Nueva Andalucía, el barrio de Almería en el que más ha crecido el alquiler: "Me he planteado irme"

Impulsado por una fuerte ventolera, tan clásica en la ciudad, el barrio de Nueva Andalucía se va desperezando de la siesta. La terraza de la heladería está llena y, en frente, un buen número de niños y jóvenes espera para entrar en clases de inglés. Es una tarde cualquiera en el barrio de la capital en el que más se ha encarecido el precio de la vivienda. Camina rápido Ainhoa Fernández, una joven que vive de alquiler con su pareja en Calzada de Castro. La pregunta sobre cómo ha subido el alquiler no le suena extraña. “A mi me ha ido subiendo poco a poco”, cuenta.

En el barrio se habla. En la zona de Nueva Andalucía y Regiones Devastadas es donde más se ha encarecido el precio del alquiler, de los 4,90 euros a los que se cotizaba el metro cuadrado en 2014 a los 8,10 que se pagaban en el mes de agosto, según los datos del portal inmobiliario ‘Idealista’. No es la zona donde más caro está el suelo, ‘honor’ que se llevan Nueva Almería, Vega de Acá y Cortijo Grande, pero se queda cerca.

Ainhoa lleva cinco años residiendo en la zona, primero por estudios y ahora en busca de nuevas metas, y ha pensado, incluso, en irse por el precio de la vivienda. Si uno quiere buscar un espacio un poco más asequible para vivir en Almería tiene que irse a las afueras. El Toyo, donde el metro cuadrado se cotiza a 7,30 euros, es la zona más rentable para vivir. Para la joven, que llegó desde Barcelona por estudios y ha decidido quedarse, uno de los problemas es la demanda en alquilar en el barrio. “Parece que todo el mundo quiere venirse a vivir aquí, es la mejor zona, está todo a tu alcance y es muy céntrico”, comenta. La gran oferta de comercios y aparcamientos es un ‘motor’ para que la gente decida mudarse allí.

Quien lo acaba de hacer es María Ángeles Salvador, que se movió a esta zona por trabajo junto a su familia. Compró y arregló una vivienda con su marido cuando llegaron, hace ya dos años. “Me vine porque la vivienda estaba muy barata”, recuerda. No pensó en alquilar.

Este alza en el coste de la vivienda obliga a los jóvenes a moverse de hogar en busca de una leve rebaja económica. “Me he planteado irme de piso porque no puedo pagarlo”, confiesa Ainhoa. El precio a pagar por ahorrarse un dinero que escasea es entrar en una vivienda con menos comodidades. “Me caigo del sofá y casi estoy en la cama”, dice con sorna. Pagan 550 euros y “no nos podemos quejar, hemos tenido suerte”. Lo afrontan como pueden. Ella trabaja.

Otros no se pueden permitir mudarse de casa de sus padres. Es el caso de Lucía del Águila, quien no cree que el ‘Bono Alquiler Joven’ prometido recientemente por Pedro Sánchez vaya a servir de mucho. “Es muy difícil que una persona se independice a nuestra edad, deberían plantear mejor la situación de los alquileres”, comenta. No se plantea independizarse en un corto espacio de tiempo y, si lo hiciera, debería ser con ayuda de sus progenitores, quizás en un piso compartido.

“Los alquileres se han disparado”, sintetiza Celia González, quien fuera dueña durante treinta años de la Autoescuela Los Ángeles, ubicada en Arcipreste de Hita. A diario recibe a jóvenes que comparten sus inquietudes sobre el precio de la vivienda. “Aquí vienen muchos estudiantes que comparten habitaciones”. Ya retirada, ve el barrio como una zona de progreso. No cree que el precio de la vivienda sea un lastre para la evolución de esta zona. “No creo que la gente se vaya, es muy céntrico y hay comercio”, comenta.

Peor presagio tiene Carmen García, vecina del barrio ‘de toda la vida’. “Los alquileres están mal, pero en todos lados”. Conoce a gente que está haciendo frente a esta complicada situación. Así pasa la vida en este cúmulo de calles, edificios e historias que lindan a este y oeste con dos arterias fundamentales en la ciudad, la Carretera de Ronda y la Avenida del Mediterráneo.