Las quejas sanitarias llegan al mar: "No hay médicos desde hace seis meses"

Pesca

Los pescadores, en pie de guerra por la falta de profesionales para realizar los obligados reconocimientos

El ISM asegura que el problema está a punto de solucionarse

Señalan a la Comisión Europea por la situación de la flota de arrastre de Almería

Julian Corzo, pescador.
Jesús Corzo, pescador. / D.A.
Carlos Javier Lillo

17 de enero 2024 - 06:00

Cuenta Jesús Corzo, pescador del Levante almeriense, que lleva seis meses denunciando un problema que aún no tiene solución. Son dos los médicos que atienden a todos los profesionales de la mar en Almería y ambos se encuentran ahora de baja. Empezó la médica del ISM, Instituto Social de la Marina, en esa zona. “En Garrucha lleva ya cinco meses de baja”, explica. El problema no es que falte la profesional sanitaria sino que su ausencia no ha sido cubierta por nadie, lo que genera un retraso a quienes necesitan pasar el reconocimiento médico para el despacho del barco, el proceso administrativo por el que el Distrito Marítimo comprueba que todas las embarcaciones cumplen los requisitos necesarios para salir a la mar.

Corzo tiene una persona en la mira ante estos retrasos. “La que lo tiene que solucionar es la directora del ISM”. Habla, en conversación con Diario de Almería’, ella. Carmen Rubio Soler, directora provincial de la institución, confirma la falta de médicos pero difiere en la respuesta que se le está dando al problema. “Lo primero es el usuario”, recalca. “Es cierto que en Almería hay dos equipos de sanidad marítima y el de Carboneras tiene a su médica de baja pero han sido atendidos por el de Almería y ahora el de la capital está de baja pero hemos llamado a un médico de Melilla en dos ocasiones a hacer reconocimientos”, defiende. Esas fechas fueron el 28 y el 29 de noviembre y a finales de diciembre. Se atendió, según lo explicado por la responsable del ISM, a la lista de pescadores ofrecida por la Cofradía y Carbopesca.

Al problema que se encuentran los pescadores de Garrucha se suma ahora la situación en la capital, donde el médico del ISM encargado de los reconocimientos lleva, aproximadamente, dos meses de baja. “Los ánimos son de impotencia, queremos que la administración cumpla al 100% como hacemos nosotros”, recalca Corzo. La solución que les dan, irse fuera. “Nos derivan a Málaga o Cádiz”, asegura. Esa solución, que los pescadores deben costear de su propio bolsillo, no les convence. “Yo pago a Hacienda en Almería no en Málaga”, explica con un tono de amargura.

Soler niega que esto sea una realidad. “No les estamos mandando a otras provincias porque no hay médicos”, asegura sobre un problema que es generalizado por la geografía nacional y que requiere de respuestas globales. La directora provincial del ISM quiere dejar claro que la solución que se está dando en la provincia es más completa que en otros territorios, donde no se dan alternativas, según su testimonio. “El único problema es que no se les puede atender tan rápido como era costumbre”, defiende. La anticipación es, para ella, clave para conseguir el servicio a tiempo. “Lo único que tienen que tener es una previsión, no dejarlo para el último día como antes que conseguían la cita de un día para otro”, detalla.

Las trabas burocráticas son otra de las complejidades que se encuentran quienes siguen esperando una cita con su médico que no termina de llegar. “La Capitanía Marítima nos ha negado la prórroga para despachar los barcos porque no es un asunto suyo”, asegura. Ante esa situación, solo queda la trampa legal para poder salir a faenar. “Yo en este momento tengo el barco que despacharlo sin tripulación profesional, que es una trampa legal”, defiende Corzo, ante lo que Soler manifiesta que no es posible. “No se puede despachar profesionales sin reconocimientos médicos, no es posible, es una exageración”, asegura.

La solución debería llegar en cuestión de días, no muchos, y materializarse en forma de refuerzo de personal. Soler es confiada y espera tenerlo todo solucionado en breve. “Han salido unas oposiciones y es un momento concreto en lo administrativo, esta situación tiene una fecha de caducidad y es de tres o cinco días”, explica sobre los plazos que se van a seguir. “Esta semana vemos como solucionar los casos que tenemos acumulados”, promete. Mientras, quien se impacienta, pide que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.

Es como si un piloto de Iberia no pasa un reconocimiento médico”, asegura Corzo, que ve con pesadumbre pasar los días sin que nadie ocupe las vacantes. “Se tiene que solucionar ya”, clama contra un problema que se repite en la mar como en la tierra, en los pescadores como en el resto de la sociedad y que se expande por los centros médicos de todo el país. “Nos dicen que están buscando pero ya tendrían que estar”, resume el pescador.

La suerte de quienes llegaron a tiempo

Cuenta Fernando Orrio, del centro de buceo AquaTours, que tiene su sede en Roquetas de Mar, que él llegó a tiempo antes de que comenzaran los problemas que hoy denuncian quienes viven del mar. El problema no afecta solo a los pescadores sino a todos quienes tienen un negocio con barcos. El reconocimiento médico es obligado siempre. “Cualquier persona embarcada tiene esa dificultad”, defiende.

Los reconocimientos son, en buena parte de los casos, anuales, por lo que hay una buena parte de la sociedad que no conoce lo que está sucediendo. “Mucha gente no lo ve como un problema porque ni se ha enterado”, defiende. Simpatiza con quienes hoy alzan la voz aunque él no sufra la problemática que otros denuncian. “No me toca hasta dentro de un año pero no se trata de que me afecte o no, hay que buscar una solución”, defiende. Aún no sabe, pues la comunicación es anterior, que el ISM minimiza los problemas y los achaca a una situación puntual que está pronta a resolverse. “No creo que le afecte a la competitividad de Almería pero sí es incómodo”, reconoce.

Explica Carmen Rubio Soler que se tiene en cuenta a todos quienes no están pudiendo ser atendidos. “Nosotros fuimos a Carboneras y la lista de Roquetas será atendida en Almería”, defiende. “Te tienes que hacer un viaje a Valencia y es un dinero”, concluye Fernando, que sigue con su negocio.

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