“El tenis me formó en valores que aplico como empresaria”

Entrevista a Adelina Salinas, directora comercial de ZOI

La almeriense dirige junto a sus hermanos ZOI, empresa de referencia del Bajo Andarax

Cercana, familiar, deportista y amante de conocer mundo

ZOI pone en valor la grandeza agrícola del Bajo Andarax

Adelina examina unos documentos en su despacho en ZOI, junto a la Base de la Legión de Viator.

Era raro no ver a Adelina de pequeña sin su raquetero. Sin descuidar los estudios, la joven almeriense devoraba los entrenamientos en el Club de Tenis Indalo y se convertía en una de las grandes promesas del tenis almeriense de los 90, con una vitrina llena de copas de torneos Superole, Babolat o J’hayber. Aquella campeona, que siempre tenía tiempo para pelotear contigo o para hacer acampadas con sus amigos, es hoy una empresaria que desde ZOI quiere devolver la grandeza a la tierra donde dio los primeros raquetazos a una pelota en las pistas de Pechina: el Bajo Andarax.

–¿Qué hace una tenista de pro en el sector primario?

–La definición de tenista me queda muy grande por el respeto que le tengo a quien ejerce de esa profesión. Cuesta mucho llegar a ser tenista profesional, es una trayectoria larga y necesita mucha dedicación. Pero sin duda, estuve muy unida a este deporte desde la infancia y me siento muy afortunada. La competición infantil en aquellos tiempos nos sirvió para asentar nuestras bases, formar nuestra personalidad, desarrollar habilidades... Luego todo esto lo aplicas en tu vida. Recordar aquella época me genera un cariño y una nostalgia importante.

–Tenista, arquitecta y directora comercial de ZOI.

–Mi trayectoria tan diversa demuestra que tengo un carácter que me gusta profundizar en diferentes áreas que tengo la oportunidad de explorar. Ésa es la parte que como empresaria me permite desarrollar profesionalmente esta característica personal. Junto con mis hermanos, he tenido la suerte de diversificar nuestra actividad profesional en distintos sectores. Es muy gratificante poner en marcha mis distintos roles en un mismo día.

–De una multinacional como Cosentino, a una empresa familiar que no parar de crecer como ZOI.

–Empezar en Cosentino fue un orgullo, una suerte tener esa primera experiencia en la que conocí a profesionales a los que admiro de forma individual y, por supuesto, como empresa. Son un ejemplo en el día a día, tienen carácter, ganas de superarse, ambición de ver hasta dónde puede llegar una empresa familiar de una manera tan admirable.

“El Bajo Andarax es una tierra de oportunidad, que se disfrutó hace décadas y ahora queremos favorecer todo su potencial”

–ZOI es la familia Salinas y es el orgullo de la comarca del Bajo Andarax.

–Para nuestra familia es un orgullo estar en el Bajo Andarax. Es una comarca muy rica en el sector agrícola, pero que no está explotada. Es una tierra de oportunidad, que se disfrutó hace décadas, y ahora nosotros queremos favorecer ese potencial que tiene y desarrollamos nuestra actividad donde están nuestras raíces familiares. Además, hay muchas empresas en el Bajo Andarax, de las que todos nos sentimos orgullosos.

–Ha estudiado en Australia, pero donde usted se encuentra más a gusto es en su cortijo.

–Me gusta mucho llegar al equilibrio en mi vida y eso lo consigo explorando el mundo. Me gusta compaginar los viajes, la internacionalización que tanta cultura te aporta, con la familia, el entorno local, los amigos... Una cosa no es excluyente de la otra, me gusta disfrutar tanto de los viajes como de mi cortijo. Es cierto que Almería es una provincia que te permite desarrollar una actividad profesional en un ambiente familiar, a la par que puedes explorar lugares tan diversos como Austria, Estados Unidos...

–¿Se imaginaba cuando jugaba en Pechina que iba a comercializar productos hortícolas por todo el mundo?

–No me lo imaginaba entonces, ni tan siquiera hace unos años que empezamos en este sector. La vida te va ofreciendo oportunidades que algunas se nos escaparán, pero otras las cogemos, las aprovechamos y trabajamos por ellas. No deja de ser un trabajo al que hay que dedicar muchas horas, mucho esfuerzo y no deja de ser gratificante.

La raqueta le permitió hacer grandes amigos en el circuito tenístico nacional

Es el gran deseo de muchos, de niños y mayores de una generación que han disfrutado viendo al mejor tenista de todos los tiempos ganar, una vez tras otra, la Copa de los Mosqueteros en París. Rafa Nadal es un ejemplo para la sociedad, principalmente para la española, y Adelina lo conoce desde que de niña se marchó a entrenar al Club de Tenis Barcelona. “Tuve la fortuna de compartir generación y amistad con una persona tan extraordinaria y tan ejemplar como es Rafa Nadal. No llegué a entrenar con él en la pista, pero sí que compartimos una época muy especial para todos los que vivimos aquella experiencia”. La progresión de Adelina por aquellos tiempos era grande, se tomaba muy en serio el deporte y tenía la disciplina que requiere un profesional del tenis. Sin embargo, hay factores que marcan y tu condiciona la trayectoria personal y uno de ellos son las lesiones: “Son un factor clave en la vida del deportista, es algo común que ocurre en la competición. Al igual que el tenis aporta muchos valores, la gestión del dolor y las lesiones es algo que también te marca. Aprendes a vivir con ello, a superar ciertos momentos de debilidad y de saber gestionar el fracaso. El dicho asegura que un empresario no lo es hasta que fracasa por primera vez. Yo fracasé antes de ser empresaria, en mi época como tenista, y gestionar eso en un época de adolescencia fue una prueba que me puso la vida y que conllevó un aprendizaje que pude aplicar en mi vida”.

Adelina, cuarta por la derecha, con una copa ganada en un campeonato en su infancia.

–¿Orgullosa de trabajar en el sector más importante de la economía provincial?

–El sector agrícola es un motivo de orgullo para toda la provincia, ya que somos un referente a nivel mundial. Hasta que no tienes algún contacto con nuestro entorno, no eres realmente consciente del potencial tan grande que existe y de la realidad profesionalizada. Es un orgullo poder trabajar aquí y aportar en la medida de lo posible para su avance.

–¿Cambiaría el balance de resultados por la raqueta o se queda como está?

–La vida te presenta opciones, circunstancias y vas tomando decisiones que te llevan al presente. Estoy muy agradecida con todo lo que tengo y no tengo la capacidad moral de decir que cambiaría mi vida porque me siento muy afortunada de ello.

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