La pesca de Almería ante una nueva sentencia: "No se podría soportar trabajar solo 6 meses"
Revisión del plan del arrastre
El Consejo de Ministros volverá a tomar decisiones sobre el plan del arrastre en el Mediterráneo en diciembre. Apuntan que la propuesta de la Comisión se encamina a recortar en un 10% los días de pesca y revisar el TAC a la gamba roja, entre otras medidas
Almería/La sostenibilidad atiende a tres ámbitos: economía, sociedad y medioambiente, pero, según aprecia el sector pesquero almeriense, desde Bruselas solo se repara, y de manera sesgada a su antojo político, al tercero. Se aproxima diciembre, un mes que hace temblar la pesca de arrastre del Mediterráneo español por la toma de decisiones que, año tras año, cercan su actividad y con las que se pone en juego el sustento económico de las familias, se reducen las capturas de pescado y marisco fresco y saludable que se sirven en las mesas, dejando en entredicho el mensaje de autoabastecimiento alimentario.
A mediados de diciembre está prevista la celebración del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea en el que se ahondará en la progresión del plan plurianual de la pesca demersal en el Mediterráneo occidental -adoptado en 2019 y en vigor desde enero de 2020 con el objetivo de lograr el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2025 de un 40%-. “Por lo que hemos podido saber, la propuesta de la Comisión de Pesca es seguir recortando los días de pesca; el comisario, Virginijus Sinkevicius, mantiene su cruzada contra el sector a merced de las presiones de las organizaciones Oceana y Greenpeace, que utilizan argumentos falsos que nada tienen que ver con la pesca del Mediterráneo en España”, dice José María Gallart, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE).
El pasado año, el Consejo de Ministros de Pesca, con el voto en contra de España, optaba por reducir en un 6% los días de esfuerzo para la flota de arrastre (reducción adicional que se suma a la del 17,5% de los dos años anteriores, sin contar con los 13.800 días que se dejaron de pescar por la pandemia), por el establecimiento de un nuevo régimen para el palangre y por la aplicación de un TAC (total de capturas admisibles) fijado en 872 toneladas anuales para la gamba roja, medida nueva para especies de fondo en el Mediterráneo. Según Gallart, este año, de media un barco de arrastre en el Mediterráneo español ha faenado 167 días, lo que se traduce en unos siete meses y medio, estando cuatro y medio parado. “Si se redujese en otro 10%, como apuntan que va la línea de la propuesta de la Comisión, el periodo se quedaría en unos seis meses. Trabajar medio año es una barbaridad que las empresas y familias pesqueras no podrían soportar”
De acuerdo a las palabras del presidente de la FAAPE y gerente de la Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca), se imponen dos sistemas de régimen de esfuerzo pesquero se contempla. Por un lado, en la mencionada reducción de jornadas de pesca y, por otro, en la aplicación de nuevos TAC. En cuanto a lo último, se pretende poner una cuota a la merluza sin volver a tener en cuenta la peculiaridad de que se trata de una pesca multiespecífica y revisar el TAC de la gamba roja, “todos sabemos que cuando se dice revisar los tiros van por recortar”.
“Parece que el comisario no se ha enterado de la pandemia y la guerra en Ucrania, pues sigue restringiendo y asfixiando a la pesca española, sin tener en cuenta el esfuerzo del sector para continuar con la actividad y para que la gente consuma pescado fresco”. Así, Gallart describe cómo el sector pesquero ha tenido que hacer frente al incremento de un 40% de los costes de producción y de un 300% de la subida del precio del combustible.
El representante del sector pesquero señala también que estas medidas no hacen otra cosa que restar competitividad a los pescadores locales frente a productos de terceros países, “no tiene sentido que se recorte la actividad de la flota de aquí, que ya ejerce un trabajo sostenible, y se consuma más producto importado cuyas embarcaciones no tienen limitaciones en sus territorios. Esto supone una competencia desleal para las empresas familiares de bajura”.
Para Gallart, no se puede seguir limitando la actividad pesquera sin tener en cuenta lo acontecido en estos dos años y sin hacer un seguimiento de la evaluación de la situación actual. “Nuestros estudios científicos demuestran la regeneración de la biomasa, la bajada de la mortalidad y la mejora de los niveles de juveniles. Somos los primeros interesados en mantener en buen estado nuestros caladeros y desde hace mucho tiempo estamos comprometidos con una pesca sostenible”. De acuerdo a las palabras del presidente de la FAAPE, la Comisión de Pesca solo contempla los estudios del STECF (el comité científico, técnico y económico para la pesca), “que más bien que científico es político, a medida de los intereses de la Comisión y cuyos informes nada tienen que ver con los de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM)".
Petición a Planas: que vuelva a rechazar la propuesta y presione
El presidente de la FAAPE y gerente de Asopesca, José María Gallart, pide al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que defienda la pesca del Mediterráneo español en Bruselas. “Le pedimos firmeza ante la Comisión para que no siga recortando la actividad y se tengan en cuenta los esfuerzos realizados hasta ahora y durante una década, más considerando el impacto de la COVID y del conflicto en Ucrania. Si los planes salen tal cual está planteada la propuesta de la Comisión los pescadores nos iríamos a 6 meses de parada y eso no es rentable”. Gallart pide el no del ministro español en el Consejo de diciembre tal y como hizo el pasado año, que si bien no frenó la propuesta de la Comisión si sirve para presionar y mostrar el respaldo al sector nacional, “soy consciente de la buena labor de Luis Planas a favor de la pesca en el Mediterráneo, pero también es verdad, y debo de decir, que, a veces, el Ministerio se escuda en normas comunitarias para aplicar normas que nada tienen que ver con el reglamento europeo”; en este sentido, Gallart cita la modificación de la largura del copo de arrastre, una medida que afecta al sector y que, según él, no está avalada por ninguna prueba científica”.
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