Joya Caprina: El sabor del queso de toda la vida, en Los Vélez

Agr

Cintia García, una joven emprendedora de Vélez-Rubio, montó su propia empresa tras haber estudiado Ingeniera Química

Produce en torno a doce mil kilos al año, con leche que obtiene de su propio ganado

‘Joya Caprina’, incorporación de ‘Sabores Almería’ para fijar la población en Vélez-Rubio

Elaboración artesanal de los quesos en Joya Caprina.

La vida de Cintia García cambió cuando se marchó a Murcia a estudiar Ingeniería Química. Para bien. Ella, velezana de nacimiento, se dio cuenta de que su hábitat natural estaba en su pueblo. Hasta entonces, no había visto el mundo de oportunidades que tenía en su rica comarca, necesita de emprendedoras como ella. “No me gustaba la ciudad, donde más a gusto estoy es en mi pueblo”, dice de forma orgullosa. 

Aunque estaba deseando que llegaran los viernes para volver rumbo a Vélez-Rubio, las prácticas en una empresa quesera sí que le llamaron la atención y rápidamente tomó la decisión de enfocar su futuro laboral por ahí. Tras presentar el Trabajo Fin de Grado, Cintia se hizo maestra quesera en el IFAPA de Hinojosa del Duque, con la intención de abrir su propio negocio en su pueblo.

Dicho y hecho. No fue fácil, sobre todo por la gran cantidad de trabas burocrácticas que ponen las administraciones, pero Joya Caprina abrió hace dos años y vende unos quesos de una calidad sublime desde el pasado mes de septiembre de 2022. ¿El secreto? Hay que buscarlo en las manos de Cintia y en la tradición familiar por la ganadería.

“Mis padres habían sido durante más de veinte años ganaderos, conocían perfectamente el ganado, nosotros siempre hemos tenido cabras”, recuerda por teléfono Cintia, en una entrevista pactada en la pasada edición de la Agroferia de Vélez-Rubio: “La leche que producíamos era muy buena, lo que pasa que la vendíamos a otras industrias para que elaboraran ellos los quesos. Así que cuando me decidí a montar la empresa, supe que íbamos a tener la mejor materia prima. Es una manera, además, de darle valor añadido a nuestra leche”, argumenta llena de razón y conocedora de la enorme joya alimentaria que siempre ha tenido su familia en su finca.

Navidad es la época de mayor venta del año, por lo en estos meses están elaborando para meter en la cámara de maduración

Seiscientas cabras de su padre y trescientas de ellas. Un total de novecientas, que suelen producir unos 80.000 litros al año, que se convierten en alrededor de doce mil kilos de queso artesano y de la mejor calidad en las ya experimentadas manos de Cintia. La cata merece la pena, el problema es que cuando uno prueba una cuña quiere repetir. Ya se sabe que cuando se hace pop... “Mucha gente me dice que nuestros quesos saben como los de toda la vida, como los que hacían nuestras abuelas cuando todo era artesano y no había tanta maquinaria. El que nosotros hacemos es cien por cien leche de cabra, libre de conservantes y, por supuesto, siguiendo esas recetas de nuestras abuelas, totalmente caseros”, apostilla Cintia a través delteléfono en uno de los pocos ratos libres que tiene en todo el día.

Además de ser maestra quesera, Cintia es un ejemplo de mujer emprendedora a la que no le dio miedo regresar a su casa y montar su negocio. Es más, contó con el total apoyo de sus padres, que ahora son sus socios en Joya Caprina. “En un principio ellos no se imaginaban que me iba a embarcar en esta aventura, porque de chiquitilla realmente no me gustaba el campo. Más bien, no sabía ver todas las oportunidades que el campo me brindaba. Pero decidí volver, ellos me apoyaron y ahora tenemos mucho trabajo por delante porque una pequeña empresa siempre te exige mucha dedicación”, se sincera la quesera que quiere terminar la exposición argumentando: “Pero lo más importante es que estoy contenta”.

Cintía García observa el proceso de elaboración de sus quesos.

Eso sí, sencillo no lo ha tenido. La protagonista reconoce que perdió mucho tiempo en todos los procesos burocráticos y cree que es necesario darle la vuelta a la situación. “Las administraciones debería de ayudarnos mucho más, debería de ser más ágil toda la entrega de papeles y documentación. Si no queremos que haya despoblación en los pueblos, debería de haber ayudas y de agilizar de una vez por todas la burocracia que existe”.

Ganado propio, con unas 900 cabezas que les surte de leche

Uno de los secretos del porqué el queso de Joya Caprina es de tanta calidad es, por supuesto, la materia prima. El ganado es propio, son 600 cabezas que tiene el padre de Cintia más 300 de la protagonista, que tienen en una finca de la Comarca de Los Vélez.

Ésta es tierra de pastoreo, de agricultura extensiva que tenía en los verdes montes de la zona su mejor alimento. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la sequía está provocando estragos y el pastoreo se está viendo reducido a un paseo monte seco para que los animales satisfagan también su necesidad vital de andar y de salir al campo.

La empresa quesera se nutre de la leche de su casi millar de cabras para fabricar sus quesos. Por eso, la salud de sus animales es fundamental para ellos. Hasta hace años, se alimentaban de las hierbas de los montes de la comarca, siempre en las zonas habilitadas para ello, pero en este último año ha visto cómo apenas había alimento para su rebaño, por lo que han tenido que tirar de sacos de pienso. Eso sí, “totalmente naturales”, comprados en Córdoba.

“Este último año la sequía está siendo brutal, apenas ha llovido en la zona y los animales no han tenido para pastar. Nosotros siempre plantamos cereal para luego poder alimentarlos, pero se secó”, dice Cintia. El problema es importante, importantísimo, porque la agricultura es una de las joyas económicas de la comarca, además de otras industrias, como el queso, que necesita de los cultivos.

Por suerte, su empresa ya pasó por ese tortuoso camino y Joya Caprina es ahora uno de las empresas con más nombre en el sector y eso se nota en las diferentes ferias agrícolas a las que Cintia y su familia van a vender. Pero, eso sí, la época puntera de venta quesos es en Navidad, para lo que la compañía se prepara desde varios meses antes. “Nosotros empezamos a preparar las ferias navideñas ya en septiembre. Ahora mismo estamos con distinta elaboraciones de queso, que luego meteremos en la cámara de maduración. Es muy importante controlar la temperatura y la humedad para una buena conservación”, indica la dueña de la empresa que sabe que el día a día obliga a renovarse o morir para seguir abriéndose un hueco en los distintos mercados agroalimentarios: “En un futuro vamos a tratar de introducir los yogures puros de leche de cabra. Ahora mismo somos pequeños y no nos interesa expandir mucho más el negocio.

El ganado de Cintia pastorea por una de las pocas zonas verdes este año de Los Vélez.

Eso sí, aunque se trata de una pyme y si producción está limitada a la cantidad de leche que son capaces de producir sus 900 cabezas de ganado, lo cierto es que sus quesos llegan a toda la Península: “Nosotros vendemos en las ferias y las distintas campañas que se hacen en los municipio cercanos a Vélez-Rubio, incluso de Murcia o Granada. Eso sí, a través de la página web cada vez nos llegan más pedidos y ya vendemos por toda España, a excepción de Canarias”, finaliza Cintia, en estado de buena esperanza. Que el embarazo vaya muy bien y el bebé venga con un queso bajo el brazo.

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