Las peores sequías están a la vuelta de la esquina
Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
Más del 30% de la superficie de la provincia está en riesgo de degradación total
Al ritmo actual, apuntan que en un plazo de tres décadas, la provincia tendrá el doble de épocas de escasez que en la actualidad
La mano del hombre, la mayor responsable
El 35% de la superficie de la provincia tiene riesgo de ser víctima de la desertificación, o más bien de su expansión. Ese porcentaje se reparte entre un 3% de la superficie provincia que presenta un riesgo “muy alto”, un 15% con posibilidades “altas” de resultar afectadas por el avance de la erosión en sus suelos y un 17% que tiene un riesgo “moderado”. Estos son los últimos y más recientes datos sobre la situación a la que se enfrenta Almería en los próximos años de no poder remedio, en concreto se arrojaron el pasado mes de febrero en el Simposio Internacional “Geoecology and Desertificatión- from physical to human factors (EcoDesert)” de La Estación Experimental de Zonas Áridas, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y que tuvo como escenario el hotel NH de la capital.
No está de más recordar la difícil situación a la que se enfrenta la población humana, más aún para aquellos que viven en zonas áridas, como es el sureste español, y donde urgen las recetas para evitar esa regresión natural.
Ayer se conmemoraba el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra desde 1.995. La desertificación, según la definición de la Resolución 49/115 del 19 de diciembre de 1994 por parte de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), es “la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, entre ellos, variaciones climáticas y actividades humanas” la Asamblea General de Naciones Unidas es “la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas”.
Los científicos siguen trabajando para determinar las causas de esta degradación y de hecho Almería está sirviendo como campo de ensayos para muchas de estas investigaciones. Un ejemplo es Life Adaptamed, que se está ejecutando sobre la flora almeriense como es el caso de la repoblación de azofaifos a lo largo del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Y es que el que avisa no es traidor. Siempre son los científicos los primeros en desarrollar y ejecutar proyectos. Son ellos mismos los que, basándose en el análisis de datos alertan de un futuro aciago para ciertas zonas del planeta, y Almería se encuentra entre ellas. Así se desprende del informe ‘Futuras olas de calor, sequías e inundaciones en 571 ciudades europeas’, elaborado por Selma B. Guerreiro , Richard J Dawson , Chris Kilsby , Elizabeth Lewis y Alistair Ford, (de la Universidad de Newcastle). Son varios de los más prestigiosos analistas del clima en Europa.
Según este, en un plazo de tres décadas, Almería tendrá el doble de periodo de sequías que en la actualidad. Y eso en el mejor de los casos, pues es el pronóstico más leve de todos los que han estudiado. Situando un escenario de alto impacto, 21 ciudades del sur de Europa, entre las que se encuentra Almería, tienen más del 70% de probabilidad de que los días de mayor calor del año se exceda en un mes. Es decir, el verano durará más. Además, el estudio especifica que estas zonas pueden experimentar sequías hasta 14 veces peores que la peor sequía en el período histórico.
Por otro lado, Gabriel del Barrio, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas en Almería, dice que nunca veremos un desierto cono el del Sahara en Almería y sí una naturaleza que tiene mucho que perder. “No son más que una sombra del ecosistema que se degradó, pero no es nunca algo que se parezca a un desierto”. Así de rotundo se ha mostrado en unas declaraciones de ayer mismo a la Radio Televisión Pública Andaluza, Canal Sur.
La ciencia asume que el hombre degrada y que la ausencia de degradación no es posible mientras la raza humana esté poblando este planeta. Eso sí, hay que controlar, y los científicos recogen que es esencial no sobrepasar un punto de no retorno. “Si los ecosistemas no se pueden adaptar a las nuevas condiciones climáticas y además siguen siendo presionados por las actividades humanas cabe esperar que se degraden. Y lo que encontraremos serán ecosistemas banales, triviales, sin ningún sentido, y probablemente en muchos casos irreversibles”, asevera el investigador de la EEZA, quien estudiara la situación del suelo en España durante el decenio comprendido entre el año 2000 y 2010, con especial hincapié en el grado de degradación.
La despoblación no mejora las cosas. En la provincia de Almería el geógrafo Andrés García Lorca, exsubdelegado del Gobierno, estudia como el vaciamiento del interior altera el medio natural. “Ahora mismo, una vez que tengamos detectados cuáles son las principales amenazas y cuáles son los puntos más débiles y se tenga una panorámica natural de cómo ha ido ocurriendo el proceso pues habrá que afrontar medidas serias para la prevención de estos desequilibrios y tratar de enmendar la situación”, pronunciaba también ayer con motivo de esta efemérides en Canal Sur.
Existe voluntad: Alvelal, paradigma de la restauración del paisaje
Alvelal es una asociación ejemplo de buenas prácticas, pero sobre todo de responsabilidad. Nació con el objetivo o más bien de la necesidad de frenar la despoblación y la gran erosión medioambiental de su territorio, cuyo radio de acción abarca el Altiplano de Granada, Los Vélez y Alto Almanzora en Almería, a los que posteriormente se les unió el Noroeste de Murcia y la Comarca de Guadix. Y quieren frenar la despoblación y, por ende, la desertificación trabajando bajo unos pilares muy bien definidos que son: la restauración de zonas naturales, las fincas regenerativas (donde mejoran la retención de agua y reducen la erosión, mejoran la fertilidad del suelo y aumentan la biodiversidad), los negocios agroalimentarios basados en la economía circular, labores de sensibilización a la sociedad, retorno de la inspiración, difusión del patromonio y las tradiciones y el agroturismo. En definitiva, un modelo de negocio y también de vida sostenible para el medio y sus habitantes.
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