Un pueblo de Almería con lista de espera para alquilar una vivienda

Repoblación

El municipio alpujarreño no tiene casas disponibles para acoger a los nuevos vecinos

Las prácticas sostenibles y el modo de vida rural atrae cada vez a más habitantes

De lo rural a la ciudad, Almócita saca pecho de su pionera comunidad energética en Almería

Una de las calles de Almócita. / D.A

La escasa oferta de viviendas es una de las grandes problemáticas que sacuden actualmente al sector inmobiliario, una situación que se agrava en el caso de un municipio de la Alpujarra almeriense: Almócita.

Son tantas las personas que quieren vivir en este rincón de la provincia que hay incluso lista de espera para poder alquilar una vivienda. La razón es indudablemente su compromiso con el medioambiente y la cultura.

Con una población de apenas 200 habitantes, Almócita se ha convertido en un referente de vida sostenible. El municipio es conocido por sus prácticas responsables con el entorno y el planeta como el uso de energías renovables, el reciclaje o la agricultura ecológica. Además, el pueblo pone continuamente en valor la cultura a través de festivales musicales y literatura en sus fachadas .

Muchos son los motivos por los que elegir este pueblo alpujarreño para vivir, y desde hace varios años viene experimentando un importante crecimiento de población. Hace apenas cinco años, tan sólo 175 personas habitaban en Almócita, que tras su ‘boom’ sostenible ha alcanzado ya los 205 habitantes. Este incremento ha sido muy significativo ya que se trata de un núcleo rural que se encuentra inmerso en la lucha contra la despoblación, y en la que la mayoría de sus habitantes son personas mayores. Esta nueva forma de vida que adoptó el municipio, despertó un gran interés en muchas personas, quienes continúan llegando paulatinamente al municipio y ocupando todas las viviendas vacías disponibles para alquilar.

Debido a la alta demanda y la escasez de inmuebles disponibles, el Ayuntamiento de Almócita se encarga de recoger las peticiones de vivienda de los futuros vecinos con el cometido de buscarles un hogar lo antes posible. De esta manera, se creó una “lista de espera” en la que los interesados pueden apuntarse y aguardar a que alguna de las viviendas se queden disponibles para ser arrendadas.

El alcalde de Almócita, Francisco García ha explicado a Diario de Almería que “cuando llega alguien nuevo al pueblo nos quedamos con sus datos personales y estamos pendientes de llamarles cuando se queda vacía alguna casa. Mientras los ponemos en contacto con alojamientos provisionales de la zona”. 

Así es como el consistorio hace de intermediario entre las personas interesadas y los dueños de las casas que se van quedando disponibles. “Hemos hecho una labor de búsqueda de viviendas y de hablar con los dueños para que tengan la tranquilidad de que no van a tener ningún problema con los inquilinos, porque la realidad es que no ha habido ni un sólo problema con la gente de fuera que ha venido a vivir al pueblo hasta ahora”, explica García.

El problema es que la lista de espera apenas avanza. “Actualmente tenemos todo cubierto, no hay casas vacías en Almócita y aunque nos quedemos con el contacto es bastante difícil poder encontrar una vivienda en el municipio”, apunta el alcalde.

A pesar de eso, siempre hay algún movimiento en el municipio, pero las casas nunca se quedan vacías porque antes de que el inquilino abandone el inmueble ya hay otras personas esperando para arrendarla. 

Los precios, como en todos los lugares, “muy caros”. Eso sí, el alquiler de una vivienda en este pueblo de la provincia se sigue manteniendo muy por debajo de la media nacional y de la capital. Las viviendas municipales se alquilan por menos de 300 euros al mes, mientras que los alquileres particulares oscilan sus precios en los 400 euros. La ley de la oferta y la demanda, también ha influido en este mercado en el que los propietarios aprovechan para hacer negocio.

Aún así la demanda se centra únicamente en el alquiler de viviendas. Vivir en Almócita supone un cambio de vida radical, y por eso la opción del alquiler es la única que se contempla. “La gente nueva del municipio en su mayoría provienen del mundo urbano, y muchos de ellos llegan provisionalmente para ver cómo es su adaptación al entorno rural”, según Francisco.

La mayoría de personas que llegan, eso sí, lo hacen para quedarse. Una vez prueban la experiencia, los foráneos se convierten en almociteños de pleno derecho asentando sus vidas en este pintoresco pueblo almeriense.

Soluciones para aumentar la oferta de inmuebles y la acogida

El Ayuntamiento de Almócita, según ha destacado el máximo representante del municipio, está trabajando en soluciones para abordar dicha escasez de viviendas. Entre manos, un proyecto para crear vivienda que tratan de sacar hacia adelante gracias a la colaboración de la Diputación de Almería. La puesta en marcha del albergue es otra de las propuestas del consistorio para acoger a más habitantes o turistas. Unas casas prefabricadas sostenibles, creadas con contenedores reciclados y que ahora mismo se encuentra en fase 1, a falta de una segunda que la dotará de habitabilidad para ponerlas en funcionamiento ampliando la oferta de alquileres. De momento sólo son utilizadas de manera puntual por artistas y visitantes esporádicos del municipio, pero pronto serán puestas en marcha para aumentar la oferta de inmuebles.

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