Vícar, potencia exportadora de planta ornamental y flor cortada

Agricultura

El 35% de este producto que se distribuye por Europa procede de empresas vicarias

Holanda, ‘Wall Street’ de la planta pequeña, no puede competir con la calidad de la del Poniente

Dioni Freniche y Julio Vicini, de POM, en unas mesas llenas de dipladenias para su exportación. / Rafael González

No todo en el Poniente almeriense es planta productiva, son frutos para recolectar y vender. También existe un sector interesante, que al escucharlo te lleva a pensar en países nórdicos, pero que ha encontrado en el Poniente almeriense, principalmente en Vícar, las condiciones óptimas para triunfar.

Se trata de la planta ornamental y de la flor cortada, especies que nada tienen que ver con el mar de plásticos, sino que tienen un uso decorativo, bien para interiores o exteriores de las viviendas. Aunque su principal objetivo es embellecer la zona donde se ubican, últimamente también hay tendencia a usar con este fin a árboles cítricos, olivos, tomateras...

Ésta es una costumbre que ha llegado a España recientemente, procedente de los países nórdicos. En la Europa meridional, las familias tienen la costumbre de ir a hacer la compra e incluir entre los comestibles, algún pequeño tipo de planta decorativo que dispensas los propios supermercados. De hecho, en estas zonas hay casi tantas tiendas de comida como de plantas. Es algo que forma parte de su cultura, que está arraigado entre las familias y que poco a poco fue colonizando España a través de los diferentes súper.

¿Y de dónde proceden estas plantas que se comercializan en toda Europa? Al igual que los pimientos, los tomates o los pepinos, los europeos también compran muchísima planta ornamental cuya procedencia es el Poniente almeriense. Si Almería es la despensa de Europa, Vícar es el gran vivero del viejo continente. Casi un 35% de la planta que se exporta a Francia, Alemania, Austria, Portugal [incluso cada vez más en el mercado interior español, con grandes superficies y garden center]... ha salido unos días antes de las diferentes empresas que trabajan y cuidan sus macetas, con tanto cariño y esmero como lo hace un agricultor bajo plástico.

Desde Vícar se exportan todo tipo de plantas: dipladenias, potos, ficus, aloe vera, pascueros, dianthus, ibiscus, rosales, ortensias...

Por tradición y porque los holandeses son muy buenos en lo suyo, uno tiende a pensar en el país de los tulipanes como la gran potencia exportadora de planta. Sin embargo, dos empresarios de Vícar aclaran que ésta creencia popular tiene parte de razón y parte de márketing. “Holanda es una potencia, se le conoce como el ‘Wall Street’ de la planta, pero de la planta pequeña. Nosotros no podemos competir en esta especialidad, pero en la planta grande, Almería está por delante”, indican Dioni Freniche y Julio Vicini, gerentes de POM [Producción Ornamental Mediterráneo]. Y es que en tierras almerienses se dan unas condiciones óptimas para que el crecimiento de la planta le permita estar radiante antes de salir exportada: “Nosotros tenemos una luz que no hay en Holanda. La planta es más natural, tiene mucha más calidad. Además, aquí hay una mano de obra barata que también favorece que el negocio pueda crecer. Todo esto provoca que Almería siga creciendo en este sector y que zonas como Vícar sean el gran motor exportador de España”.

Parece que el éxito del agro almeriense pone la alfombra roja para que este sector siga sus pasos. Sin embargo, son bien distintos desde el origen. Y es que, por ejemplo, algunas de las especies de planta ornamental y la flor cortada que se exportan desde Vícar no se cultivan aquí, sino que proceden desde diferentes puntos de España. “Trabajamos con plantas de Galicia, Valencia, Alicante, Málaga o Canarias. Tenemos acuerdos con diferentes productores, lo que nos permite tener una amplia variedad de plantas que llevarle al consumidor final. Al final, la planta germina fuera de Almería, pero llega aquí para crecer y robustecerse antes de ser vendida”, aseguran desde POM, cuya nave está llena de mesas y carros con bandejas de todo tipo de especies: dipladenias, plantas verdes como potos, chefleras o ficus, aloe vera, pascueros, dianthus, plantas con flor como ibiscus, rosales, ortensias... “Nuestra variedad es amplia, ahora que dipladenia es el número uno, Almería es la mayor productora mundial de esta planta”. Preciosa y trepadora, a propósito.

Un trabajador de POM mueve unos carros cargados de plantas ornamentales. / Rafael González

POM, siete campañas como referente del sector

La empresa vicaria POM (Producción Ornamental Mediterráneo) se ha convertido en todo un referente en el sector. Son siete campañas las que llevan trabajando los socios Dioni Freniche y Julio Vicini en una nave que está a caballo entre Vícar y La Mojonera. “Nos está yendo muy bien en este mundo, vamos creciendo poco a poco y queremos seguir dando pasos firmes, cortos y seguros”. En la última campaña, POM exportó alrededor de ocho millones de plantas por toda Europa, lo que es un ejemplo claro del volumen de trabajo que tiene este sector. De hecho, la empresa llega a tener hasta doce trabajadores en el momento de máximo trabajo del año. En breve, POM abrirá su nueva nave en Las Norias, mucho más grande que la actual, lo que le va a permitir aumentar su volumen de exportaciones en el futuro.

Como todo en la vida, algún pero tiene que haber. Aunque el sector está en auge y sigue los mismos pasos que la agricultura, es cierto que le falta capacidad de comunicación, sobre todo en España. “La tendencia a nivel mundial es ir a lo verde, a lo natural. Por eso, creo que debemos de divulgar mejor lo que hacemos, debemos de fomentar las beneficiosas cualidades de nuestras plantas. Nuestra producción cada año se adapta más y mejor a lo ecológico. Por ejemplo, nosotros estamos concienciados y potenciando la lucha biológica. Estamos creciendo y aunque la campaña próxima es incierta entre la inflación y los aumentos de los costes, las previsiones que tenemos son buenas”, indican desde POM.

El mercado europeo es amplio: Francia, Alemania, Austria, Portugal, Italia, Bélgica, Polonia, República Checa o Suiza, principalmente.

Curiosamente, como el mundo es así de raro y está lleno de anécdotas, la pandemia marcó un punto y aparte para el sector. Al revés de lo que pudiera pensarse, el confinamiento fue un trampolín para la planta ornamental. “En un principio, intentamos que las instituciones fomentaran el consumo de plantas porque había mucha producción atascada, que finalmente se fue regalando en hospitales y sitios sanitarios. Sin embargo, con la gente encerrada y aburrida, poco a poco se animó a tener sus plantas, a cuidarlas y a embellecer sus jardines o simplemente sus casas. Es un proceso, pero la mentalidad española es cada vez más verde, más nórdica”, finalizan los gerentes de POM, que ya están manos a la obra para transportar todos sus productos a su nueva nave de Las Norias. El negocio crece y se expande. Almería no se pone límites.

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