La superficie de control biológico aumenta en más de 2.000 hectáreas esta campaña

Almería pasa de las 22.700 hectáreas del curso agrícola 2018-2019 a las 24.740 hectáreas del 2019-2020

La cifra ya supone más del 70% del total del área cultivada en invernadero

El uso del control biológico en la agricultura bajo plástico almeriense vuelve a crecer este año, tras un lustro de tendencia negativa. / Rafael González
Elio Sancho

29 de septiembre 2019 - 05:59

El campo almeriense ha dado este año un paso al frente ante la amenaza que se venía cerniendo sobre la agricultura intensiva por culpa del estancamiento del uso del control biológico registrado en los últimos años. La nueva campaña agrícola, correspondiente a 2019-2020, luce unos datos con los que todos los agentes implicados en este sector pueden sacar pecho, pues la superficie bajo plástico cultivada con mecanismos de control biológico ha crecido en más de 2.000 hectáreas en comparación con el año anterior.

En concreto, la horticultura intensiva almeriense ha pasado de unos años de descensos a registrar un notable incremento, saltando de las 22.700 hectáreas de la campaña 2018-2019 a contabilizar 24.740 hectáreas, lo que supone un total de 2.040 hectáreas más, un aumento del 8,25% respecto a la campaña pasada, según los datos de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, elaborados por la Secretaría General Provincial de Agricultura de Almería.

Este sistema, que se ha erigido como el estandarte de la producción hortofrutícola almeriense desde que saltó a la palestra la crisis delisofenfos metil, en diciembre de 2006, representa ya más del 70% de la superficie invernada, merced a estos últimos datos.

Por cultivos, el pimiento es la producción estrella, con 11.500 hectáreas, 1.020 hectáreas más que la pasada campaña, lo que significa que casi el 100% de la superficie productiva de pimiento se realiza bajo esta técnica de control biológico porque se considera un método excepcional para el control de plagas.

Este sistema se ha erigido como estandarte de la producción hortícola almeriense

Las previsiones de la Delegación Territorial de Agricultura sitúan al tomate en segunda posición, con 5.300 hectáreas, frente a las 4.200 hectáreas de la campaña pasada, por lo que este cultivo experimenta un importante aumento de 1.100 hectáreas, es decir, un 20% más. En el caso del tomate, la superficie de control biológico representa el 60% del total de este cultivo.

También ve aumentada la superficie bajo control biológico el pepino, que pasa de 3.350 hectáreas en la campaña 2018-2019 a 3.410 hectáreas, lo que representa un aumento de casi un 2%. En su caso, esta hortaliza ya cuenta con el 70% de la superficie productiva bajo esta técnica.

Destaca el incremento del uso de este sistema en tomate, un 20% más que en el curso pasado

En el caso de la berenjena la superficie ha aumentado pero de manera más ligera;se prevén 1.620 hectáreas, tan solo 10 hectáreas más que la pasada campaña (casi un 1% más). El uso de la lucha biológica en berenjena representa el 73% de la superficie total.

En el calabacín, la superficie también ha aumentado ligeramente, se prevén 1.280 hectáreas frente a las 1.250 hectáreas de la campaña pasada, un aumento del 2,3%. En cuanto a la superficie productiva de calabacín realizada en control biológico decir, que tan solo representa el 16%, es de esperar un aumento en la investigación y puesta a punto de las técnicas de dicho control en este cultivo.

Melón y sandía caen más de un 9%

Los cultivos de primavera de melón y sandía siguen con la tendencia a la baja. Para el melón se prevén 530 hectáreas y para sandía, 1.050 hectáreas, 9,4% y 9,5% menos, respectivamente, que la campaña 2018-2019. Para Aranzazu Martín, delegada territorial de Agricultura, “es necesario insistir en la utilización del control biológico en los cultivos de primavera, ya que es una garantía de ausencia de plagas y enfermedades de cara al inicio de campaña”.

Según la delegada territorial de Agricultura, “aunque las previsiones en cuanto al aumento de la superficie de control biológico son favorables, no debemos bajar la guardia. El control biológico es una técnica que ayuda a mantener el campo limpio de plagas y por tanto de vectores de virus de cara a las nuevas plantaciones. Es necesario apostar por el control biológico para nuestra agricultura, son muchos los beneficios que aporta tanto a nivel sanitario, comercial y porque fomenta una agricultura más sostenible”, asegura.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último