‘Hachazo’ al campo del Almanzora con 11 hectómetros cúbicos menos de agua del Tajo

La provincia de Almería sufre un nuevo revés en lo que a fuentes hídricas se refiere, y es que ayer se aprobaba en el seno del Consejo Nacional del Agua celebrado en la localidad de Sacedón en la provincia de Guadalajara el que es el nuevo Plan Hidrológico del Tajo (con 47 votos a favor, cuatro abstenciones y 22 votos en contra), que lleva aparejada una elevación de caudales ecológicos en el Alto Tajo y consiguiente reducción de un 40% de envíos al Trasvase Tajo Segura, que riegan las tierras y también son consumidos en parte por la ciudadanía de las provincias de Alicante, Murcia y Almería.

Según las estimaciones que hacía hace solo unos días Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, la cifra asciende a en 78 hectómetros cúbicos al regadío de Murcia, Alicante y Almería; y en 27 al abastecimiento urbano de estas tres provincias. Un total de 105 hectómetros de agua que dejarán de desembalsarse para dejar un nuevo panorama crudo y cruel en el Levante y Almanzora almeriense, pues tal y como señalan desde la sociedad Aguas del Almanzora, las planificaciones y por ende el devenir de la economía de esta zona depende de la cantidad actual, pues así está programado, por lo que se prevén importantes pérdidas.

En términos objetivos para la provincia, el descenso procedente de la aportación del Tajo será del orden de 11 hectómetros cúbicos, una cantidad que se antoja excesiva para el mantenimiento y abastecimiento de 150.000 personas y 23.000 regantes de los municipios de Vera, Huércal-Overa y Cuevas del Almanzora.

La propia consejera de Agricultura, Carmen Crespo, avisaba el pasado viernes en una jornada sobre agua organizada por Diario de Almería que “no hay que desdeñar ninguna fuente hídrica. Hablo de aguas subterráneas, de desalada, de regeneradas, y por supuesto de Trasvase, en este caso del Tajo-Segura”. Es más, Crespo tildó de “fundamental que no se reduzca el caudal que nos llega de este trasvase, teniendo en cuenta, por supuesto, los caudales ecológicos, pero siempre y cuando sea a estudios científicos rigurosos y se tengan en cuenta las necesidades de la población. Y concluyó: “Para ser capaces de dar pasos adelante es imprescindible que las administraciones adoptemos una actitud proactiva y comprensiva que permita ofrecer soluciones, lejos de contribuir a enquistar el problema”, reconociendo que los problemas hídricos, la política se debe dejar de lado y ser un país solidario.

Tras comprobar los elementos del borrador del nuevo Plan, con el aumento de los caudales ecológicos en las zonas de cabecera, desde Asaja lo han considerado como “un ataque sin precedentes a la agricultura de regadío y al futuro de miles de familias de las provincias de Alicante, Murcia y Almería”.

“Ante la gestión política llevada a cabo sobre caudales ecológicos en este país hay que manifestar nuestro malestar, solicitar el cese inmediato de la ministra y del subsecretario de Estado, porque esta planificación atenta contra el sentido común. Aquí el ganador que es el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page. Es una planificación a medida para acabar con el Trasvase Tajo-Segura, y flaco favor se le ha hecho a los dirigentes socialistas de Alicante, Almería y Murcia. Flaco favor que roza el ridículo”, lamenta el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

Ya confirmado este plan y a falta de ir a las cortes para quedar corroborado como Decreto Ley, desde la Generalitat valenciana y presumiblemente de otras administraciones regionales y provinciales de las provincias afectadas, además de comunidades de regantes, ya han adelantado que acudirán a los tribunales contra este recorte en los envíos de agua.