El resurgir de las cenizas de Mabe Hortofrutícola: el sueño de estar operativos en octubre

Agricultura

Un mes y medio después de que un incendio devoraba el almacén, la empresa tiene muy avanzadas las obras

La inversión en unas instalaciones modernas, así como en maquinaria de última generación, superará los 35 millones de euros

Crónica de la trágica noche (CON VÍDEOS) Un espectacular incendio calcina una nave hortofrutícola de El Ejido

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Así avanzan las obras en Mabe Hortofrutícola / Pablo Laynez

Las Norias (El Ejido)/Uno no percibe la magnitud y la gravedad del incendio que asoló a Mabe Hortofrutícola hasta que no se da una vuelta por el solar donde ahora trabajan decenas de obreros en su reconstrucción. Aquella infausta noche del 27 de mayo, cuando a la campaña le quedaban cuatro días como aquel que dice, no sólo se quemó una parte de una nave de última generación [la inversión había sido de 25 millones de euros en 2019] sino que se tambaleó el esfuerzo, la dedicación y la ilusión de los más de 450 socios y de los centenares de agricultores que a diario comercializan en esta compañía.

Aquellos dolorosos recuerdos “mejor dejarlos correr”, dice Antonio Ruiz, hoy ya fortalecido en lo anímico gracias a las buenas noticias que le dan casi a diario la constructora y, sobre todo, reforzado al ver cómo han respondido desde la sociedad civil hasta los seguros, pasando por las instituciones públicas. 

En pie quedan los pilares que no resultaron dañados, las máquinas ya retiraron todo el escombro que quedó inservible [casi la totalidad de nave, puesto que al ser el almacén había muchos elementos inflamables] y ahora están terminando de construir unas balsas internas [anteriormente ya contaba con unas, pero ahora las van a hacer más grandes] y dándole forma al esqueleto de la nueva instalación. Las grúas no paran de distribuir cargas, es un no parar. El calor aprieta, pero la dirección de Mabe está poniendo todos los medios a su alcance para contar con varios puntos de refresco, sombra y descanso. “La necesidad apremia, pero la seguridad laboral es lo primero”, reconoce el presidente con su casco de obra, que entraría a cargar palets y echar cemento si le dejaran.

“Le vamos a poner el punto donde creíamos que teníamos una pequeña debilidad, donde pensábamos que teníamos un cuello de botella. Hemos adecuado las obras a las necesidades que teníamos dentro de las mismas dimensiones y de nuestra organización”, por lo que esta inversión será superior a la anterior, lo que demuestra la magnitud de la obra: “35 millones de euros en total, nos quedamos sin nada, sólo con las oficinas y un poco tocadas también. Todo lo demás, destrozado: toros, traspaletas, cajas, palets, talleres... Empezamos de cero en cuanto a instalaciones, pero el espíritu de Mabe está al cien por cien”, gracias a que los bancos saben que esta sociedad hortofrutícola de Las Norias es solvente y que habrá fondos operativos disponibles para afrontar la nueva construcción.

La campaña pasada apuntaba a histórica: 145.000 Tn. y unas 8 más que se calcinaron o no entraron

Con este brío, estas ganas por volver y esta fe en el trabajo, desde Mabe confían en estar listos para volver a su cotidianidad a mitad de octubre, principios de noviembre si todo sale según lo previsto. Las almerienses Grupo Copsa y Grandía Obras [ “siempre tratamos de trabajar con empresas locales, para nosotros es imprescindible”, un punto más a favor de Mabe] se afanan en que la campaña para la empresa hortofrutícola comience milagrosamente sólo unas semanas después de cuando lo hubiera hecho normalmente. “Había muchos agricultores que habían venido antes del incendio para hacerse socios, yo pensaba que les iba a dar miedo venirse y qué va, quieren venir y sentirse útiles con Mabe. Ahora vienen porque somos solventes y porque quieren arrimar el hombro, estoy reconfortado con la actitud del agricultor”, indica su presidente, ahora en el bar, abierto para el retén de guardia de los trabajadores de la sociedad, para los productores que vienen a hablar con Antonio del futuro más inmediato y, por supuesto, para los grandes protagonistas de estos días. Si hace un mes y medio fueron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los bomberos, ahora lo son los arquitectos, delineantes, gruístas, peones de obra...

Cifras de récord

Piedra a piedra, pilar a pilar, palets a palets, Mabe ya mira a los ojos a la nueva campaña. Y lo hace con optimismo, quién lo diría con el crepitar de las llamas todavía resplandeciendo en las retinas de muchos de los que esta semana trabajaban sin aire acondicionado [uno de los desperfectos causasdos por la tragedia] en el edificio que se salvó.

Es mucho pedirle al destino, pero ¿quien le dice a Antonio y a su plantilla que el nuevo ejercicio no deja unos números aún mejores de los que llevaban anotados en sus libros de cuentas hace tan solo mes y medio?

Vista general de las obras, con el edificio que resistió a las llamas. / JAVIER ALONSO

“El día que se metió fuego iban 145.000 toneladas, 145 millones de kilos, récord. El año pasado fueron 136 y este año se han quedado en torno a ocho millones fuera, lo que iba del 27 de mayo al 18 de junio que era cuando hubiéramos cerrado. Hubiéramos estado en 153 millones de kilos”, con el pimiento y el pepino Almería como productos estrellas por volumen, pero comercializando también calabacín, berenjena, pepino mini, palermo de colores y empezando con algo de tomate. 

“Hemos empezado con el rama y no descarto ahora el pera. A mí me gusta meter los productos, asentarlos en el mercado y, desde ahí, empezar su crecimiento. Empezar con poco volumen, ir conociendo el sistema, entrando en las distintas concesiones, ver la maquinaria que hace falta y al cabo de unos años, meternos más y optimizarlo”, finaliza Antonio Ruiz, convertido en el mejor ejemplo para sus trabajadores: “El espíritu de Mabe nunca se quemó, sigue intacto o está reforzado”.

“Trabajamos para estar operativos el 15 de octubre”

Pregunta.–El corazón de Mabe vuelve a latir, la empresa está viva.

Respuesta.–Mabe nunca ha perdido la vida. El espíritu de Mabe siempre ha estado vivo aunque se nos quemara el almacen, que hay que reconocer que fue una gran desgracia. No tenemos duda de que lo vamos a reconstruir lo antes posible, según estoy viendo las cosas, antes de que lo podamos imaginar.

P.–Deme alguna fecha.

R.–Luchamos por el 15 ó 20 de octubre volver a estar operativos. Sabemos que es demasiado pronto y que a lo mejor tenemos dificultades, pero es nuestra intención. No creo que nos demoremos más allá de noviembre.

P.–Es decir, los agricultores empiezan la campaña con ustedes.

R.–Quizás tenemos que alquilar algunas instalaciones durante un mes o mes y algo, pero cuando empiece el volumen de producción grande sí que vamos a estar dispuestos. A través del departamento técnico les hemos comunicado a todos los agricultores que si en vez de plantar el día 25 de julio, pueden hacerlo el día 30, mejor. Son días de ventaja que tenemos nosotros para adecuarnos a la apertura, aunque lo primero es el agricultor y no queremos cambiar su planificación. 

Antonio Ruiz, a la derecha, con trabajadores y familiares de Mabe. / JAVIER ALONSO

P.–Se le ve agradecido a la sociedad por la respuesta con tuvo con Mabe.

R.–La respuesta de la sociedad fue excelente. No quiero dejarme sin nombrar gente que ha colaborado, que ha estado, que ha querido ayudar, que ha brindado todo lo que estaba en su mano por nosotros. Todo el mundo nos ha mostrado su apoyo: empresas hortofrutícolas, instituciones públicas, ayuntamiento de El Ejido fenomenal, subdelegación del Gobierno, Inspección de Trabajo... Todo el mundo ha mostrado una total y absoluta colaboración. La constructora se está portando divinamente, son empresas de Almería. Ya estáis viendo la evolución de las obras, estoy emocionado de escuchar las fechas que nos dan de finalización.

"Una vez que vieron que el incendio era incontrolable, las FFCCSS y los bomberos empezaron a refrescar las oficinas para que el fuego no se propagase más"

P.–¡Qué papel hicieron aquella noche bomberos, policía y guardia civil!

R.–Quiero hacer una mención especial a las Fuerzas de Seguridad junto a los Bomberos, que hicieron una gran labor por el salvamento de la oficina. Una vez que vieron que el incendio era incontrolable, pusieron los camiones en la fachada y empezaron a refrescar las oficinas con bombas de agua y se tiraron diez o doce horas así y gracias a eso, se salvaron. Me emociono todavía de pensarlo y recordarlo [de hecho, se le escapa alguna lagrimilla].

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