Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Crisis Precios
Los agricultores del Poniente de la provincia están hartos del problema endémico en el que se han convertido los de las hortalizas en origen, volátiles y siempre fluctuando a la baja. De ahí que el agro almeriense viviera la semana pasada un hito histórico, como fue la primera movilización convocada únicamente por sus protagonistas, los productores. Centenares secundaron esta movilización que tuvo en La Unión de La Redonda, en El Ejido, su epicentro. Pocos días después, ya el pasado viernes día 25 de octubre, acudieron a la misma llamada en el Centro Cultural de Santa María del Águila. Aquí ya el respaldo se pudo contar por miles y mañana se sabrá si los principales damnificados por las bajas cotizaciones, los productores de berenjena (que apenas están percibiendo 0,30 céntimos estos días), dejan de llevar su género a cooperativas y alhóndigas durante toda una semana.
Mientras tanto, este movimiento espontáneo, lejos de ser efímero, y viendo la respuesta en tan pocos días, parece que ha venido para quedarse. En estos momentos, hay ya formada una ‘mesa de interlocución’ compuesta por unos 70 agricultores, todos del Poniente Almeriense y en su hoja de ruta están ya sobre la mesa continuar con las movilizaciones, como la planteada en el caso de los ‘berenjeneros’. Pero antes, hoy está previsto que se este grupo de profesionales adquiera personalidad jurídica a través de la figura de la asociación. En este sentido tienen dos opciones, por un lado unirse a la ya existente Agricultura Viva en Acción, nacida en 2016 con el objetivo de modificar el proceso de comercialización en el mercado hortofrutícola, o bien crear una nueva, de cero, que pasaría a llamarse Unión de Agricultores Independientes. Un nombre que es una auténtica declaración de intenciones, puesto que huyen totalmente de la administración, sea local, regional o nacional; y de ellos, solo quieren soluciones. Aunque eso sí, están dispuestos a sentarse a hablar todo lo que sea necesario para que la situación cambie, siempre y cuando no se rebase la principal línea roja: no vender por debajo de un mínimo.
Esta tarde dirimirán, desde la mesa de interlocución, que podría reunirse en Campoejido, donde queda incluido este movimiento que tiene muy claro su finalizad, y que pasa “porque estemos todos unidos, de manera transversal, todos por igual. Una voz; un voto”, explica el joven Joaquín López, o como todo el mundo lo conoce: Bernabé, quien se ha erigido como portavoz de este movimiento “casi por accidente”, después de subir un vídeo a redes sociales cortando la plantación familiar que se volvió viral.
En este documento, Bernabé alzó la voz y llamó a todos los productores a decir: ¡basta! Y por el momento, la iniciativa ha calado muy hondo en un sector que ya no puede más y que ha visto en los más jóvenes la energía para cambiar las reglas.
En la reunión en Santa María del Águila del pasado viernes, se abordaron diferentes planteamientos para conseguir una menor volatilidad de los precios, que se irán perfilando en las próximas semanas. Pero en principio, la posibilidad de implantar un contrato de venta de mínimos con las comercializadoras está sobre la mesa. Además, como gran novedad y de ahí la necesidad de que este movimiento pase a tener personalidad jurídica, es el planteamiento de crear un fondo solidario para que cuando alguien tenga que tirar productos se le apoye a través de ellos y pueda amortiguar las pérdidas. “La idea es que todo aquel que quiera colaborar lo puede hacer. Todo entre nosotros, sin depender de nadie. Hemos planteado como fórmula que de cada partida que se comercialice vaya un 0,01% de ese dinero dirigido a la cuenta que se abriría para el fondo por parte de cada agricultor”, explica Bernabé, una idea que ha sido muy bien acogida pero que aun tiene que ser perfilada. Preocupa, y mucho, “qué hacer ante la competencia desleal de Marruecos”; algo en lo que sí van a presionar a la administración competente.
Otro elemento que está caracterizando y diferenciando a este movimiento es que se está desarrollando sin tener en cuenta a las organizaciones agrarias. Si bien es cierto que el propio portavoz, Bernabé, lamenta que a Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) no estuvieran el pasado viernes en la reunión.
Por otro lado, Bernabé traslada la preocupación de miles de agricultores por el acuerdo de libre comercio alcanzado este verano entre la Unión Europea y los países que forman Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), que ha definido como un “problema muy grave” porque a los países de Europa a los que los agricultores venden “ya no les vamos a hacer falta”, de forma que “Almería, tal y como la conocemos, va a desaparecer”. “Como Mercosur tome fuerza y te digo yo que esto lo mejor es poner la finca a la venta y dedicarse a otra cosa”.
Bernabé incide en que el campo “tiene que levantar la voz y ser el que diga ‘aquí mandamos nosotros’” por ser “el primer eslabón de la cadena alimentaria”, una idea que ha defendido desde el primer momento al argumentar que su trabajo “se tiene que ver más recompensado”, ya que es de donde parte toda la producción que posibilita el negocio.
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