El proyecto Deseacrop para usar agua desalada en el agro ya recoge sus frutos

Los técnicos han recolectado los tomates que están cultivando en la Finca UAL-Anecoop

El objetivo, demostrar la gestión sostenible de agua desalada en la agricultura intensiva

Representantes de la Asociación Valenciana de Agricultores visitaron las instalaciones del proyecto LIFE Deseacrop en la Finca UAL-Anecoop el pasado 18 de octubre.
Elio Sancho

20 de enero 2020 - 05:57

El proyecto Deseacrop tiene como objetivo demostrar la gestión sostenible de la desalinización del agua de mar para la producción de cultivos en sistemas cerrados y sin suelo para fortalecer su resiliencia como una clave del sector productivo, económico, social y ecológico en un Mediterráneo con estrés hídrico en la región semiárida.

Se trata de una iniciativa concedida en la convocatoria Life 2016, que tiene como socios al Centro de Investigación en Agrosistemas Intensivos Mediterráneos y Biotecnología Agroalimentaria (Ciaimbital) de la Universidad de Almería, la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar, Sacyr Agua y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

En la actualidad, en las instalaciones de la Finca Experimental UAL-Anecoop, donde se desarrolla la parte empírica del proyecto, se está procediendo a la recolección del fruto obtenido en el tercer ciclo del proyecto. En concreto, se está llevando a cabo la recolección de tomate en los invernaderos de la finca desde la semana pasada.

Este ciclo fue plantado el pasado 9 de septiembre. Una vez que se recoja todo el producto, los investigadores medirán el porcentaje de materia seca de la planta y el volumen de producción total, entre otros parámetros, tal y como han informado desde la web de Deseacrop. En los laboratorios de la UPCT se llevará a cabo el estudio de las muestras de suelo y de la calidad del producto obtenido.

Tratamiento de los datos

Con los resultados obtenidos, el proyecto Deseacrop, financiado con fondos europeos, busca demostrar que el uso sostenible del agua marina desalinizada y de los sistemas de riego hidropónico con tratamiento y reutilización de drenajes son la solución para el problema del déficit hídrico que sufre el sureste español.

El proyecto otorga una gran importancia a la transferencia de sus resultados a otros agentes, entre los que destacan las empresas, los agricultores y los regantes, así como los técnicos especializados y las Administraciones Públicas.

Diego Luis Valera explica cómo miden la salinidad y la conductividad para lograr el mejor agua

Deseacrop mezcla agua desalada y de pozo para buscar la fórmula de riego más óptima que garantice la calidad del fruto y un buen precio del coste de este recurso al agricultor. La iniciativa se lleva a cabo tanto en cultivo enarenado como en hidropónico.

El precio medio que paga el agricultor por el agua desalada ronda los 0,50 euros el metro cúbico, frente a los 0,30 euros que solicita el productor como una cifra razonable, tal y como reclama desde hace tiempo la Federación de Regantes de Almería (Feral), que preside José Antonio Fernández.

El agricultor paga por el agua desalada alrededor de 0,50 euros el metro cúbico, mientras que considera que el precio razonable son 0,30 euros el metro cúbico

El vicerrector de Investigación de la UAL, Diego Luis Valera, explica que el agua siempre ha sido el “talón de Aquiles” de la agricultura de muchas zonas de la cuenca mediterránea y, concretamente, del sureste de España y, a falta de otras infraestructuras hidráulicas para recibir agua de otras zonas, con los acuíferos sobreexplotados, aboga por aprovechar la cercanía con el Mar Mediterráneo para la utilización de la desalación. El elevado precio del agua desalada es un factor limitante para el agro almeriense, de ahí la importancia de aprovechar todas las opciones posibles:agua de escorrentía, así como la desalada.

El vicerrector de Investigación de la UAL, Diego Luis Valera. / Javier Alonso

La mezcla de recursos hídricos de Deseacrop se está aplicando a ocho cultivos, cuatro de ellos, tradicionales, tomate, pimiento, sandía, calabacín; y el resto, exóticos que se están introduciendo en Almería como aternativa, entre ellos, la papaya.

A través de Deseacrop miden la salinidad y la conductividad para obtener el mejor agua posible para aumentar la productividad de los cultivos a un precio razonable.

Fertirriego en hidroponía

En los actuales ensayos de Deseacrop, la planta se ha sembrado el pasado 9 de septiembre. Patricia Marín, investigadora contratada en este proyecto, explica, durante la emisión de un reportaje emitido en Canal Sur, que ya se han tomado datos del primer ciclo vegetativo, a través del desecado de la planta, así como la producción que se está recolectando.

Los técnicos de la Universidad Politécnica de Cartagena toman datos del suelo y se llevan fruto recogido de la finca para analizar los diferentes parámetros de calidad de los distintos cultivos. Deseacrop también busca educar y concienciar sobre la optimización del fertirriego en hidroponía y la reutilización de drenajes mediante desalación con energía renovable, tal y como ha desarrollado a través de un curso celebrado en Torre Pacheco.

En busca de ajustar la conductividad del agua en cada fase de los cultivos

El parámetro de la conductividad eléctrica del agua que se mide en este proyecto se traduce en ver el momento óptimo de desarrollo de cada cultivo para ajustarlo en función del grado de desarrollo vegetativo del mismo, haciendo una mezcla adecuada entre agua desalada y de pozo.

Así lo asegura Diego Luis Valera, que ahonda en que Deseacrop evalúa la masa vegetal del cultivo, la longitud del tallo, el diámetro del entrenudo, así como la producción, en kilos por metro cuadrado, y la calidad del fruto en grados brix, firmeza, textura, sabor y propiedades organolépticas. Con un 1% más de radiación solar se consigue un aumento equivalente en el volumen de producción, es decir, otro 1% más. Esto se debe al conocido como efecto albedo.

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