Carrera a contrarreloj por una pesca justa

El sector pesquero continúa con su ‘cruzada’ para ‘derribar’ el inminente Plan de gestión pesquera para el Mediterráneo Occidental, que entienden a todas luces como nefasto, ya que no atiende a las necesidades socioeconómicas y donde preocupan algunos aspectos sobre la aplicación del mismo, por no decir que tiene puntos inadmisibles para unas organizaciones europeas de pesca profesional que continuarán batallando para que se cree un documento nuevo.

En el día de ayer, la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo ratificaba el plan, y en paralelo, Venecia acogía una cita del MEDAC (Consejo Asesor de Pesca del Mediterráneo Occidental) desde donde además de volver a solicitar la retirada de esta propuesta, también se ofrecieron para trabajar junto a la administración para elaborar un nuevo plan de gestión que atienda a las necesidades reales desde un punto de vista profesional y no político. En Venecia ha estado José María Gallart, gerente de la Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca) y vicepresidente de la federación de asociaciones andaluzas, partícipe del manifiesto elaborado por las organizaciones europeas en el que afirman defender y trabajar “por la conservación de nuestros caladeros y sus recursos, explotando a las poblaciones de peces de una forma responsable, y mejorando la gestión pesquera de acuerdo a las normas y a las propias experiencias de los pescadores, buscando un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad socioeconómica de la comunidad pesquera, que sustenta miles de familias en todo nuestro Mediterráneo”.

La propuesta de Reglamento del Plan de Gestión Multianual de Pesquerías Demersales del Mediterráneo Occidental (MAP WestMed) que afecta a España, Italia y Francia, y que ha sido acordada y que se votará en el Pleno del Parlamento europeo en el mes de Abril “ no se acerca en absoluto a solucionar la sobrepesca de los stocks señalados por el STECF y CGPM del Mediterráneo, sino que va dirigido a hacer desaparecer a la flota de arrastre con unas consecuencias irreparables en el ámbito socioeconómico y en el futuro de la actividad, y que afectará además a toda una cadena económica dependiente de esta actividad y de los productos que proporciona a la sociedad, provocando un desarraigo de las poblaciones costeras de un impacto incalculable”, reza el manifiesto dirigido al Gobierno de España, Gobierno de Francia, Gobierno de Italia, Comisión Europea y Parlamento Europeo.

Este reglamento que se propone, en su forma actual, establece medidas “muy drásticas que no son asumibles por el sector de la pesca profesional de España, Italia y Francia que opera en el Mediterráneo Occidental”, explican, puesto que “no recoge las particularidades de la pesca en cada región”.

Los firmantes del manifiesto afirman “ser conscientes de la necesidad de continuar trabajando en la gestión de nuestros caladeros para mejorar la situación de los stocks que están sobreexplotados, y por ello, mostramos con este manifiesto el compromiso del sector pesquero internacional para trabajar con su administración en una real cogestión que garantice la sostenibilidad del caladero en sus tres vertientes: ambiental, social y económica”.