la última década, habiéndose colocado por primera vez por sobre el euro por cada kilógramo vendido. Se encuentra ahora en los 0,98€ por kilo, una cifra que está ostensiblemente por encima de la media de los últimos diez años, que es de 0,71 €/kg.

Habrá que esperar hasta otoño para conocer el balance definitivo que realicen las asociaciones sobre las cotizaciones de este manjar, producido en su mayoría en suelo almeriense, en los mercados, aunque las organizaciones agrícolas tienen ya un primer diagnóstico. "El tomate ha incrementado un 8% en producción, pero su valor ha disminuido debido a una caída del 18% en su precio", especificaba hace una semana Asaja-Almería en su primer balance de la campaña. "La caída de los precios ha representado un desafío significativo para los agricultores, afectando negativamente el valor de la producción", añadieron. Las fluctuaciones del mercado serán fundamentales para que los productores encuentren o no la tan ansiada estabilidad.