“Con la sensorización, el agricultor tiene la finca en la palma de su mano”
Entrevista
Francisco Gutiérrez aplica sus conocimientos como ingeniero en el sector agroalimentario
La relevancia de la IA en la agricultura andaluza
Su amigo Iván lo hizo emprendedor y entrar en un sector al que tiene mucho que ofrecerle desde el punto de vista profesional. El agricultor roquetero quería tener datos de la situación climática del invernadero y automatizar las ventanas y bandas para mejorar la productividad. Francisco Gutiérrez, entonces, decidió que era el momento de aplicar todo su saber como ingeniero al principal motor de la economía provincial, la agricultura, y creó Invernadero Inteligente. Su empresa de Ingeniería, netamente almeriense, se dedicada a la implantación de sistemas de sensorización y automatización, tanto en explotaciones de cultivo bajo plástico como en la industria auxiliar.
Pregunta.–¿En qué consiste la sensorización de un invernadero?
Respuesta.-Consiste en la implantación, dentro y fuera de la finca, de una serie de aparatos de medida que nos den información relevante sobre los parámetros críticos que afectan al cultivo. Toda esa información es recogida cada pocos minutos y transmitida a la nube donde se guarda, analiza e interpreta. De esta manera, hacemos posible que el agricultor tenga su finca en la palma de la mano, a cualquier hora y en cualquier lugar, gracias a nuestra aplicación móvil. Y no nos limitamos a mostrar una panoplia de datos, analizamos y tratamos toda esa información, para que el agricultor que consulte el estado de su finca pueda saber, en treinta segundos, si todo está correcto. En definitiva, el agricultor tiene una herramienta muy poderosa que no busca sustituirlo, sino ayudarle en la toma de decisiones a los que se enfrentan día a día, ya que ninguna máquina pueda conocer mejor un invernadero que el propio agricultor que lleva años recorriendo los líneos día tras día.
P.–La digitalización es el futuro del agro, está cambiando un sector cada día más especializado.
R.-La digitalización es uno de los pasos que se deben dar, sí. Personalmente, creo que a medio plazo hay que afrontar tres etapas en esta materia: la sensorización, la automatización y por último la robotización. Estamos en la primera de ellas, así que hay un margen de mejora grande y el propio mercado marcará la velocidad en la que se implementen. Tenemos una gran fortaleza a nuestro favor, el propio carácter del agricultor almeriense, que es innovador por naturaleza, desde Paco El Piloto en aquella parcela de El Parador, hasta hoy, han hecho suyas innovaciones como el riego por goteo o la lucha integrada. Al final, los avances que demuestran ser útiles y ayudar en los retos que afronta el agricultor, tienen una rápida acogida.
Dentro de las inversiones de una explotación, la digitalización es de las más accesibles y conlleva un retorno más rápido”
P.–¿La implantación de los sistemas de sensorización en la provincia es grande en estos momentos?
R.-Como se diría, progresamos adecuadamente. Nosotros estamos muy contentos con la acogida, pero hay muchas hectáreas por digitalizar aún. Lo que está claro es que son herramientas que han llegado para quedarse y terminarán estando implantadas de forma masiva. Especialmente considerando que hay retos importantes que afrontar, la necesidad de mejorar la productividad para hacer frente a la competencia de terceros países, la eficiencia para mitigar el aumento de costes en insumos y laborales. Por no hablar de los condicionantes fuera del ámbito económico, como la aparición con virulencia de nuevas plagas o episodios meteorológicos cada vez más extremos.
P.–¿Qué aporta en las fincas?
R.-Dentro de las inversiones que acarrea la propia explotación de un invernadero, la digitalización es de las más accesibles, y lo que es mejor aún, de las que conllevan un retorno más rápido. Tenemos clientes que han amortizado los equipos a las pocas semanas de instalarlos y la inmensa mayoría ha recuperado con creces su inversión en menos de una campaña, principalmente en dos vertientes: una optimización del riego con el ahorro considerable de costes que ello conlleva y un aumento de la producción por la mitigación de los factores que perjudican el rendimiento. Y como se puede vislumbrar, también hay una serie de efectos directos beneficiosos, como una mayor sostenibilidad de la propia explotación. Y si hablamos de las soluciones especializadas que tenemos para la industria auxiliar, el efecto es mayor si cabe, ya que los procesos son muchos más críticos, especialmente en los semilleros. Tenemos la suerte de que están a la vanguardia tecnológica y están confiando en nosotros para implementarla, dentro y fuera de la provincia.
Confianza en la solución tecnológica almeriense
“Nadie pone en duda que Almería es una potencia mundial en la producción de hortalizas bajo plástico, lo sabemos y lo más importante, nos lo creemos. En lo que aún tenemos que mejorar es la confianza de que las innovaciones tecnológicas hechas en Almería, ya sean en el ámbito netamente tecnológico o en otras intrínsecas al cultivo en invernadero, también lo son. Tenemos cierto complejo de inferioridad del que debemos deshacernos. Y de este pensamiento, en el que nosotros mismos pudimos incurrir en un inicio, vamos percibiendo cada vez más que no se corresponde con la realidad, ni con la percepción que tienen de nuestro sector, ya no sólo dentro de España, si no más allá de nuestras fronteras. Si a Invernadero Inteligente, que en definitiva es una PYME almeriense, vienen a visitarnos y nos solicitan consejo ingenieros de multinacionales de lugares tan alejados como Japón, es porque estamos en el camino correcto, y es igualmente extrapolable a otras empresas auxiliares, más allá de la producción. En definitiva, hay muy buena tecnología almeriense, mejor que la de fuera”.
P.–¿Mejor comportamiento en algún tipo de cultivo o se adapta perfecamente a todos?
R.-Es una solución que se adapta a todos los cultivos y a todas las explotaciones. Como he mencionado anteriormente, Invernadero Inteligente es, ante todo, una empresa de ingeniería. Ello nos permite adaptar nuestros productos a diferentes cultivos, sustratos e incluso perfiles de explotación. Tenemos la fortaleza de ofrecer a nuestros clientes las soluciones tecnológicas que mayor rendimiento les van a dar, ya sea un agricultor que explota la finca familiar o una finca experimental y así que tengan el retorno de la inversión lo más rápido posible. Obviamente, nosotros por el propio tamaño del mercado que tenemos a nuestro alrededor, estamos hiperespecializados en el cultivo bajo plástico y seguimos incorporando mejoras día tras día y además, tenemos una filosofía muy clara en la empresa, cuando hacemos innovaciones en el tratamiento de los datos o en la propia APP, están disponibles para todos los clientes de forma inmediata y totalmente gratuita. Y, de forma paralela, trabajamos para implementar nuestra tecnología más allá de las explotaciones bajo plástico, para que más agricultores puedan beneficiarse de ella.
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