"Desde un municipio de menos de 1.800 habitantes se puede llegar a todo el mundo"
Cristóbal Aránega es director general de Crisara, firma especialista en agricultura ecológica y producción de almendro, además de presidente de la Asociación Alvelal
Apasionado del campo, la naturaleza, el mundo rural, la agricultura ecológica y el almendro; Cristóbal Aránega es un agricultor de Chirivel que, junto a su esposa, Carmen Román, apostaron por su pueblo fundando Crisara, una empresa especializada en asesoramiento agroambiental, fabricación de insumos para agricultura ecológica y producción de plantones de almendro, con la que ha demostrado que "desde un pueblo de menos 1.800 habitantes se puede llegar a todo el mundo, ya no hay que estar en las grandes ciudades".
Cristóbal cuenta con una dilatada trayectoria profesional que recoge en un perfil la web de la Asociación Alvelal, de la que forma parte como presidente. Ligado al mundo de la agricultura ecológica y del almendro desde siempre, siendo a lo largo de las últimas décadas un estrecho colaborador con distintos centros de investigación de España, impartiendo numerosas charlas y talleres dentro y fuera del territorio nacional. Una destacada experiencia en el sector que le ha llevado a ser colaborador de la Escuela de Finanzas de Frankfurt (Alemania), contratado como experto para llevar a cabo un proyecto de implantación de tecnología y conocimientos agroecológicos en Asia Central.
Numerosos premios y reconocimientos avalan su labor y, entre otros cargos, es consejero asesor del grupo Mañan, miembro del Consejo Social de la Universidad de Almería (UAL), miembro de honor de la Fundación Universidad-Empresa de la UAL, patrono de la Fundación Savia, vicepresidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE) y forma parte del grupo tecnológico Tecnova. Impulsó la constitución de Alvelal y es presidente de la Asociación desde su creación, "la idea surgió en Los Vélez en 2014 entre la Fundación Savia y Crisara con el fin de llevar a cabo un proyecto de restauración con almendros, a la que seguidamente se sumaron más comarcas, más cultivos, más sectores y personas, organismos, instituciones…; surgiendo en 2015 la Asociación Alvelal para gestionar con la gente local este proyecto piloto de transformación junto a otros dos grandes proyectos de la Fundación Commonland en el mundo, Sudáfrica y Australia".
Una primera etapa marcada por un trabajo en tres dimensiones, "teníamos que ubicarnos y definirnos, delimitar nuestras competencias y objetivos; y difundir y promocionar los valores, servicios y potencial de nuestra asociación" para generar confianza en la sociedad. "Sabíamos que íbamos a necesitar de la ayuda y compromiso de mucha gente que nos ayudara a fraguar un proyecto integral que plasmara las deficiencias y los riesgos del territorio y, a la vez, pusiera en valor los recursos y potencialidades, como el hecho de ser la comarca más importante de almendro ecológico de secano a nivel mundial". Apuesta por un proyecto como Alvelal que "supone creer en las personas como motor dinamizador de un cambio con un proyecto y un camino compartido… una herramienta muy útil y potente para demostrarle al mundo que hay otra forma de hacer las cosas y que tenemos recursos y potencialidades para generar una economía alternativa económicamente viable, sostenible y regenerativa".
A la hora de mirar al futuro, Cristóbal es ambicioso y en 20 años ve Alvelal como "un modelo de conciencia compartida y valor rural, de principios y valores; y un ejemplo de unión y equipo que será estudiado en las universidades como un Modelo Sostenible, Económicamente Viable, Social y Humano…".
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